Malvinas Argentinas (Córdoba), capital nacional de la dignidad frente al agronegocio. En este enclave de la resistencia ante una de las corporaciones más poderosas del mundo, el pasado fin de semana se desarrolló un nuevo encuentro de festejo y lucha, participamos junto a la Asamblea “Malvinas Lucha por la Vida”, Sofía Gatica y las Madres de Ituzaingó, FESPROSA-CICOP, la Red Ecosocialista y el colectivo “Andrés Carrasco” .
Lo imposible se transformó en realidad. Un pueblo movilizado del Gran Córdoba paralizó a Monsanto. Los vecinos de Malvinas, Sofía Gatica, Andrés Carrasco con su ejemplo de intelectual comprometido, el MST de esa provincia con su juventud como vanguardia y la Red Ecosocialista multiplicando la solidaridad con esta pelea en toda la Argentina –entre otras organizaciones, sumaron en distinto grado para que esta historia fuera posible. Esta conquista de paralizar la construcción de la planta del emblema del agronegocio a escala mundial plantea una relación de fuerzas todavía favorable al pueblo cordobés en esta dura pulseada de consecuencias nacionales. Por eso, valía la pena estar en este 3º Festival Latinoamericano y una nueva primavera sin Monsanto.
Una iniciativa motorizada por los trabajadores de la salud: Sí a la Vida. No al Glifosato
En esta etapa histórica capitalismo en Argentina es igual a extractivismo, despojo, contaminación, muerte. Es megaminería, fracking, cementación urbana y agrotóxicos. Es la mercantilización de la naturaleza. La impugnación a este modelo entonces, es una respuesta en defensa propia de la vida frente a la lógica de la rentabilidad, de la maximización de la ganancia privada. En el plano de la salud, el alcance del agronegocio es de una escala tal que hasta la Organización Mundial de la Salud incluyó en su catálogo de sustancias potencialmente cancerígenas el glifosato y el 2,4 D el primero y segundo agroquímicos más usados en Argentina. Estudios recientes de la Universidad de la Plata, demostraron que 8 de cada 10 frutas y verduras que se consumen en los centros urbanos tienen agrotóxicos. Frente a este panorama por impulso de la
FESPROSA-CICOP, ambas organizaciones gremiales de los profesionales de la Salud, convocaron a investigadores, colectivos, organizaciones como la Red Ecosocialista a desplegar una intensa campaña para poner en debate el agronegocio y que se prohíba el envenenamiento legalizado con agrotóxicos. La fuerza de esta iniciativa radica en que por primera vez una organización sindical de base asume la pelea por unir la lucha por los derechos sociales y los ambientales, y asume con autoridad científica el cuestionamiento al modelo productivo global consolidado en Argentina. Seguimos creyendo en los trabajadores como sujeto del cambio social. A Malvinas llevamos estas conclusiones.
Pasar a una etapa superior: de la protesta a la propuesta alternativa
El movimiento socioambiental en Argentina sufre un cerco mediático muy duro. Los negocios en juego son millonarios. Por eso, contamos con la multiplicación militante desde abajo en primer lugar y es una tarea pendiente la unidad nacional del movimiento socioambiental en un proceso único de impugnación al extractivismo capitalista y sus gerentes políticos. Pero no alcanza con “resistir” la ofensiva de las corporaciones y sus virreyes gobernantes. Tenemos que desplegar nuestra propuesta alternativa y fortalecer en el movimiento por la justicia ambiental una corriente militante anticapitalista y ecosocialista como nuestra Red. Nosotros y nosotras somos categóricos: no hay ninguna revolución tecnológica que esté faltando para hacer girar 180º el rumbo del modelo productivo a escala local y más todavía:
Es urgente –y posible- salir de la petrodependencia y encarar un plan de reconversión energética con base en energías renovables y limpias
Hay que prohibir la megaminería. Lejos de la posición del FIT que plantea “estatizar con control obrero” la megaminería, nosotros nos oponemos a la “contaminación” incluso bajo “control obrero”. No es una tecnología neutra que dependa de qué clase social la administre. Es destructiva y contaminante. Hay que suspender la actividad en todo el país y garantizar la reconversión y estabilidad laboral para sus pocos trabajadores. El pueblo de Jáchal está marcando el camino
Hay recuperar espacios públicos y verdes. Terminar con la cementación urbana para el negocio de los desarrolladores inmobiliarios
Proponemos prohibir el glifosato, los transgénicos y reorganizar el uso del suelo discutiendo en base al principio de la soberanía alimentaria y el modelo de “agricultura de proximidad”, con intervención estatal en la comercialización –para evitar la intermediación especulativa- nacionalizando el comercio exterior
Finalmente: hay que acumular base social y fuerza política para lograr cambios estructurales y duraderos. En esa perspectiva se construye la Red Ecosocialista.
Mariano Rosa, coordinador de la Red Ecosocialista