EFueron 42 días de lucha. Fueron largos, duros, intensos. Hubo mucha unidad, mucha fuerza, mucho aguante, mucha solidaridad y apoyo. Pero también hubo mucho apriete, hubo una represión salvaje en Panamericana, hubo unos pocos carneros y una justicia y un gobierno que jugaron para que DOTA pudiera derrotar a los trabajadores.
La patronal monopólica de DOTA despidió a Benítez para generar un conflicto. Los trabajadores respondieron con la medida que hicieron popular desde la 60: no cobrar boleto. Con esa medida ganaron a toda la población. La empresa respondió con medio centenar de despidos, buscando golpear y debilitar al cuerpo de delegados al que le restringen permanentemente la actividad gremial. Y con la complicidad de la jueza Servini de Cubría impidió circular las unidades. Y el Ministerio que tardó casi un mes en reunirse con los delegados y apretar a la patronal.
Mientras tanto se desarrolló una lucha heroica. Heroicos fueron los 22 compañeros que se mantuvieron firmes en Constitución y todos los que afuera hacían el aguante. Heroicos los trabajadores de Rincón y de Maschwitz que permanecieron en sus cabeceras y se movilizaron cada vez que era necesario. Que soportaron de pie la brutal represión de Gendarmería, que tuvieron compañeros golpeados y heridos, pero que nunca aflojaron. Heroicas fueron las mujeres y las familias de los trabajadores, que no solo bancaron los hogares y los chicos, sino que se organizaron y se movilizaron. La solidaridad y el apoyo de los trabajadores, de las internas y sindicatos combativos y de las organizaciones que nos jugamos por esta lucha, también fue importante.
DOTA tuvo que aflojar, se ganó una importante batalla pero la lucha sigue
En estos días los trabajadores hicieron grandes marchas, festivales, cortes de ruta, fondo de huelga, etc. Todo decidido en asambleas generales donde se escuchaban y debatían todas las voces. Con esa lucha que tuvo difusión nacional, lograron quebrar el intento de la patronal de despedir compañeros. Quebraron las resoluciones judiciales que bloqueaban las cabeceras. Rompieron el cerco de la prensa y el intento de aislarlos. Fue clave avanzar en la fuerza y contundencia de las medidas. Fue clave la unidad y la democracia para decidir cómo seguir.
Se logró reincorporar a Benítez y a todos los compañeros despedidos. Se logró arrancarle a DOTA el pago del 80% de los días caídos, una cuota ya se cobró y falta la otra. El reconocimiento del cuerpo de delegados, el compromiso de que les paguen una parte de lo que les deben y que se respete la licencia gremial. Pero se sigue peleando porque DOTA va a tratar de resistirse. Se logró también potenciar el surgimiento de una alternativa a la conducción de la UTA. Fortalecer a la 60 es fortalecer un polo para los trabajadores del transporte, que enfrentan patronales poderosas y que tienen como aliados al gobierno y a la justicia.
Los trabajadores ganaron una batalla larga, dura e importante. Todos saben que esta batalla no fue la última. Que esta lucha sigue. Pero la patronal y el gobierno saben ahora que como dice la canción, “con MONSA no se jode”. Y que si la patronal quiere irse o volver a hacer un lock out, los trabajadores ya dijeron una vez y volverán a decir: estatizar la 60 con control de trabajadores y usuarios. Como quedamos afónicos de tanto cantarla: …”no nos vas a echar a ningún compañero, no te vamos a cobrar ningún boleto, porque la 60 siempre pone huevos, vamos a estatizarla, los compañeros; y el bondi gratis para los obreros”.
Voces de una lucha heroica
José Medina: Ganamos una gran batalla. Dimos una pelea que en años no recuerdo en el transporte se le haya dado no a una sola empresa sino a un monopolio. Los trabajadores le tocamos el culo a la empresa, a UTA, la CNRT, a la justicia cómplice y al gobierno y al partido del oficialismo que nunca en 42 días hizo nada por nosotros y si vino alguna vez fue para espiarnos. En cambio, los partidos de los trabajadores nos bancaron, nos ayudaron, le pusieron el cuerpo, pusieron plata, pusieron mercadería, estuvieron acompañándonos noches y noches de frio, de lluvia y que siempre se ponen a disposición. A ellos les agradezco pero infinitamente.
“Boni” Espinoza: El resultado de esta parte de la lucha es favorable, porque nadie quedó afuera. Todo lo que pedíamos era que no se despida a compañeros y lo conseguimos. Además logramos que paguen en buena parte los sueldos caídos y se aprovechó esta experiencia, conocimos gente y conocimos su apoyo. Somos más que los que nos vemos siempre. La sensación es que la lucha sirvió, que la empresa no logró despedir y eso es muy favorable. Ahora estamos trabajando todos, contentos y agradecidos a todos los que nos apoyaron.
Gastón Maddelo: Como resultado de esta pelea, nos encontramos más unidos que en luchas anteriores para defender lo que creemos que es justo. De la conciliación esperamos que cumplan todo, que la hagan cumplir al gremio y al Ministerio de Trabajo, y que salga algo positivo ya que nosotros pusimos nuestra mejor voluntad. No nos vamos a quedar en esta pelea, ya que con estos empresarios monopólicos, la lucha continúa.
Víctor Verón: El balance es bueno. El principio de la pelea fue la medida del no cobro de boleto por 20 puntos, viejos reclamos. Con los despidos DOTA pateó el tablero. Ganamos en dar 40 días de lucha. Quisieron doblegarnos, no lo lograron, ganamos la mesa de diálogo y que no se despida a nadie, la ganancia es la mesa de diálogo y el reconocimiento del cuerpo de delegados. Ganamos poco y ganamos muchísimo en reconocimiento de la gente
Martín Schermer: Fue un conflicto largo y difícil, hubo altibajos, pero lo importante fue que todo MONSA salió a la lucha y no dejamos avanzar a DOTA con la 245. Esto no termina acá, la empresa va a seguir intentando avasallar nuestras conquistas. Pero está bien claro que con MONSA no se jode!
Carlos Maradona