Macri volvió al ataque. Hace falta la más amplia unidad en la calle para derrotar el tarifazo. Para superar la crisis energética y de servicios hacen falta medidas de fondo.
Aunque ahora la Corte con una excusa formal avaló la suba de luz, antes frenó el tarifazo del gas. Así lo impusieron los frazadazos, ruidazos y cacerolazos, causándole una derrota al gobierno. Pero como Macri no tiene un plan B, tuvo que reducir sus pretensiones pero aun chamuscado vuelve a la carga.
Según el gobierno, en la audiencia propondrá un aumento promedio del 203% desde el 1º de octubre. También planteará aumentos escalonados hasta eliminar los subsidios a partir de 2019, aunque en la Patagonia seguirían hasta 2022. El plan incluye dos aumentos por año.
La nueva propuesta es inaceptable. Pretenden cobrarles más a quienes consumen menos, o sea a la mayoría de los hogares populares. Todo para reconocerles a las petroleras un precio del gas en boca de pozo a 3,42 dólares el millón de BTU, cuando el promedio internacional es de 2,75 dólares. Y encima, en seis meses volverían a aumentar el boca de pozo y también la parte de transporte y distribución.
Si bien es bastante menos del 700% que querían aumentar al inicio, sigue siendo un tarifazo injustificado.
Anular el tarifazo
El viernes 16 es la audiencia pública, por ahora en la Usina del Arte (La Boca). Pero es una sola y no es vinculante. Es decir, aunque el rechazo al tarifazo sea mayoritario sólo lo tomarán como una opinión más.
El gobierno quiere ir a la audiencia con socios que lo apoyen. Por eso busca consensos con sectores económicos, la UCR, PJ, Frente Renovador, MPN, gobernadores y sindicalistas.
No sabemos si ese día finalmente habrá o no condiciones para exponer una postura contraria a la oficial. Pero la clave es transformar la convocatoria en una gran jornada unitaria de movilización para exigir la anulación de todo el tarifazo.
Llamamos a las centrales sindicales, a las juntas internas, a las Juntas y Consejos Consultivos, a las organizaciones políticas y sociales a realizar una contundente expresión de rechazo concentrando ante la audiencia pública. En particular, convocamos a las multisectoriales en muchas de las cuales coincidimos en motorizar acciones y los fuertes cacerolazos que retumbaron en las esquinas de tantos barrios y ciudades del país.
Con Alejandro Bodart y Vilma Ripoll vamos a seguir impulsando la más amplia unidad de acción en la lucha contra el tarifazo, al mismo tiempo que planteamos nuestras propuestas de solución para debatir.
Nuestras propuestas
Estas son nuestras principales medidas para avanzar hacia la nueva matriz energética y de servicios que necesitamos.
Que se vaya Aranguren. Siguiendo órdenes de Macri, el ex presidente y accionista de Shell y actual ministro de Energía y Minería es el responsable directo del tarifazo. Aun cascoteado sigue en su cargo, justificando lo injustificable. Sería un golazo que se vaya. Pero como igual el gobierno vuelve a la carga, hay que ir al fondo del problema.
Abrir los libros contables. Sí se abrieran todos los libros de contabilidad y las cuentas bancarias de Metrogas, Edenor, Edesur y demás privatizadas no sólo se conocerían sus verdaderos costos, sino que se confirmaría que durante décadas obtuvieron ganancias millonarias que no justifican sus tarifazos.
Reestatizar con control social. Las privatizaciones, hijas de Menem, son un fracaso. Dan servicios malos y caros, se embolsaron los subsidios y no invirtieron nada. Los gobiernos de la UCR-Alianza y FPV-PJ las mantuvieron. Estatal es sólo el 51% de YPF, que a su vez tiene sólo un tercio del petróleo total. Hay que reestatizar la producción de hidrocarburos y los servicios bajo control de sus trabajadores y usuarios, único camino para lograr soberanía energética y servicios eficientes y accesibles para todos.
Rubén Tzanoff