MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

De Vido: curros con ambos gobiernos

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Emblema de los gobiernos K, Julio De Vido acompañó los 12 años de gestión nacional. Antes en Santa Cruz fue director general del Instituto de Vivienda (IDUV) y luego presidente de Vialidad provincial. Cuando Néstor Kirchner ganó la presidencia, lo puso de ministro de Planificación. Fue el máximo responsable de obras, licitaciones y contratos por miles de millones de dólares. Entre cinco procesamientos y 26 imputaciones judiciales en su contra, se destacan los siguientes:
La Masacre de Once, con 51 muertos y más de 700 heridos, por la que están procesados él y otros funcionarios. De Vido giró sumas millonarias para comprar vagones-chatarra a España y Portugal. Las coimas figuran como «asesoramiento técnico». Según la propia causa, es coautor del delito de descarrilamiento (estrago culposo) y presunto partícipe necesario del delito de defraudación contra la administración pública; está embargado por $ 600 millones.
Desvío de fondos en la mina de Río Turbio, proyecto al cual el Estado le asignó $ 26.600 millones. Más de $ 400 millones fueron a reconstruir el tren turístico del yacimiento, de 22 km. Se inauguró una estación, pero nunca funcionó.
En la causa del Belgrano Cargas, De Vido está denunciado junto a Ricardo Jaime por «perder» expedientes sobre pagos de subsidios no reintegrables a la empresa Belgrano Cargas S.A., cuya concesión a la UF, el grupo Macri, Roggio y una empresa china Sanhe siempre dio pérdidas.
También está imputado por sospecha de sobreprecios en la obra pública de Santiago del Estero, procesado junto a Milagro Sala en una causa por sobreprecios en construcción de viviendas en Jujuy, procesado por enriquecimiento ilícito en la causa por la «ruta del dinero K» e implicado en el caso Skanska.
En la megacausa por asociación ilícita contra Jaime, funcionario de De Vido, surge que la empresa china CITIC cobró sobreprecios del 160% por la venta de vagones para el subte porteño. El intermediario de la compra fue Franco Macri, el padre de Mauricio, que recibió una comisión millonaria.
Bajo gobierno K, el holding Socma, Iecsa y Ghella -empresas del grupo Macri- se beneficiaron con numerosas licitaciones: represas, repavimentación de rutas nacionales, construcción de autopistas y de viviendas del Plan Federal, obras en hospitales, tendidos eléctricos, etc.
Tan estrecha era la relación, que en 2015 un comunicado del Ministerio de Planificación informaba que la tercera empresa con más licitaciones de obras públicas era Iecsa, del primo de Macri, Angelo Calcaterra. En cuanto a Nicolás Caputo, el amigo de Mauricio, a través de Caputo S.A. hizo negocios con el gobierno nacional kirchnerista y con Ses S.A. hizo negocios con el gobierno porteño macrista.
Por eso ante la ofensiva macrista De Vido declaró días atrás, muy suelto de cuerpo: «Que el gobierno siga jodiendo y yo voy a dar conocer las cuentas de Franco Macri con Ricardo Jaime y las de (Nicolás) Caputo con (José) López».1
Toda compañera o compañero honesto que haya simpatizado o aún simpatice con el kirchnerismo sabe bien que no es posible construir un proyecto político realmente popular y transformador si se defiende a personajes nefastos y corruptos como De Vido. Defenderlo es darle de comer a la campaña hipócrita del corrupto Macri, que busca aparecer como adalid de la transparencia.

Pablo Vasco

1 Nota de Marcelo Canton, Clarín, 10/7/17.