La ONG Defendamos Buenos Aires denunció que con el aumento de la cantidad de cuidacoches en el barrio de Belgrano se produjo una serie de hechos delictivos y agresiones a vecinos que terminaron incluso con una mujer herida de arma blanca en un intento de robo. El macrismo aprovechó para lanzar su propuesta de criminalizar a quienes desarrollan esta actividad. Ante el debate, el diputado Bodart -autor de un proyecto de regularización- afirmó: “Delito y trapitos no son sinónimos. Hay que separar la paja del trigo entre el que cuida coches por necesidad y las mafias que los utilizan. La ‘ley seca’ ya demostró que la prohibición siempre favorece a las mafias. Para combatirlas propongo reglamentar a los cuidacoches, con un registro público, permisos revocables y control, zonas rotativas y pago voluntario.”
“Macri quiere prohibir a los trapitos por demagogia electoral, pero privatiza el espacio público al meter parquímetros en media ciudad. Además estas mafias son barras bravas protegidos por la dirigencia deportiva y política. El prohibicionismo podrá sumar algún voto, pero no resuelve ninguno de los problemas” agregó Bodart.
I. A.