Las movilizaciones en Chile durante el año 2011 si bien no se tradujeron en la conquista de una educación gratuita, si permitieron un crecimiento de las organizaciones estudiantiles en general, y de las organizaciones de intensión revolucionaria en particular.
Eso hace que hoy sea posible avanzar en la conquista de las demandas sociales por medio de la fuerza de las protestas callejeras, la interacción directa de los movimientos en lucha con el gobierno y su expresión política en la institucionalidad. Esa estrategia en distintos campos de lucha apunta a impedir la cooptación por parte de los sectores dominantes que intentan frenar los cambios que el pueblo exige, muy por el contrario, su estrategia es ofrecer simples maquillajes que obstaculizan los cambios de fondo.
Hoy la apuesta es que desde el movimiento estudiantil se aporte a la construcción de una alternativa política que permita constituir a los trabajadores y los movimientos sociales como actores con vocación de poder capaces de levantar su propio proyecto de sociedad. La tarea es compleja, ya que actualmente nos rige una constitución política creada bajo la dictadura militar de Pinochet la cual consagra una institucionalidad antidemocrática con un sistema electoral cuyo objetivo es mantener en el poder a los dos bloques de partidos que representan a las clases dominantes (La alianza por Chile de Piñera y la Concertación de Bachelet), buscando evitar que surjan nuevos referentes políticos afines a los intereses de los trabajadores y el conjunto de los oprimidos.
La izquierda política y la construcción de alternativas
Han existido diversos intentos de sectores de izquierda por construir una alternativa a los partidos patronales. Lo cual, creemos, no ha sido efectivo, entre otras razones, por el distanciamiento que ha habido con los trabajos de base, produciéndose así una dicotomía entre lo social y lo político producto del excesivo acento en lo electoral sin tener un correlato social.
Por otro lado, otros sectores de izquierda han decidido acercarse a la concertación y sostener con ella pactos electorales con miras a las elecciones parlamentarias y presidenciales de este año. Llaman a unir a todos los partidos y organizaciones sociales tras el objetivo de sacar a la derecha del poder. Ante ese llamado cabe preguntarse: ¿quién es la derecha en Chile? Aún cuando busquen ocultarlo, la concertación fue quien se encargo de la administración y la profundización del capitalismo en su fase neoliberal, por ello no nos confundimos: la derecha, los empresarios, la burguesía, no se expresa solo en la coalición gobernante, sino también en la concertación. Y esta última buscará renovarse para ser gobierno nuevamente y tratar de contener la lucha de clases.
Nuestra apuesta no es realizar este tipo de alianzas que desarman políticamente a los trabajadores y el campo popular, sino que buscamos constituirnos como una alternativa política real que, volcando a los trabajadores y los movimientos sociales hacia la institucionalidad, logra apoderarse de ella, usándola hasta donde sea útil, reconociendo sus limitantes, y siempre con el horizonte de la transformación radical de la sociedad.
Nuestra orientación política para el 2013
Durante este año buscamos ser capaces de convocar a otros sectores sociales, desde las fuerzas anticapitalistas que estén dispuestas a construir escenarios favorables para el avance de las luchas de nuestro pueblo hasta las organizaciones de carácter más moderado que se plantean contrarias al neoliberalismo, para un proceso de largo aliento que cuestione los fundamentos del sistema.
El objetivo inmediato es generar condiciones de avance para nuestra gente, no es un momento histórico en el que las organizaciones de corte revolucionario puedan caer en lógicas abstencionistas (con respecto a las elecciones) o principismos que impidan forjar las alianzas necesarias que permitan abrir paso a una transformación radical de Chile.
La primera jornada de movilización de este año convocada por la organización que agrupa a la mayoría de las federaciones de estudiantes de Chile, la Confech, logro movilizar a más de 150.000 personas, prueba de que el movimiento estudiantil está más vivo que nunca.
Este año no solo será un año de elecciones, sino que también de grandes luchas sociales que esperamos se traduzcan en la apertura de un proceso de cambios que exige urgentemente el pueblo de Chile para aportar a los cambios globales que requieren los explotados de nuestra América y el mundo.
Melisa Quintana, Tomás Flores. Corriente Praxis (Chile)
