A pocos días de las elecciones en uno de los gremios más importantes del país, una lista nueva amenaza con ganar dos bastiones fundamentales: Tucumán y el Banco Nación. Y aseguran ir por más, el objetivo es la Secretaría General. No es poca cosa ya que los bancarios son, después de los camioneros, el segundo sindicato de peso a nivel nacional gracias a sus 54.000 afiliados.
Se trata de la lista «12 azul» que lleva como candidato a Daniel Mercado, de larga trayectoria gremial como delegado de base, siempre opuesto a la cúpula oficial de la Bancaria. Así pués, Mercado se perfila como uno de los dirigentes de recambio en un sindicalismo demasiado manoseado.
Después de 20 años de listas únicas, aparece una alternativa en el horizonte que se rebela contra los vicios adquiridos por la burocracia de «los gordos».
La lista oficial, la «2 Celeste», liderada por Sergio Palazzo pretende imponerse con aires renovadores después de la caída de Zanola, pero los hechos parecen desmentirla. Basta mirar los candidatos que propone para comprender que son los mismos que acompañaban a Juan José Zanola en el 2009. Nombres que se repiten, historias que se reinventan: Palazzo fue la mano derecha de Zanola en las épocas del desguace de la Obra Social; Ramón Castillo y Aníbal Cisneros, segundo y tercero de la lista, ocupaban idéntico lugar en la conducción anterior. De los 21 dirigentes de Zanola, 18 pugnan por continuar al comando del sindicato (entre los 4 restantes figuran el mismo Zanola, hoy procesado, un deceso y dos deserciones).
A rey muerto, rey puesto. Caído en desgracia el conductor de la bancaria a lo largo de décadas, sus adláteres han elegido a un nuevo jefe: Sergio Palazzo.
No solo los hombres que acompañaron la anterior gestión -y son responsables del descrédito del sindicato- sino también sus prácticas continúan vigentes. Hace pocos días, patotas sindicales irrumpieron en la Caja Popular de Ahorro de Tucumán, destrozando todo a su paso y agredieron de modo salvaje a un trabajador del Banco.
Por otro lado, de modo alguno figura entre los planes de Palazzo modificar el estatuto bancario que es, a todas luces, proscriptivo para que accedan a cargos ejecutivos delegados de base o figuras nuevas en la militancia sindical.
En la innovadora lista «12 azul» confluyen sectores de izquierda, radicales, peronistas, kirchneristas e independientes.
«A nosotros no nos interesa un sindicalismo manejado por los partidos políticos ni ubicado a favor o en contra del gobierno. Queremos un gremio que pelee por las reivindicaciones de sus trabajadores. Nuestra primera medida será modificar el estatuto bancario para transparentar una nueva forma de hacer política gremial: no más puestos de por vida para los dirigentes -podrán permanecer solo dos mandatos consecutivos-; acceso a todos los afiliados a las candidaturas, representación de las minorías en la directiva, toma de las decisiones importantes en asambleas generales al igual que control en asambleas generales de los balances. Pretendemos que La Bancaria deje de funcionar como un feudo en donde unos pocos congresales aprueban lo que dice el jefe, para devolverle el poder a sus afiliados», sostiene Daniel Mercado, el quijote de la Bancaria que sin aparato se anima a disputarle el poder a los grandes del tablero sindical.
De este modo, las elecciones del próximo 31 de julio en el gremio bancario se presentan como un laboratorio político-gremial en el que se adivinan los nuevos vientos que soplan en el sindicalismo nacional.
Corresponsal de Gremiales