El 12, juicio en Caleta Olivia
Escribo estas líneas a pocas horas de subir a los micros en los que, junto a otros dirigentes gremiales, sociales y políticos, viajaremos primero a la localidad del norte santacruzeño de Las Heras, para luego marchar junto a los que con los familiares de los compañeros enjuiciados, se van a dirigir en Caravana a Caleta Olivia, donde se va a dar la sentencia en el injusto Juicio que se libra contra once compañeros, injustamente acusados por el asesinato del policía Sayago en una pueblada en febrero del año 2006. En Caleta Olivia una importante delegación local del MST y nuestro dirigente provincial Emilio Poliak también serán de la partida.
Este nuevo Juicio ha adquirido una gran trascendencia por varias razones: la primera es que por primera vez en tiempos de democracia se intenta condenar a prisión perpetua a cinco de los trabajadores arbitrariamente acusados. La segunda es el trámite completamente ilegal del proceso judicial, con pruebas armadas, confesiones arrancadas con amenazas y torturas, todo tipo de apremios ilegales. Y la de fondo es que en tiempo de crisis y ajuste, el gobierno kirchnerista ha coincidido con el gobernador Peralta y la justicia local que supo diseñar a su antojo, según el deseo de las grandes petroleras que dominan la región: sentar el escarmiento para que los trabajadores no se animen a luchar, aunque sea a costa de un juicio amañado, sin pruebas y con torturas.
Tanta impunidad han tenido jueces y fiscales, que el 5 de setiembre el fiscal Candia, reconoció que hubo apremios ilegales y, desconociendo todo principio jurídico, dijo que “darle un cachetazo o ponerle una bolsa en la cabeza a un testigo no implica decirle lo que tiene que decir”
La pueblada de Las Heras del año 2006
Luego de un largo conflicto de los trabajadores petroleros de la región por mejoras salariales, encuadramiento laboral, rechazo a la retención del impuesto a las ganancias sobre los sueldos, pase a planta de los tercerizados se produjo la detención de uno de los principales dirigentes de aquel conflicto, el obrero petrolero Mario Navarro, dirigente del sector disidente de la conducción del sindicato petrolero local. Una reacción espóntanea de los trabajadores y la población de Las Heras exigiendo la libertad de Navarro, detonó una brutal represión contra los manifestantes.
“El reclamo de los compañeros era ‘Liberen a Navarro’ y ese era el aplauso y el grito. Salió la policía a decir que se retiren. Había una fila de 5 a 10 policías con escudos en el frente de la alcadía y la gente estaba muy cerca. Les daban la orden de alejarse, les decían que se alejaran de ahí. Pero el reclamo seguía. Los policías pegaron dos tiros al aire, dos escopetazos. La gente no les dio pelota, seguía el reclamo de que liberaran a Navarro. Entonces empezaron a pegar los tiros para abajo, los perdigones de goma se esparcieron y les pegaron a todos los compañeros, incluso a la concejal. Y entonces vino la exaltación de la gente a responder. Salieron a responder los compañeros y se vinieron más balas, y era así, piedras, balas, piedras, balas. Tenían todo preparado porque, en ese momento, de una esquina salió el GEOP en camionetas, y de otra esquina salió otro grupo de policías, y de adentro de la alcaldía otro grupo más. Los compañeros se empezaron a dispersar para atrás cuando, desde la camioneta del GEOP, los empezaron a llenar de balazos. Empezaron los gritos de que los estaban reprimiendo”. Estas frases son parte del relato de Adrián Saucedo, reproducido por plazademayo.com, una de las 20 personas que fueron detenidas aquella noche, quien estuvo en el juicio en carácter de testigo, y denunció cómo fueron torturados todos los detenidos durante el traslado desde Las Heras hasta Puerto Deseado.
Es en medio de esta represión que se produjo la muerte el policía Sayago y hoy quieren condenar sin ninguna prueba a los trabajadores a cadena perpetua y otras penas gravísimas.
Todos por la absolución y la libertad de los trabajadores de Las Heras
Este Juicio es un verdadero globo de ensayo para un gobierno que a optado por criminalizar la protesta social para imponer un fuerte ajuste. Si los trabajadores de Las Heras van presos, van a intentar aplicar la ley anti terrorista para enfrentar la protesta social, se van a acelerar las causas que por miles pesan contra trabajadores y luchadores sociales y políticos que se oponen a la política de este gobierno y las grandes patronales, y van a intentar reprimir con saña a toda protesta social que los enfrente.
El día de la sentencia, en conjunto con la movilización que se va a realizar frente al tribunal, distinto tipo de acciones de lucha se van a realizar en todo el país. Tenemos que responder como un solo puño para frenar este atropello.
Gustavo Giménez
