Mario Das Neves, recientemente fallecido, fue tres veces gobernador de la provincia, un protagonista clave en la política provincial los últimos 15 años. El MST de Chubut analiza la situación que se abre luego de su muerte.
Sus dos primeros mandatos coinciden con el ciclo de buenos negocios capitalistas (2003-2011) que le permiten al capital nacional e imperialista que opera en la provincia sacar provecho y amasar fortunas en base al desempleo, la desindustrialización, la privatización y liquidación de YPF, mientras las grandes corporaciones aprovechan el alza del precio del petróleo que llegó a 100 dólares el barril sumado a las exportaciones de aluminio y la pesca.
Los trabajadores conocimos y padecimos los gobiernos de Das Neves que expresaron los intereses de las grandes empresas, los terratenientes y las corporaciones. Nunca abrió paritarias salariales para empleados públicos y los aumentos fueron por decreto e ilegales con sumas en negro que contribuyeron a desfinanciar y saquear el sistema previsional de la provincia. Reprimió con fuerzas policiales y parapoliciales los reclamos populares, de docentes y municipales. El clientelismo político fue su modelo excluyente de acumulación. Pasará a la historia como el entregador por 40 años de los recursos petrolíferos de la provincia a la Pan American Energy –PAE-. Hábil político, nunca se animó a enfrentar de plano la enorme movilización popular que rechazó y rechaza la megaminería en la cordillera, y supo cambiar cuando vio menguar el ascendiente del kirchnerismo en la arena política, del cual fue socio personal desde sus inicios.
Profundizó el extractivismo como modelo único de saqueo de los bienes comunes. De la mano de una construcción política en torno de su exclusiva figura volvió al gobierno por tercera vez, ahora en un contexto de crisis y retracción de los precios internacionales. Su modelo fue, con financiamiento público, precio sostén para las petroleras y ajuste sistemático para los trabajadores. Hizo frente común con el terrateniente Benetton ante el reclamo socio-territorial de comunidades de pueblos originarios y aplicó una represión brutal de la mano de la policía provincial. Nunca movió un dedo él ni su cartera de Derechos Humanos ante la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Su gobierno vetó la Ley de Emergencia de Género y nunca se avanzó en las tareas de reconstrucción de la ciudad de Comodoro Rivadavia tras el desastre que dejó el temporal en vísperas del invierno pasado.
Desde el MST-Nueva Izquierda siempre hemos sido opositores a su política y ante su deceso avizoramos un escenario de crisis política de magnitud, pues cual castillo de naipes su estructura política cruje hasta sus cimientos. Denunciamos el rol traidor de las burocracias sindicales de la provincia que han levantado de un modo inconsulto las medidas de lucha y paros provinciales en curso de los trabajadores de la administración pública contra la precarización y por la apertura de paritarias salariales, en aras de la gobernabilidad y el rearmado del Gobierno del nuevo verdugo, el vicegobernador Arcioni, que en estos días, a coro con el gobierno nacional, impulsa la política de ajuste bajo el eufemismo del trillado déficit fiscal. A su vez, el derrotado, pero consecuente PJ provincial con las causas del gran capital ha salido a reclamar con urgencia por los proyectos de megaminería.
Nuestro política y compromiso es luchar junto al pueblo con la mayor unidad contra estas expresiones políticas del ajuste sin fin para el pueblo trabajador, junto a la impostergable tarea de construcción de una herramienta política amplia de izquierda para lograr llevar adelante los necesarios cambios de fondo de una verdadera alternativa anticapitalista y socialista, de los de abajo, de los que nunca hemos gobernado, de los trabajadores y el pueblo.
Emilse Saavedra y Maxi Masquijo