Los telefónicos fuimos a la asamblea general el viernes 13 para rechazar el pre-acuerdo salarial que la burocracia acordó con las telefónicas. Por considerarlo insuficiente ya que no cubre lo que perdimos con la devaluación del gobierno de inicio de año. La suma es un 30% en 2 cuotas, un 18,5% en julio y un 11,5% en enero 2015 con paz social por un año. Y recién en enero pasaría plata al básico que hoy es muy bajo. Un trabajador cuadro 4 con 35 años de antigüedad cobra 6.800 pesos.
La bronca estalló porque se quiere que todo sea en una sola cuota y ya se veía los días previos a la asamblea, en recorridas y charlas por los edificios, inclusive los que apoyan a la conducción rechazan la propuesta. Y la burocracia con este panorama boicoteó la asamblea que se realizó en Ezeiza y no envió micros a las oficinas. Igual la gente se movilizó en autos y micros pagados por los compañeros. En la votación el Secr. General hace votar por la afirmativa y luego por la negativa a mano alzada y sin contar. Cuando se rechaza la propuesta los compañeros levantan cartelitos que decían NO y por primera vez en años es mayoría el rechazo. Pero en forma burocrática la mesa da ganadora la aprobación, desconociendo la mayoría que votó NO. Entre silbidos, puteadas y al grito de «se va acabar la burocracia sindical» seguimos sesionando sin la conducción y votamos presentar en el Min. de Trabajo un impugnación a la votación y una movilización en las puertas del edificio Republica para el martes 17.
Fue un logro de la unidad de toda la oposición que nos juntamos para trabajar que la asamblea sea mayoritaria y poner todos los medios posibles para el traslado a Ezeiza. La impugnación la presentamos en el ministerio, adonde se movilizaron más de 300 compañeros y en el sindicato que ese día cerró la puerta y tuvimos que mandar carta documento. En una reunión de la lista granate blanca donde balanceamos lo actuado se consensuó seguir lo del ministerio y convocar una asamblea amplia de los telefónicos que estamos por el no y queremos la democracia sindical para el miércoles que viene, con lugar a asignar.
Los telefónicos están rompiendo con la dirección gremial que negocia acuerdos salariales que favorecen a las telefónicas en desmedro de nuestros bolsillos como todos los años, pero esta vez se plantaron y dijeron basta. Porque en el gremio prima la burocracia y los delegados votan en los plenarios sin consultar a las bases. Y la asamblea general se convirtió en «un estamento burocrático, cuando gana la conducción gana y cuando pierde también gana».
Se abre la oportunidad como hace mucho no se daba de construir una gran oposición que enfrente a la burocracia que lleva ya más de 15 años en sus sillones y empezar a disputar la dirección no en los votos, sino en la lucha de clases.
José Eduardo Montenegro (Delegado del Edificio Piedras)