MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Después de la elección de rector en la Universidad de Buenos Aires

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Lo que queda y lo que vendrá

El 5 de diciembre, otra vez de espaldas a la comunidad universitaria, nuevamente tras el vallado y la custodia policial, se eligió rector de la UBA a Alberto Barbieri. Una vez más con represión a los estudiantes que fuimos a expresar nuestro repudio al régimen antidemocrático. Un régimen que permite que la autoridad que cotidianamente dirige una Universidad de más de 300 mil miembros la elijan unos pocos cientos de profesores. Más que nunca es necesario democratizar para poner la Universidad al servicio de la transformación social que hace falta en el país.

En las últimas semanas, ante las elecciones de decanos y rector, sectores del movimiento estudiantil y docente volvimos a poner en cuestión la forma de gobierno de la UBA. El cuestionamiento empezó en la Facultad de Filosofía y tuvo sus puntos más altos en Sociales y Exactas donde el decano se atrincheró en su despacho y envió patotas para intimidar a los estudiantes que reclamaban. Incluso en Sociales se llegó a impedir temporalmente la elección de decano. Nuestro reclamo es que estas nuevas autoridades no debían asumir sin antes abrir un proceso de reforma de los estatutos.
En ese clima fuimos acercándonos a la fecha señalada para la elección de rector. Y se fueron perfilando los candidatos. El kirchnerismo de Carta Abierta y 6, 7, 8; tras un discurso que se refería en abstracto a la necesidad de democratizar la Universidad presentó la candidatura “testimonial” del ex decano de Sociales Federico Schuster que en última instancia terminó legitimando la farsa de la “Asamblea” Universitaria. El candidato con apoyo de las camarillas de profesores radicales, del PS de Binner, del PRO y también sectores kirchneristas fue Alberto Barbieri. Hombre ligado al ministro De Vido y durante sus gestiones como vicerrector y decano de Ciencias Económicas un fiel exponente del modelo de hacer de la educación pública un negocio privado. Algunos ejemplos son los cursos y posgrados pagos como el caso del CUI (Centro Universitario de Idiomas), con sucursales de bancos y agencias de viajes en la facultad, etc. Finalmente este sería el elegido.
Del otro lado de las vallas un bloque de organizaciones políticas y estudiantiles exigíamos que nos dejaran entrar a una asamblea que debía ser pública pero a la que solo dejaban pasar a los asambleístas que entraban escondidos y por la puerta de atrás. La represión policial con palos, gases lacrimógenos y balas de goma fue la respuesta del gobierno K y el rectorado a nuestro reclamo.

Un resultado anunciado: un debate con la UJS -Partido Obrero

Algo que fue quedando claro en el transcurso de esta lucha fue que ya desde el Congreso Ordinario de la Federación Universitaria a principios de año, la conducción de la FUBA no estuvo a la altura de las circunstancias de la pelea que el movimiento estudiantil tenía que dar. Ya en ese momento no estuvo planteada con fuerza esta problemática frente a los desafíos del año. Como venimos diciendo desde el MST, los debates entre las dos corrientes mayoritarias de la conducción (La Mella y PO) y su intento de saldarlos sin recurrir a la participación masiva de los estudiantes llevó a la máxima herramienta de organización estudiantil en un estado de semi parálisis.
A medida que se acercaba la elección de rector el Partido Obrero se negó a respetar los mandatos de asambleas que se contraponían a su posición, estirando los debates o poniendo el eje en aspectos secundarios para dividir a las diversas corrientes y expresiones que hacemos vida en el movimiento estudiantil. En lugar de buscar la más amplia unidad para la lucha, afirmó “nosotros ganamos las elecciones”. Tanto que desconoció las resoluciones de la Asamblea Interfacultades y decidió participar de la Asamblea… para exigirle que se disuelva y convoque a una nueva “verdaderamente democrática” para reformar el estatuto. Un verdadero absurdo, pero sobre todo una práctica profundamente burocrática. El argumento fue que toda otra acción era aislarse del conjunto de los estudiantes, a los que, en su rol de conducción de varios centros y la FUBA; no hizo nada para convocar y por el contrario vació todas las acciones de difusión que se intentaron.
Es por eso que sostenemos que es necesario avanzar en construir un movimiento estudiantil distinto, masivo, democrático, que respete la diversidad y sea unitario. Para que ante los próximos retos podamos salir victoriosos. Es una responsabilidad que nos toca, en primer lugar multiplicando la Juventud Socialista en todas las facultades y CBC. Pero también convirtiendo la unidad lograda hasta ahora con varias agrupaciones para este conflicto en una unidad política para avanzar en ese sentido.
Porque la pelea por democratizar la Universidad no termina, ni es algo que volverá a aparecer en 4 años cuando se elija nuevamente rector. Porque es necesaria para poner la universidad al servicio de las transformaciones sociales que hacen falta en Argentina.

Iván Amado

Desde atrás de la valla