Llegamos al Congreso de Mar del Plata con diferentes debates a desarrollar. Por un lado y, lógicamente, qué hacer frente al paro del 10 de abril. Como planteamos en otro artículo de este periódico, frente al llamado tardío de las CGTs y su idea de no movilizar ese día, nuestra central, en el marco correcto de la unidad de acción, tiene que ayudar a transformar el paro en activo. La CTA puede jugar un rol importante abriendo un canal de movilización para miles de trabajadores coordinando acciones con todo el sindicalismo popular y de izquierda. Esa es la propuesta de nuestra corriente sindical.
A la vez, este Congreso pudo haber sido una oportunidad para que participen de él miles de activistas de diversas corrientes de izquierda. Lamentablemente, muchas de estas deciden por sectarismo no venir a dar el debate. Y tampoco hubo una política audaz desde la propia central para que así sucediera. Aún así, serán más de mil los delegados y luchadores populares y de izquierda de todo el país que sí que participemos del Congreso; entre todos debemos debatir más allá del paro del 10/4. Tenemos que ratificar un programa profundo de transformaciones, opuesto al de las viejas centrales y al de los partidos del régimen. En ese sentido partimos de las resoluciones del congreso anterior y de los correctos 33 puntos que construimos con la Multisectorial. Y junto a esta tarea de consolidar un programa, al menos creemos que en el Congreso y de cara a las elecciones hay que profundizar tres debates claves.
El primer debate hace a la estrategia de construcción, sobre cómo avanzar hacia una central más grande y fortalecida. Creemos que por un lado, se hace necesario profundizar el trabajo sobre nuestros propios gremios. Haciendo que de conjunto estén en primera fila contra el ajuste, extendiendo el trabajo sobre las bases y a la vez abriendo debates sobre su democratización. Ya que no todos tienen en sus estatutos y funcionamiento cotidiano una genuina democracia sindical. Hace falta sistematizar las asambleas y consultas a la base, plenarios de delegados periódicos y sistemas electorales con proporcionalidad y representación de todas las corrientes de opinión. Asimismo con los estatutos de la propia central.
Junto a esto, el segundo e importante debate es sobre la coordinación de nuestra central con otros sectores en lucha. Más que nunca, frente al ajuste y al rol de la burocracia de las viejas CGTs, hace falta asumir como propias luchas de otros sectores combativos, abrir canales de coordinación y trabajo común. Solo así, podemos ir postulando a la CTA como un polo alternativo. El ejemplo de la marcha y paro del 12 de marzo es bueno en ese sentido y tenemos que profundizarlo en todo el período que viene. Sin menospreciar lo que somos y todo lo positivo de nuestra CTA, y a la vez sin ignorar a otros actores sociales ni al hecho de ser todavía, una central minoritaria que necesita interactuar solidariamente con otras luchas y procesos.
En las elecciones, profundizar la pluralidad y una real integración
El tercer debate esencial es sobre como salimos de las próximas elecciones. Nosotros partimos de haber propuesto que sobre la base de la Lista 1 que derrotó al kirch-nerismo en 2010 y a la cual reivindicamos aún con aciertos y errores; la misma se ampliara a otros sectores de izquierda con quienes compartimos la calle y los reclamos. Lamentablemente, sectores como el PO y otros grupos se niegan a ser parte de una lista común. Critican con descalificaciones, pero no pueden explicar por qué podemos ir juntos a la Plaza de Mayo en base a un programa, pero luego no repetir esa necesaria unidad en una lista común en la CTA. Toda una incoherencia sectaria que no ayuda a la lucha contra el ajuste.
Queda entonces de nuevo, en manos de quienes conformamos la Lista 1 y la actual conducción, la responsabilidad de lograr la mejor lista posible que le dé más fuerza a la central para la etapa que viene. En ese sentido estando a pocos días del plazo de presentación, así como hay notables avances en muchos lugares, hay un retraso evidente en provincias claves y en la lista nacional. La corriente Germán Abdala, mayoritaria en la central, tiene la responsabilidad de agilizar los debates para garantizar que de las elecciones surja la dirección más fuerte posible. Y eso solo se logra con una integración real y equitativa de todas las corrientes y expresiones. Todos tienen que tener su ubicación, para construir una dirección más representativa, más plural y sin pensamiento único. Nuestra corriente sindical, con presencia en la mayoría de gremios de la central y dirigentes sindicales y sociales a lo largo de todo el país, pone su fuerza y responsabilidad para estas tareas. Sobre la base de que se avance con claridad hacia este norte de pluralidad y protagonismo colectivo. Aprovechemos los días que faltan para garantizar su concreción.
Corriente Sindical del MST