La agenda mediática dominante tiene como centro el proceso electoral nacional. Hay cambio de gobierno este año y la atención está enfocada ahí. El marketing vacío que define las principales candidaturas del régimen y la orientación determinada por consultores de imagen excluyen todo debate sobre el rumbo estratégico del país. Nada es inocente. Esa es una operación de encubrimiento de los acuerdos de fondo que tienen todos: Scioli, Macri y Massa. El sentido entonces de este Encuentro que estamos convocando para los días 11 y 12 de julio es poner en debate lo que la política tradicional y la prensa hegemónica silencia: el modelo productivo y sus derivas en el país.
Todo el dispositivo mediático-político-ideológico-académico instaló que “naturalmente” el rumbo para el desarrollo nacional es el de exportador de comoditties para el desarrollo capitalista mundial. Las “ventajas comparativas” de Argentina superdotada de “recursos naturales” para “colocar” en el mercado internacional es la perspectiva que, con matices, defienden todos los candidatos y partidos tradicionales. Un modelo de país transformado en complejo agro-minero, petrodependiente y cementador del espacio público en las ciudades. El circuito se completaría –en este paradigma- con una relación de pagador “serio” de deuda externa tomada del capital buitre –que es todo, no solo los holdauts-, y así Argentina se integraría como eslabón virtuoso al desarrollo del siglo XXI. Esta simplificación deliberada, sin embargo, traza el esquema del modelo semicolonial asumido como rumbo inexorable de nuestro país.
No se presentan a elecciones, pero gobiernan
Todos los resortes fundamentales de la economía nacional están secuestrados por corporaciones de escala transnacional:
La frontera sojera-transgénica sigue avanzando y Monsanto junto a un puñado de cerealeras controla la producción. Si además se avanza con la nueva Ley de Semillas la privatización de la producción alimentaria se completaría
En el plano energético, el rol de YPF es de testaferro de las multinacionales del sector en el mercado hidrocarburífero del país. Su participación no llega al 35 % y su condición de S.A. habilita contratos leoninos como con Chevron
El complejo megaminero está completamente controlado por corporaciones tales como Barrick Gold o Bajo la Alumbrera. En todos los casos por el volumen de capital inicial invertido, dominan transnacionales
El sistema financiero está hegemonizado por bancos extranjeros como el HBSC y otros
Vale decir: la producción alimentaria, la energía, el crédito y de conjunto toda la capacidad económica del país está organizada al servicio de garantizar la rentabilidad extraordinaria de grandes empresas de escala planetaria. Son ellas las que gobiernan a través de Scioli, Macri o Massa. Por eso, en todo caso, que gane uno u otro es apenas un cambio de cobertura para la misma política. Estas verdades categóricas, son inconfesables para el marketing político en campaña electoral.
Argentina libre de extractivismo
Nosotros y nosotras queremos discutir otra agenda. Porque la orientación de Argentina transformada en “caja de recursos naturales” no es ningún destino inevitable, es una opción política. No es inexorable la producción transgénica y con agrotóxicos de comida. Hay un modelo alternativo, con agricultura de proximidad, con agricultores y organizada en función de las necesidades nutricionales de la mayoría de la población. No está justificada por ninguna necesidad social la megaminería. Por eso hay que prohibirla y en todo caso practicar minería de escala tradicional, previa consulta vinculante a las poblaciones que pudieran verse afectadas por estos emprendimientos. La petrodependencia es superable. Hay variantes energéticas renovables y limpias: la eólica, la mareomotriz, la solar. Obviamente, tampoco son indispensables ni el endeudamiento externo, ni la privatización del sistema financiero o la cementación especulativa del espacio público. Son decisiones del poder político. Nuestra visión es que resulta indispensable contribuir desde el campo socioambiental a la acumulación política de un proyecto alternativo al capitalismo extractivista de despojo y decadencia contaminante. Al servicio de esa estrategia desde la Red Ecosocialista estamos convocando a este nuevo encuentro en CABA.
Mariano Rosa, coordinador de la Red Ecosocialista
