Capitalismo urbano: Más verde y menos cemento en la Ciudad

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La consolidación del modelo capitalista en Argentina en lo que va del siglo XXI, con sus rasgos particulares de saqueo y depredación ambiental tiene su expresión urbana también. No se trata solamente de la megaminería en la cordillera, el fracking en la Patagonia o la ecuación transgénicos/glifosato con Monsanto en el campo. En ciudades como Buenos Aires ese modelo se expresa en torno a la mercantilización de la tierra y la cementación indiscriminada bajo el patrón de la especulación inmobiliaria. En este artículo explicamos ese fenómeno y desarrollamos propuestas para un modelo urbano alternativo.

Generalmente el «boom inmobiliario» se presenta como resultado de una política pública exitosa que atrae inversiones, genera puestos de trabajo y moviliza la economía en general. En el mismo sentido, los gobiernos prometen que esa dinámica va a posibilitar oferta habitacional para los problemas de vivienda de la población. En general, detrás de esos cantos de sirena interesados, se encubren enormes negocios de corporaciones asociadas al poder político de turno.
Claro que es clave la construcción de infraestructura habitacional. Obviamente genera puestos de trabajo. El problema es bajo qué orientación social se construye, qué actor político conduce el proceso y en el marco de qué planificación integral del espacio urbano se lleva adelante. Veamos las características del «boom del ladrillo» en la última década porteña.

¿Récord de construcción y salto en la crisis habitacional?

En la capital del país coexisten dos fenómenos en apariencia contradictorios, pero que en realidad integran el mismo problema:
• En los últimos 10 años se construyeron más de 20 millones de m². Seis barrios de la Ciudad (Palermo, Caballito, Villa Urquiza, Belgrano, Puerto Madero y Almagro) ubicados todos en su norte y centro, sumaron el 44% de todas las viviendas construidas. Al contrario, los 10 barrios del Sur de la Ciudad solamente alcanzaron el 10% de la superficie construida.
• Sin embargo, la población en villas miseria creció un 50 % y el precio de los alquileres trepó a niveles increíbles.
¿Cómo explicar entonces que habiéndose construido tanto, haya pegado un salto el déficit habitacional para casi 500 mil personas? Es muy simple: el centro de lo construido fueron torres de lujo, shoppings y locales comerciales.
En la Ciudad existe casi un 30 % de viviendas ociosas, es decir, destinadas a la mera especulación como reserva de valor. Eso tensiona los precios de los alquileres, reduce la oferta y dispara hacia arriba el valor de los terrenos.
El Estado de la CABA en lugar de intervenir para corregir esa asimetría a favor del derecho social a la vivienda para todos, gestiona políticamente los intereses comerciales de corporaciones como IRSA que no para de recibir concesiones de tierras públicas para cementar de forma anárquica. Por eso, es clave declarar la Emergencia Habitacional en la Ciudad, estipulando impuestos a la vivienda ociosa y alquiler social con garantía estatal y precios regulados avanzando además en la urbanización de todas las villas.

Consecuencias socioambientales de la cementación

Esta orientación urbana de construir con la única lógica de la rentabilidad rápida del capital invertido, implica un avance anárquico sobre pautas de estabilidad socioambiental violentadas:
• El cemento aluvional reduce la capacidad de desagote de agua frente al nuevo patrón climático de las lluvias de abundancia en cortos lapsos. Así tenemos como resultante inundaciones con consecuencias humanas y materiales desastrosas.
• Se reducen los espacios verdes que oxigenan las concentraciones urbanas como Buenos Aires. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 12 m² de espacios verdes por habitante en ciudades como la CABA. Hoy en la Ciudad hay menos de 2 m² por habitante.
Por lo tanto, es fundamental, repensar la ciudad, incorporar como derecho social una Ciudad con Más Verde y Menos Cemento. En el debate electoral de CABA este eje es parte de la agenda que nos proponemos incorporar.

Plan Verde Urbano y Ecosocialistas a la Legislatura

El 26 de abril se vota. El PRO va a ganar –lamentablemente- y entonces lo central es ¿qué diputados poner en la Legislatura de la Ciudad? El macrismo es negocio y contaminación. Los diputados kirchneristas le votaron todo porque defienden esas corporaciones. Nosotr@s con el actual diputado Alejandro Bodart y la Red Ecosocialista en todo el país, defendemos otro modelo alternativo: sin transgénicos ni agronegocios, sin fracking, sin megamineras porque el agua vale más que el oro y para la CABA tenemos propuestas:
• Parar la especulación inmobiliaria con la cementación indiscriminada.
• Recuperar costas de los ríos que rodean la Ciudad. Más corredores, reservas y lagos. Quintuplicar los m² de espacios verdes urbanos.
• Cumplimiento del reciclado y las leyes de Basura Cero, con servicio estatal y no negocio de empresas privadas.
• Prioridad al subte como transporte público. Mejorar las flotas de colectivos para reducir la contaminación, incorporando tecnología con energía eléctrica.
• Paren de demoler. Defensa de la identidad de los barrios frente a la construcción indiscriminada.
• La Reserva Ecológica no se toca. Educación ambiental en las escuelas.
Para bancar estas propuestas y fortalecerlas contra la lógica capitalista del macrismo, necesitamos más diputados como Bodart para fortalecer un bloque independiente en la Legislatura.

 Mariano Rosa

 


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