Desorden por arriba y bronca por abajo
La Rioja está viviendo un nuevo momento. Atravesada por dos años de una intensa movilización social, se ha acelerado la ruptura con el partido de gobierno, y esta situación abre nuevas perspectivas para quienes queremos cambios profundos.
Luego de 32 años de PJ, asistiremos a un adelantamiento de las elecciones que responde a la necesidad de evitar el arrastre negativo del voto presidencial y que estalle la crisis política en medio de la campaña.
La imposibilidad de re-reelección de Beder Herrera y las luchas internas para definir quién manejará la caja del Estado, dispara internas feroces. A esto hay que sumarle el aumento de la bronca social por los problemas estructurales no resueltos y la obscena desigualdad social que lleva a La Rioja a tener más casinos de lujo que hospitales de alta complejidad.
La cuestión no es cambiar el collar, sino el perro
Son cada vez más quienes reclaman un cambio real, sin embargo, desde los medios de comunicación se instala la idea de que existen sólo dos opciones a elegir entre los partidos predecibles, que aseguran la continuidad de los negocios con lo público, entrega de las riquezas naturales y ajuste a los trabajadores y al pueblo.
De esta forma, Fuerza Cívica Riojana (UCR-PRO, etc) pretende captar el voto útil que desea un cambio, pero quieren gobernar con las mismas instituciones que el PJ: no proponen reformar la justicia, la policía, el sistema de gobierno, no quieren terminar con los privilegios de la clase política, ni la im-plementación de plebiscitos o el control ciudadano sobre las finanzas del estado ¿será sólo un cambio de estilo?
Un debate en el progresismo y la izquierda
Lamentablemente un sector anti-minería no hace esta lectura y se encamina a la contienda electoral junto al enemigo, en una definición electoral que podría tener el efecto contrario al que se desea.
¿Es posible enfrentar a las megamineras con nuevas bancas para el PRO y el Massismo? ¿La posición antiminera de la UCR se mantendrá firme una vez que gobiernen? Honestamente consideramos que la respuesta es que no. Nosotros mantendremos nuestras puertas abiertas para aquellos que viendo esta situación, decidan contruir algo nuevo.
Por otro lado, se desaprovecha una gran oportunidad en la izquierda: en su afán de conservar un delicado equilibrio de candidaturas al interior del FIT, se rechaza sumar nuevas fuerzas de izquierda y del progresismo para resistir a la polarización que se viene expresando en las elecciones provinciales. Con esta equivocada política se viene perdiendo fuerza electoral en mano de los partidos del ajuste. Esperamos que los compañeros reflexionen y cambien su actitud.
Del periodismo comprometido, a la lucha política
Desde otra mirada, con unidad en la diversidad e independencia de los viejos partidos, viene creciendo la Nueva Izquierda, que suma otras voces a esta propuesta, como el periodista independiente Eduardo Chavarría, quien decidió incorporarse a la batalla electoral como extra partidario.
Eduardo nos decía: «Bueno nosotros veníamos tratando de darle forma a una expresión política con el nombre de ‘Llegamos’, la idea es aportar nuevas propuestas y debatir con las nuevas generaciones de jóvenes un proyecto de provincia diferente y también porque consideramos que junto a la Nueva izquierda estábamos solos en el llamado a la unidad de la izquierda.
Todo cambió a partir de la llegada de Scioli a La Rioja, allí se sincera la metamorfosis del feudo que nos gobierna desde hace 32 años y desde este espacio consideramos que es el momento de pasar a discutir en ese nivel que plantean las asambleas artífices del Fama-tinazo, los jóvenes que dieron un golpe de timón en la Toma de la UNLaR y particularmente los miles de trabajadores que a lo largo de la provincia están mostrando el hartazgo y la necesidad de cambio.»
Hace falta una nueva izquierda
Somos una naciente fuerza política provincial que pretende expresar lo mejor de las recientes experiencias de movilización y participación social: no hacemos política para los sectores populares o la juventud, sino que somos jóvenes, mujeres y trabajadores que nos animamos a la política para cambiar lo que haya que cambiar.
Estamos convencidos que sólo la gente común, sin compromisos con los grupos económicos e independiente de los partidos que ya gobernaron, puede llevar adelante una transformación profunda en lo social y una renovación política desde la izquierda que democratice la democracia y los presupuestos, que ponga la justicia y la policía bajo control de los vecinos, que frene la violencia machista, priorice lo público y termine con los privilegios de los políticos, los empresarios y sindicalistas.
En las elecciones estas propuestas tienen nombre: son Eduardo Chavarría, Leonel Acosta, Domingo Vedia y Majo González, entre otros ¡Vení a sumar tus ideas y acompañanos en este desafío!
Leonel Acosta