Llegamos a las PASO con 104 días de paro docente, 140 días de acampe de los empleados judiciales, mas de 100 días de acampe de los jubilados y con otros tantos sindicatos con medidas de fuerza exigiendo pago del aguinaldo y de salarios en tiempo y forma, como así también la apertura de negociaciones paritarias.
En este panorama el FPV con casi un 30% quedó en segundo lugar a 15% del primero. Cambiemos, con Costa y Prades disputándose la interna en senadores, fue la herramienta que eligió la mayoría para castigar al gobierno provincial.
Peralta y Blassiotto fueron los grandes fracasos. El primero, ex gobernador de Santa Cruz, cosechó un 8% muy lejano de lo obtenido en 2015, mientras que el referente del Frente Renovador y ex ministro de economía obtuvo un magro 4% quedando fuera de la disputa por una banca.
Otro dato importante fue la gran cantidad de santacruceños que se abstuvieron. Sólo votó un 69% del padrón, es decir unas 170 mil personas sobre un padrón de 240 mil. Estos números que evidencian el hartazgo con los partidos que gobiernan, se profundiza con el record de votos en blanco y nulos que treparon a más de 12 mil.
El voto a la izquierda
La izquierda tomada de conjunto quedo como tercera fuerza (casi un 11%) superando los votos obtenidos en las PASO legislativas de 2013. La división de este espacio, responsabilidad del FIT, hizo que se pierda la posibilidad de poner a la izquierda en un nivel de disputa de igual a igual con los grandes aparatos, lo que hubiera cambiado el panorama político de la provincia. Este tiene que ser un llamado de atención para lxs compañerxs, ya que por sectarismo terminan haciéndole el juego a la falsa polarización FPV-Cambiemos, desperdiciando una oportunidad histórica para la izquierda.
Izquierda al Frente hizo un gran debut. Con apenas un mes de campaña para instalar esta nueva alternativa logró superar las PASO con el 2,56% de los votos. Una campaña a pulmón que reflejó el crecimiento de nuestro MST, haciendo más conocidxs a lxs candidatxs, logrando una gran cantidad de fiscales, llegar a nuevas localidades y la importante incorporación de nuevxs militantes.
También logramos construir una campaña común con lxs compañerxs del Nuevo MAS. Ahora el desafío es seguir fortaleciendo esta herramienta que se juega contra el ajuste y la corrupción del FPV-Cambiemos en las luchas y en las elecciones. Si se fortalece Izquierda al Frente se fortalece la posibilidad de lograr la unidad de toda la izquierda. Llamamos a quienes nos acompañaron con su voto a sumarse al MST y a Izquierda al Frente en esta pelea por más unidad y para que la crisis la paguen las corporaciones y los corruptos.
Nicolás Mc Namara