Reproducimos el comunicado de nuestros compañeros de La Comuna en repudio al atentado contra Charlie Hebdo, titulado «¿A quién beneficia el crimen?» La Comuna rechazó la marcha de «unidad nacional» del 11 de enero y, como la expresa la tapa de su último periódico, propone la ruptura con la Unión Europea, sus instituciones y sus directivas.
Condenamos con la más extrema firmeza el ataque contra la sede de Charlie Hebdo y los bárbaros asesinatos perpetrados contra sus periodistas y otros trabajadores. Nada, ninguna ideología, podría justificar esta violencia ciega y oscurantista contra la libertad de expresión y las libertades democráticas en general. Nuestros pensamientos van hacia las familias y allegados de los dibujantes, redactores y demás trabajadores asesinados a sangre fría.
Compartimos el repudio y la indignación que tales actos inspiran a millones de trabajadores, desocupados, hombres y mujeres amantes de la libertad y comprometidos en la defensa de los derechos democráticos y sociales. ¡Por eso nos negamos a ubicarnos, como se nos intenta forzar, en la «unión sagrada» y la «unidad nacional» detrás de Hollande y su gobierno, sin límites a la derecha ya que hasta Marine Le Pen1 fue invitada a ir al Palacio de Gobierno!
Los mismos, al menos sus predecesores de derecha, que en su momento habían perseguido y condenado a Charlie Hebdo -y a su antecesora Hara Kiri- por su tapa sobre De Gaulle, hoy lloran lágrimas de cocodrilo sobre la libertad de expresión. Y este gobierno y este presidente, como el anterior, impulsan desde hace años una política antiobrera, antiinmigran-tes, antigitanos y musulmanes, y multiplican las leyes en ese sentido.
Es entonces su política, en continuidad desde Sarkozy a Hollande, la responsable de esta atmósfera nauseabunda que le permite a Marine Le Pen atreverse a afirmar «hace falta que la palabra se libere», su forma de incitar a persecuciones violentas antimusul-manas.
François Fillon2 incluso declama: «el primer acto de la unidad nacional es sostener al gobierno, al ministro del Interior y al presidente» y Sarkozy está a punto de convocar a la gran alianza de «unidad nacional» del domingo próximo.
Sin nosotros. Este gobierno utiliza estos crímenes bárbaros para forzarnos a ponernos detrás de él. No necesitamos ninguna «unidad nacional» para rechazar a los monstruos oscurantistas que asesinan. Muy por el contrario, es luchando por fortalecer todas las libertades democráticas y sociales, y exigiendo que cese la persecución a los inmigrantes, gitanos y musulmanes, que cortaremos el pasto bajo los pies de los bárbaros, dondequiera que estén.
No marcharemos con este gobierno que atenta contra la democracia y contra las libertades individuales de credo religioso de millones de musulmanes, en las escuelas, los lugares públicos y la prensa.
Frente a este régimen y este gobierno seguiremos defendiendo los derechos y libertades democráticas elementales, de manera indivisible y con total independencia.
París, 8 de enero de 2015