Un primer acercamiento a las elecciones municipales nos sitúa en un análisis desde un hecho principal; la alta abstención, que acompaña la crisis del proyecto de la Nueva Mayoría, y la victoria de Jorge Sharp, que nutre a la izquierda anti-neoliberal.
Abstención, deslegitimación y corrupción
Claramente el hecho significante que preocupa a los partidos del régimen es la alta abstención que se hizo presente en la elecciones municipales, es así que solo un 34,9% acudió a votar: 4,9 millones de personas de un universo de 14,1 millones habilitados para hacerlo. Por lo tanto en un gran sector deberán los actuales alcaldes electos gobernar con un 15%.
La abstención fue de las más altas con un 65% frente al 60% en las pasadas elecciones municipales del 2012. Lo expresado en aquello acoge hechos que van en correlación a la distancia que han mantenido los partidos, tanto de la Nueva Mayoría y la derecha ante las demandas sociales que han ido poniendo el acento político en la discusión nacional. Situación que ha cuestionado la democracia protegida de los últimos 20 años y al duopolio y las políticas de consenso. El descrédito suma dentro de él los casos de corrupción que en el último periodo han salido a la luz: SQP, PENTA, como ejemplo.
La derrota de la Nueva Mayoría
Tras la abstención, la derecha suma un porcentaje mayor que la Nueva Mayoría, quien pierde sitios cruciales en el país. Un resultado que desde la vuelta a la democracia no ha había sucedido, con un 38,6% la derecha arriba del 37,3% de la Nueva Mayoría. Acá es importante hacer valer la discusión, puesto que desde el gobierno y parte de la izquierda apresuradamente o convenientemente plantean que hay un viraje a la derecha, cosa que evita el debate de fondo.
El hecho crucial es la crisis del proyecto de la Nueva Mayoría, las reformas planteadas por Bachelet resultaron en algunos casos peores que las leyes que modificó, casos como la Reforma Laboral. Otro elemento es la no resolución de las demandas educativas y una serie de acciones políticas que concretaban la noción de permanencia del modelo –reformas sin modificar el modelo- la distancia entre las reformas que plantean los partidos oficialistas, incluido el PC, no tiene un anclaje significativo en las demandas planteadas por los movimientos sociales dejando espacio abierto a la derecha.
El triunfo de Jorge Sharp y la necesidad de impulsar un nuevo referente
Primeramente saludar la victoria de Jorge Sharp, la voluntad de triunfo que tuvo su campaña y a partir de ahí el campo de posibilidad que inundó en la izquierda. El candidato del Movimiento Autonomista se impuso con más del 50% contra el candidato de la derecha y la Nueva Mayoría. Las diversas candidaturas independientes al duopolio tuvo su sorpresa en Valparaíso, a mano de Jorge Sharp, quien es militante del Movimiento Autonomista. Este grupo, junto al Frente de Estudiantes Libertarios, Nueva Democracia y Revolución Democrática ha venido impulsando el “Frente Amplio”.
Es necesario que el triunfo en Valparaíso de un candidato anti-neoliberal se expanda en un proceso de confluencia mayor, dado que más de una lista de izquierda se presentó en las elecciones sin un horizonte de confluencia, originando distintos resultados y dejando como “sorpresa” lo sucedido en Valparaíso.
Las bases de un programa de refundación del país con base anti-neoliberal deben ser el motor unitario y de síntesis que replantee un vínculo entre las organizaciones políticas y los movimientos sociales, el llamado del Frente Amplio debe abarcar al conjunto de la izquierda que plantee una mirada táctica común.
La posibilidad de una nueva vertiente en el campo político existe, la tarea es la confluencia, dejar atrás el sectarismos y el mero electoralismo. Es crucial que el quehacer de los anticapitalistas sea apuntar y exigir la apertura de confluencia del Frente Amplio; avanzar en una alternativa con seno anti-neoliberal de forma unitaria y democrática.
Como BAM (Bloque de Anticapitalistas Movilizados) planteamos la necesidad de ampliar la mirada táctica, aportar en el debate democrático dentro de un frente mayor, en él, como corriente de Izquierda Anticapitalista confluir apostando en la radicalidad del programa Anti-Neoliberal junto a todas y todos los compañeros que ven la necesidad de un nuevo proyecto político desde un polo de lucha y movilización.
Anticapitalistas, Feministas y Ecosocialistas BAM.