Como desde hace ya casi dos años, un grupo de músicos encabezados por Alejandro Britos, de Jamaicaderos, impulsa una sostenida resistencia a la criminalización de la actividad artística en la vía pública por parte de Mauricio Macri. Esa primera etapa de resistencia un poco aislada fue abriendo paso al impulso de un verdadero movimiento cultural en defensa del arte en las calles. En esto, la perseverancia de militantes de la cultura popular como Alejandro fue clave para incentivar la reacción de decenas de artistas que hoy son parte de un Frente que se planta ante la mercantilización del PRO.
Dos concepciones, dos derechos
El gobierno macrista defiende un modelo: la mercantilización de todo. La educación, subsidiando lo privado y desfinanciando lo público. Lo mismo en materia de salud. O en espacio público, cediendo a la especulación inmobiliaria franjas enteras de la ciudad. Y defiende la misma orientación para la cultura y el arte, persiguiendo y criminalizando la actividad cultural libre, por fuera de los circuitos comerciales. Así cercena dos derechos: el de los artistas como trabajadores libres, y el de la mayoría social de acceder libremente a la producción cultural.
Nosotr@s defendemos otra perspectiva: presencia estatal sí, pero para garantizar apoyo presupuestario para la producción artística. Sin injerencia ni tutela ideológica. Por eso impulsamos el proyecto de ley presentado en la Legislatura para el fomento de la música en las calles. Con Alejandro Bodart desde su banca, con el Colectivo de Arte y Cultura del MST-Nueva Izquierda, en cada esquina, en cada festival, en cada movilización.
Colectivo de Arte y Cultura, CABA