Pasaron las elecciones y son varias las conclusiones políticas a sacar. Una de ellas, y muy importante para nosotros, es en relación a la izquierda, sobre el presente y el futuro que tenemos por delante. Las elecciones del domingo, confirmaron que por la debacle de la centroiz-quierda que volvió a retroceder pasando al quinto lugar, la única candidatura de izquierda que había, la del Frente de Izquierda (FIT), quedó cuarta con una votación similar a las PASO; 3,1% en agosto y 3,2% en octubre. Pudo lograr 1 solo diputado nacional y ningún diputado provincial en las provincias que eligieron ese cargo el domingo.
Este hecho plantea dos cuestiones a la vez. Por un lado, que hay una base social de trabajadores y de la juventud que resistió la presión del voto útil y se mantuvo votando a la izquierda y eso es positivo. Cuando decidimos llamar a votar críticamente al FIT lo hicimos conscientes de ayudar en lo que pudiéramos en esta pelea junto a esos votantes de izquierda. En ese sentido nos sentimos parte de que el voto a izquierda siguiera estando presente el domingo y no se diluyera. Aunque mantener esos votos es algo muy limitado, ya que el objetivo era avanzar y no se logró, cuando había condiciones para hacerlo.
Por esa razón, para nosotros una conclusión muy importante es que el FIT no supo ubicarse para poder avanzar y salir de las elecciones como alternativa ante millones. Surge evidente que desde hace mucho tiempo se vino negando a todo tipo de propuestas que le hicimos para ampliar la unidad de la izquierda, por esa actitud sectaria y por no querer jugarse a ser una gran alternativa unitaria, tanto antes como después de las PASO el 97% de la población no vio en el FIT una opción válida que disputara con fuerza, y eso no se puede explicar ahora sólo por la fuerza del voto útil y el rol de los grandes medios. Vale preguntarse qué se hizo desde el propio FIT para mejor enfrentar las armas que el régimen tiene. Y en nuestra opinión no se hizo lo correcto ni necesario, de ahí que muchos otros posibles votantes de izquierda no se sintieran atraídos ni entusiasmados con el FIT, eso explica también que entre las PASO y las generales el FIT se estancó. Por su autoproclamación y falta de política amplia, no apareció como un polo frente a la crisis del FPV y los descontentos con Scioli y con Aníbal Fernández; ni para atraer a los más de 300.000 votos de las fuerzas que no superamos las primarias, ni frente a la crisis de la centroizquierda y Stolbizer. Por una política sectaria no aprovechó ninguna de esas posibilidades para crecer.
El FIT entre las PASO y las generales: ninguna apertura y mucha autoproclamación
Con el FIT tenemos acuerdos programáticos y diferencias políticas en torno a la cuestión de cómo conformar una coalición más amplia de toda la izquierda política y social. Y si bien este debate ya viene de antes, el más claro ejemplo de esta discrepancia se dio en el interregno entre las PASO y las elecciones generales. Siendo la única fuerza que superó las primarias, bien pudo convocarnos a nosotros y al resto de las fuerzas a ser parte de la pelea que se venía, más aún cuando nosotros y otras organizaciones públicamente convocamos a votarlos, en nuestro caso incluso nos reunimos con dirigentes del FIT para ponernos a disposición de una campaña común y jamás tuvimos una respuesta ni propuesta de integración. En lugar de esto, el FIT hizo exactamente lo contrario, ignoró al resto de las fuerzas de izquierda.
Convencido de valerse por sí mismo y sin ningún ánimo de disputar para ser de verdad alternativa, se negó a hacer un amplio llamado, a convocar a las direcciones políticas y a toda la militancia, a coordinar con quienes no somos parte del FIT una campaña común. Esa era su responsabilidad y no la asumió. Y eso explica por qué entre agosto y octubre prácticamente no creció en votos cuando bien pudo haber crecido mucho a caballo de una gran unidad puesta en movimiento. Por eso decimos que valorar que el 3% vote a la izquierda no es contradictorio con este balance, porque estábamos para mucho más desde la izquierda, si se tenía una política correcta, amplia y ofensiva, el FIT no la tuvo y esa realidad no se puede esconder.
La izquierda, nuestro proyecto y lo que viene
En pocos días habrá un balotaje y es una primera oportunidad para transmitir desde la izquierda un mensaje común; no apoyar a ninguno de los dos candidatos porque ambos representan proyectos de la vieja política que son más ajuste para el pueblo. Comprendemos y compartimos el repudio hacia Macri que sienten millones. Pero muy similar sería un gobierno del también hijo del menemismo, Scioli. La izquierda debe tener una posición independiente de ambos sectores en pugna y prepararse para enfrentar al que gane en la lucha contra el ajuste.
Y a la vez, tenemos que abrir a fondo un debate democrático sobre la alternativa que hace falta construir desde la izquierda. Se vienen años muy importantes y no podemos seguir en este escenario de división. Algunas fuerzas del FIT sumidas en la autoprocla-mación pretenden negar este hecho, nosotros nunca negamos la realidad; en el país existimos distintas fuerzas de izquierda y lamentablemente hay división y eso resta. Superar ese estadio es una tarea revolucionaria y pendiente. Quien no lo considera así, juega un rol regresivo y funcional al régimen, aunque lo disfrace con frases izquierdistas.
Por eso, de nuestra parte, continuamos abiertos a dialogar con todas las fuerzas populares y de izquierda que estén dispuestas a transitar un camino de unidad; con personalidades, dirigentes sociales, intelectuales de izquierda, referentes sindicales, estudiantiles, de la cultura, el feminismo y el movimiento ambiental. Con todas y todos aquellos que vean la necesidad de poner en pie una gran coalición amplia de izquierda.
En este debate el FIT tiene, lógicamente, una responsabilidad mayor. Es su decisión asumirla o no. Mientras tanto, desde el MST-Nueva Izquierda seguiremos construyendo nuestro proyecto, avanzando a más provincias y ciudades, a más lugares de trabajo, barriadas populares, universidades y colegios. Lo hacemos como parte de fortalecer a la izquierda revolucionaria en nuestro país y de poner toda nuestra fuerza al servicio de construir una gran alternativa amplia y unitaria de izquierda. Es lo que sigue haciendo falta y a lo cual pretendemos aportar al tiempo que viene, invitando a nuestros amigos y simpatizantes a sumarse activamente a construirlo en común con nosotros.
Sergio García