En las acciones previas y en las marchas del 8M nos conocimos con un montón de compañeras nuevas, muchas de ellas jóvenes, que se acercan a nuestra organización. Quizás vos sos una de ellas. Queremos invitarte a compartir la militancia.
Hola, compañera. A lo mejor nos conocés de tu facultad o tu colegio, del trabajo, el barrio o las marchas. Hoy vivimos tiempos de cambio, en nuestro país, Latinoamérica y todo el mundo. Hay un verdadero revuelo en las cabezas y los corazones de miles y miles de mujeres, que de un modo u otro cuestionan todo el viejo orden patriarcal. Al calor de esta nueva oleada feminista global, muchas compañeras están pensando en organizarse y activar de manera más cotidiana.
Igualdad de género e igualdad social
Somos feministas. Pero no sólo feministas. Queremos dar vuelta todo, y no por capricho sino por necesidad. Por eso tampoco somos feministas anti-hombres: la tarea es sumarlos a nuestra lucha.
Es que la opresión a las mujeres no nace de la genética masculina, sino del sistema capitalista y patriarcal. Y esa opresión la replican todas sus instituciones, que nos necesitan precarizadas, objetos sexuales, madres todo terreno, domesticadas. Porque de nuestra tarea doméstica gratuita y el rol de reproductoras se beneficia la clase dominante, los burgueses y burguesas. La llaman economía del cuidado: horas y horas de atender al varón y los hijos para que estén en condiciones de rendir ganancias a la explotación patronal.
Como el patriarcado es inseparable del capitalismo, luchamos por la igualdad de género para que nadie oprima a nadie y por la igualdad social para que nadie explote a nadie. Somos feministas anticapitalistas. Es la primera razón sustancial para que te organices con nosotras.
De la emergencia a los cambios de fondo
Una organización revolucionaria no puede ignorar lo urgente, pero tampoco limitarse a ello. Por eso, partiendo de las necesidades inmediatas de las mujeres, nuestro programa de reivindicaciones es un puente para transitar -lucha mediante- del presente capitalista a la sociedad socialista que queremos.
Para conocer más sobre nuestro programa feminista podés consultar Alternativa Socialista Nº 6821. Igual, queremos resaltar uno de los puntos que nos diferencia de otras agrupaciones que nunca lo plantean, como Pan y Rosas-PTS: el control de las organizaciones de mujeres sobre el presupuesto para violencia de género, los operativos a prostíbulos y todas las políticas públicas que interesan a las mujeres. Para nosotras, es decisivo. Así como el control obrero permitiría evidenciar las trampas y contradicciones de la producción capitalista, el control social sobre los fondos y programas de género permitiría que se apliquen realmente y sacar a luz sus limitaciones y así confrontar con el poder político. No plantear ese control es dejar todo en manos del Estado burgués.
Junto a separar la Iglesia del Estado, otro eje de nuestro programa es anular los subsidios a toda la educación religiosa y privada, que el Plenario de Trabajadoras-PO no propone. También una reforma radical de la justicia y la policía, incluido elegir los jueces, fiscales y comisarios por voto popular, así como otras medidas a fin de desmantelar el aparato represivo. Los sectores que sólo denuncian el accionar machista de la justicia y la policía pero no proponen alternativas son, de hecho, funcionales a que esos aparatos sigan como están.
Sobre el tema prostitución tenemos una tercera postura, distinta al abolicionismo prohibicionista y al regulacionismo a secas. Como Trotsky, creemos que “es imperdonable hablar del triunfo del socialismo mientras subsista la prostitución”2. Pero en la transición al socialismo, y sin compartir la definición de trabajo sexual, combatimos la trata y la explotación sexual pero defendemos el derecho de las mujeres que ejercen la prostitución y reclaman obra social y jubilación.
Este programa feminista, anticlerical y anticapitalista es la segunda razón importante por la que te invitamos a sumarte.
Izquierda… ¿pero cuál?
Aparte de divergencias políticas, de otras agrupaciones nos diferencia la metodología. No somos sectarias y respetamos la unidad en la diversidad. A diferencia del PO y el PTS, que por ejemplo el 8M en Buenos Aires se fueron de la columna unitaria, marcharon cada una por su lado y encima en el Cabildo se enfrentaron, nosotras y Las Rojas hicimos una columna conjunta de Izquierda al Frente, que fue la más nutrida y combativa de la marcha.
Tenemos firmeza en nuestros planteos y a la vez sabemos buscar consensos para avanzar. Así lo hacemos en los Encuentros Nacionales de Mujeres. Y además somos consecuentes, como lo demuestra el caso de la pelea frente al femicidio de Paola (ver abajo).
Por estas tres razones de fondo, feminismo anticapitalista, programa transicional y metodología democrática, te invitamos a militar en nuestra agrupación de mujeres, Juntas y a la Izquierda, y en nuestro partido, el MST.
Vilma Ripoll
1. Ver la nota “Vamos por todos nuestros derechos”.
2. La revolución traicionada, cap. VII.