Está llegando el tarifazo y no es casual que Clarín (29/2) publique una noticia titulada «El plan antipiquetes también incluye las protestas de vecinos por los cortes de luz».
La nota describe que, en los últimos meses, los cortes de calle espontáneos de vecinos se han multiplicado y superado a las protestas sociales o sindicales. A su vez explica con detalle que «hay que terminar con la cultura del piquete».
Desde el gobierno están preocupados, porque saben que la «herencia» que les dejó el kirchnerismo en este caso es doble. Por un lado una crisis energética estructural que se podría haber empezado a resolver hace años. Por otro lado, los efectos del Argentinazo de 2001 siguen vivos en la conciencia de miles de trabajadores, que saben que lamentablemente la única forma de que los escuchen cuando se les corta la luz es haciendo piquetes.
El año pasado, en la CABA, los piquetes de vecinos superaron a los de contenido social o sindical, ascendiendo a la cifra de 165. Y en gran parte de los casos, se dió por los cortes de energía, que dejan a las familias a la deriva. En segundo lugar estuvieron los trabajadores estatales (158 protestas) y en el tercero las organizaciones piqueteras (133).
Estas últimas semanas, vecinos de diferentes barrios de la CABA están hasta el día de hoy sin energía en sus viviendas. Algunos por unas horas, otros por días y en barrios como el Abasto desde hace más de 15 días.
El colmo de los colmos
«Me cortan la luz y me aumentan el impuesto», dicen muchos vecinos. Parece increíble, pero este gobierno ganó las olimpiadas de la incoherencia.
Como es sabido, el gobierno nacional implementó un leonino tarifazo en la luz. El incremento es según el consumo, del 500 al 800%. Las subas son para todas las provincias pero el mayor aumento se da en la CABA y el Gran Buenos Aires, donde según el gobierno las tarifas estaban «muy atrasadas». En el interior se estima que la suba rondaría un 100% de aumento.
Además, a las familias de menos ingresos, pensionados y jubilados se les prometió la tarifa social. Esas familias, para que no se les quite la totalidad del subsidio, deben consumir menos de 150 kwh por mes. Para una familia grande, no superar ese consumo implicaría vivir la mitad del mes a la luz de la vela y apagar la heladera a la noche. Parece un chiste. Luego, si superan ese consumo, la energía utilizada a partir de los 150 kwh tendrá un incremento.
Las grandes beneficiadas son EDESUR y EDENOR, siendo la primera de la multinacional española Endesa y del holding italiano Enel. Este holding tiene inserción en 30 países de cuatro continentes, y en el 2014, obtuvo ingresos de aproximadamente 76 mil millones de euros. Por otro lado EDENOR tiene una composición accionaria en la que se encuentra hasta el Banco J.P. Morgan. Estas dos empresas, fueron subsidiadas por el kirchnerismo durante años, sin el más mínimo control, generando cero inversión y girando todas sus ganancias al exterior. Ahora el PRO pretende que sin los subsidios del Estado, los trabajadores pasen a garantizar sus ganancias. Macri argumenta el tarifazo diciendo que se está «al borde del colapso» y que las pobres multinacionales son las principales perjudicadas por tantos años de tarifas sin aumento.
¡Abajo el tarifazo! ¡Basta de beneficiar a las multinacionales!
Como venimos explicando en este periódico, este gobierno, desde que asumió, no hizo otra cosa que beneficiar a los grandes capitalistas del campo, de la industria, de las mineras y el caso de la energía eléctrica no es ajeno a esta situación.
Llamamos a los vecinos que están en lucha y organizados en los barrios a continuar la pelea hasta que las empresas se hagan cargo del servicio y reintegren el 100% de lo estropeado y perdido por los cortes de luz. Hay que seguir con los cortes de calle donde resulte efectivo, porque hasta ahora el protocolo no lo han podido implementar. Además invitamos a todas las organizaciones sociales y barriales a debatir a fondo cómo enfrentar este tarifazo brutal con un plan de lucha.
Desde el MST pensamos que no hay otra salida que no sea la estatización de EDESUR y EDENOR, para que sea organizada por los trabajadores, con el control de los usuarios. Es la única forma de que sean realmente servicios públicos, con tarifas acordes a la realidad del pueblo trabajador. La culpa de los cortes no es del frío ni el calor. La causa son las privatizaciones que el menemismo realizó, que se mantuvieron durante el kirchnerismo y que el PRO pretende beneficiar aún más. Es tiempo de ajustar a los de arriba.
Mariano Mérega