Ya se ve en la calle el desfile de millones de pesos de los partidos y candidatos de la vieja política, intentando captar votos en un electorado harto de ver a los mismos de siempre, que se cambian de un partido a otro pero que a la hora de votar las leyes siempre están de la mano.
Desde el Frente Unidad y Renovación (un rejunte de sellos que acompañan al PJ) impulsado por el Gobernador Urtubey; Cambiemos que va de crisis en crisis, el Frente Ciudadano local, pasando por la UCR o el PRS, lo único “nuevo” es la incorporación de periodistas para tratar de lavarse un poco la cara, pero detrás siguen escondidos los mismos dinosaurios de siempre.
A la catarata de listas se le suma la UP/CTA, que terminó de cerrar el círculo para unirse a Kolina y Patria Grande intentando ocupar un espacio de centroizquierda que ya hace rato demostró no ser salida, la CCC que se sumó a Compromiso Federal de los Rodriguez Saá o la “vieja izquierda”, PO-FIT, que reedita los mismos candidatos de los últimos 15 años y no es más que una izquierda acomodada al sistema.

Crece desde el pie

Desde el MST emerge una campaña que cada vez recoge más simpatías como reflejo del hartazgo con lo viejo y la necesidad de una nueva herramienta de izquierda y unitaria que surja desde abajo.
Con listas que más allá de los cupos llevan 50 y 50, peleando por las 6 hs y $25 mil para todos, como forma concreta de repartir el trabajo disponible, para lograr el presupuesto suficiente para la emergencia en violencia de género en el camino de frenar los femicidios, defendiendo el medioambiente convencidxs de que la biodiversidad vale más que los negocios y para terminar con los privilegios de esta casta política que gobierna para los grandes grupos económicos.
Si estás harto de la vieja política, este es el momento de sumarte para darle más fuerza a este proyecto que se planta, no transa y porque si pasamos agosto, en octubre vamos a poder redoblar la pelea.