La fábrica sin patrones atraviesa una dura situación 

La cerámica Zanón es un ejemplo de lucha de los trabajadores, en los peores momentos de la crisis del país, cuando los héroes del relato actual practicaban el más crudo neoliberalismo, fueron los obreros los que la salvaron de la ruina y la pusieron a producir. Hoy, 14 años después, mientras los gobernantes siguen mirando para otro lado, los compañeros siguen luchando por sostener sus fuentes de trabajo.

Dos caras del mismo modelo

La provincia de Neuquén sufre una profunda crisis habitacional, desde el 2010 hasta principios del 2014 se produjeron casi 80 mil radicaciones. Teniendo en cuenta que el último padrón estuvo alrededor de los 550 electores es fácil notar el aumento exponencial de la población. Faltan aproximadamente 60 mil viviendas.
Mientras esto sucede, el gobierno provincial y el nacional le niegan a Zanón los créditos que necesita para renovar maquinaria y poder ampliar su producción.
No es extraño que esto suceda, ya que desde el primer momento los gobiernos, los empresarios y muchos medios pusieron el grito en el cielo ante la osadía de estos trabajadores que no se dejaron ganar por la idea del no se puede y derribaron todas las barreras para sostener sus fuentes de trabajo y las de otros compañeros.
Como lo expresó nuestro compañero Martin Carcione en el acto del 1º de Mayo, frente a los históricos portones de Zanón, desde el MST reafirmamos nuestro compromiso con su lucha y nos proponemos pelear codo a codo con los ceramistas para que consigan los créditos necesarios y pueda seguir avanzando la experiencia del control obrero.

Lucia Nahuel