Cambiemos se alzó con el triunfo cómodamente en una elección de baja intensidad, que terminó complicando al PJ de Schiaretti y De la Sota que se desbarrancó y al FIT, que retrocedió a manos del avance de Izquierda al Frente.
Fueron pocos los bunkers donde se festejó luego del escrutinio. Y esto se debió a que a muchos espacios políticos las PASO le llegaron en un muy mal momento. En primer lugar, a Unión por Córdoba, que durante 17 meses se asimiló a las políticas del gobierno de Macri y recién intentó diferenciarse, sin éxito, a semanas de la elección. Como venimos denunciando, ambos proyectos comparten la misma columna vertebral: el ajuste. Y entre el original y la copia, habitualmente gana el primero.
Las 3 principales fuerzas de la elección apostaron a que los referentes principales de sus espacios le hicieran la campaña, guardando perfil bajo y mostrándose como simples sucursales de los proyectos que encabezan Macri, Cristina y Schiaretti.
Otro espacio que llegó incómodo y atravesado por una pública crisis interna, fue el FIT encabezado por Liliana Olivero, que si bien arrancó la campaña como candidata firme a quedarse con una banca, tuvo que ver como se desdibujaba esa posibilidad a manos del kirchnerista Pablo Carro que se ubicó como tercera fuerza.
Un nuevo mapa en la izquierda cordobesa
La campaña de Izquierda al Frente, encabezada por nuestra compañera Luciana Echevarría, despertó un gran entusiasmo en sectores de la izquierda y el progresismo. Esto se expresó en cada una de las actividades de campaña, en los cientos de fiscales que se inscribieron para cuidar nuestros votos y en el apoyo que recibieron nuestras propuestas contra el ajuste, a favor de eliminar los subsidios a la iglesia católica o por la elección de jueces y comisarios.
La irrupción de Izquierda al Frente generó un cambio en el mapa de la izquierda local. A pesar de lo que muchos medios de comunicación pretenden instalar, utilizando el retroceso electoral del FIT –que cosechó uno de sus resultados más bajos desde 2013-, el espacio de izquierda no se redujo. Sólo se redistribuyó. Nuestras propuestas de renovación y mayor unidad, fueron acompañadas por miles que venían de votar al FIT y a otras expresiones, en elecciones anteriores. Por eso, en octubre se podrá elegir nuevamente entre dos proyectos de izquierda, uno en ascenso y el otro en retroceso.
Objetivos cumplidos y la oportunidad de seguir avanzando
Con la campaña propositiva de “30 días / 30 propuestas” no sólo logramos el primer objetivo de superar el piso proscriptivo del 1,5%, sino que instalamos un perfil diferente, superador de la clásica variante de izquierda que sólo se limita a denunciar lo que está mal.
Este rasgo distintivo y la gran campaña desplegada en las principales ciudades de la provincia por nuestro partido, le permitió a nuestro frente hacer una gran elección en todo el interior provincial, empardando y hasta superando al FIT en varias ciudades y departamentos.
El desafío de ahora en más es prepararnos para continuar fortaleciendo Izquierda al Frente de cara a octubre, llevando nuestras propuestas a más ciudades y pueblos, sumando a la campaña a todas las personas que nos apoyaron y preparándonos para encarar en mejores condiciones las peleas que se vienen contra el ajuste de Macri y Schiaretti.
La dinámica de la izquierda cordobesa es de cambios, nuestros esfuerzos estarán puestos en la dirección de profundizar los auspiciosos resultados políticos y electorales de agosto para hacer realidad la renovación y mayor unidad de la izquierda cordobesa.