Los candidatos de los partidos ajustadores ya están de campaña. Sin embargo, esto no resuelve ninguno de los problemas de los cordobeses.
Hace casi dos décadas que nos gobierna. El PJ, el fraude, la compra de voluntades, el clientelismo y por supuesto el inestimable apoyo de la UCR, le han permitido a De la Sota y Schiaretti alternarse el mando los últimos 18 años.
Las consecuencias son terribles. Desmonte, sojización, inundaciones y economías regionales devastadas, son la cara del modelo Monsanto aplicado a rajatabla. El aspecto social está marcado por el crecimiento de la pobreza por encima de la media nacional: más de la mitad de las niñas, niños y jóvenes son pobres y casi 200 mil no comen todos los días. Los negociados con lo público no tienen límites, pero sí botón de muestra: un hotel de lujo construido por un aportante a la campaña de De la Sota, con fondos del único Plan Alimentario Provincial.
La corrupción está desbocada y genera que el endeudamiento destinado a grandes obras crezca a la misma vez que lo hace la población que no puede acceder a servicios básicos como agua, electricidad, gas o cloacas.
Y como frutilla del postre y en clave de farsa, hay que escuchar a los que hundieron Córdoba prometiendo defenderla en el Congreso.
La vieja política, nada que ofrecer
El plan de ajuste impulsado por Macri a nivel nacional, encontró en la provincia su mejor discípulo. Para no estropear el pacto de no agresión provincia/nación e intentar eludir el cerco del “Lavajato” que se cierra sobre él y su entorno, De la Sota bajó su candidatura y el vice gobernador Llaryora se prueba el traje de candidato sin encontrar entusiasmo ni respaldo en el PJ.
El PRO apuesta a que encabece la lista de Cambiemos su figura mediática, el ex árbitro Baldassi, que cuenta como único escollo con el berrinche -condenado al fracaso- de una UCR que posa de pretenciosa. El kirchnerismo observa impotente cómo se profundiza su histórica debilidad en la provincia, intentando presentar lista mientras el grueso de sus filas ya es parte hoy del PJ delasotista.
Lo que es claro es que nada bueno para los trabajadores puede venir de estos personajes garantes del ajuste a nivel nacional y provincial.
Fortalecer y extender Izquierda al Frente
En las intensas luchas que hemos protagonizado los cordobeses enfrentando el ajuste de Macri y Schiaretti, el MST Nueva Izquierda e Izquierda al Frente han estado siempre presentes, jugados por entero a pararle la mano a los ajustadores. Mostrando que la izquierda puede y debe unirse para ir por más, para superar la frustrada y frustrante experiencia que significa el FIT para el activismo. El entusiasmo que recogemos a diario en la provincia ratifica el rumbo que hemos tomado y redobla las ganas de llevar esta nueva opción para el votante de izquierda a todos los rincones de nuestra provincia. Con enorme responsabilidad y compromiso encaramos este desafío de pelear por ser quienes llevemos al Congreso la voz de los de abajo.
Desde el MST en Izquierda al Frente y con las candidaturas de nuestra compañera Luciana Echevarría, acompañada por Raúl Gómez y Maru Acosta ya estamos dando batalla para que los derechos de las mujeres, lxs trabajadorxs y la juventud pasen al frente. Te invitamos a sumarte a nuestra campaña.
Viki Caldera