Margarita Stolbizer desempeñó un pobre papel en las pasadas elecciones presidenciales, no tanto por su magro resultado, como por su corrimiento político desde la centro izquierda timida a la centro derecha “denunciadora”. Hoy, cuando no se ha cumplido una sola de las promesas electorales, los representantes de la vieja política se preparan para la próxima elección. Margarita no es la excepción. Consolidando su nuevo perfil de centro derecha, se debate entre Massa y el oficialista Cambiemos.
Vendiendo la leña del arbol caído
La diputada del GEN, que durante la campaña 2015 se cansó de denunciar que Massa, Macri y Scioli eran lo mismo, hoy concentra toda su capacidad denunciadora en los resabios del kirchnerismo y fundamentalmente en la ex presidenta Cristina Fernández. Independientemente de la justeza o no de esas denuncias, suena como mínimo oportunista concentrarse en la “corrupción K” mientras que el actual gobierno de Cambiemos lleva adelante una política profundamente anti popular, con tarifazos, exenciones impositivas a los sectores concentrados de la economía, pago a los buitres y paseando por el mundo prometiendo a quien quiera escuchar, que las puertas del país están abiertas para el saqueo.
Lejos de investigar el escándalo de las fundaciones de los funcionarios PRO o los Panamá Papers, Margarita se reúne con Mauricio y se desvive en elogios para la gobernadora Vidal, en una estrategia que no esconde sus intenciones de sumarse a alguna propuesta electoral que le permita garantizarse algún puestito en la próxima contienda.
Quizás como la más expuesta de un espacio politico donde confluyen el PS y otros sectores que quedaron rezongando por la pesada herencia K, pero no dudan en acompañar la iniciativas del macrismo, Margarita quiere capitalizar ese “acompañamiento a la gobernabilidad”, aunque todavía no define si es con Cambiemos o con su otro ex archi enemigo menemista Sergio Massa, que de centro izquierda solo tiene el centro.
Un huevo en cada canasta
El camino de Stolbizer, hoy más cerca de Massa, aunque con coqueteos permanentes con el macrismo, no lleva a otro lugar que a nuevas frustraciones para los que apuestan por un espacio de centro izquierda, honesto, que enfrente las fabulosas estafas que comenten los políticos contra lo que es de todos.
El Frente Renovador y Cambiemos son los nuevos ropajes de los que gobiernan el país hace años, agentes directos de las corporaciones, corruptos por la estructura misma de la que son parte. Comparten que el ajuste es la clave del momento y se proponen “normalizar” el país desde esa perspectiva. Quien, lejos de exponer esa situación, busca entendimientos electorales con ellos deja, más que claros sus objetivos.
Desde la izquierda le proponemos a aquellos y aquellas que vieron en Stolbizer una opción, que ven con buenos ojos sus denuncias contra la corrupción, que, lejos de repetir experiencias del pasado, nos juntemos para construir una alternativa que vaya a fondo contra las políticas de ajuste del macrismo, investigando al mismo tiempo todas las corruptelas y negociados de los gobiernos pasados y el actual.
Martín Carcione