El 14/6, el barrio madrileño de Aluche se llenó de emoción, de memoria y de compromiso de justicia. Ese día se cumplió una resolución por unanimidad de la Junta Municipal de La Latina, otorgando el nombre de Yolanda González a un parque-jardín ubicado muy cerca de donde Yolanda vivía en sus días de dirigente estudiantil y militante revolucionaria del PST en el Estado Español.
Yolanda nació en una familia obrera de Bilbao, país Vasco, en 1961. A los 16 años empezó a militar en esa España post-franquista donde la juventud era protagonista de marchas, “encierros” estudiantiles y apoyos a las luchas de los trabajadores contra el ajuste que la reciente monarquía quería imponer a los trabajadores.
En 1978 se fue a Madrid y empezó a militar en la corriente internacional de Nahuel Moreno que al año siguiente fundaría el Partido Socialista de los Trabajadores. En diciembre de 1979 la conocí y compartimos su fuerza y su alegría en la heroica lucha de los estudiantes que llenaba plazas y avenidas de Madrid.
El 2 de febrero de 1980, nuestra querida compañera Yolanda apareció acribillada en un zanjón, al mejor estilo de la Triple A. El “Batallón Vasco Español”, una organización terrorista vasca de ultra derecha se adjudicó su asesinato. El post-franquismo seguía enquistado en el aparato de estado. Y Yolanda y el PST fueron una de sus víctimas.
Una impresionante huelga estudiantil paralizó las clases y varios miles de manifestantes inundaron las calles de Madrid y de Bilbao, reclamando por la investigación y castigo a los culpables. En cinco días cayeron los asesinos materiales, integrantes a sueldo de las fuerzas de seguridad de Fuerza Nueva, un partido de la derecha fascista.
Con enorme valentía los militantes del PST realizamos una campaña nacional por su enjuiciamiento y castigo, así como el de su autor intelectual, Blas Piñar, secretario general de Fuerza Nueva. El día del juicio hicimos guardia en las puertas del juzgado para que ningún grupo fascista pudiera impedirlo. Y se logró que Emilio Hellín, responsable material del crimen, fuera condenado a 43 años de prisión más otros tantos para sus cómplices. Fuerza Nueva fue proscripta para siempre.
Pero Hellín escapó dos veces de la cárcel. Logró cambiar de identidad en los propios registros del Estado, y solo cumplió 14 años efectivos de prisión. Una investigación periodística en el 2013 reveló que tenía una agencia de inteligencia que daba cursos a los guardias civiles y policías, y que eran pagados por el Ministerio del Interior de España. Y que actuaba como perito científico en la Audiencia Nacional.
Hoy en toda España soplan vientos de cambios. Los triunfos de Manuela Carmena en Madrid y de Ada Colau en Barcelona se edificaron sobre la crisis del viejo bipartidismo heredado del franquismo y la transición pactada entre el PP, el PSOE y el PCE. En esos cambios que se seguirán desarrollando, vive la memoria de Yolanda González y de su lucha. Y la de todos los que fuimos sus compañeros, y de los cientos de miles que siguen la lucha por un Estado Español republicano y socialista. Ese será el mejor de los homenajes a nuestra querida Yolanda!
Carlos Maradona