En la escuela primaria nos enseñan que el sistema republicano de gobierno, la “democracia”, estaá compuesto por tres poderes independientes: el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, así con mayúscula. En la secundaria ya empezamos a sospechar que no existe esa “independencia” y que el gobierno de turno, o sea el ejecutivo, con minúscula, presiona, condiciona y manda sobre los otros dos.
Si ya sabemos que esto pasa en todos los gobiernos, el gobierno macrista hoy está dando una nueva e inédita vuelta de tuerca para domesticar por completo al sistema judicial en función de sus intereses políticos. La reciente sanción contra el juez platense Luis Arias, cuyos fallos no le gustan a Vidal ni a Macri, y su reemplazo por Francisco Terrier como juez subrogante, que fue funcionario de la Bonaerense durante la dictadura, resumen la gravísima situación.
La seguidilla de encarcelamientos de varios dirigentes políticos y sociales opositores sin condena, la persecución contra el fuero laboral y la supuesta “industria del juicio”, la presión contra la fiscal general nacional, el desmantelamiento de fiscalías especializadas y el proyecto de modificar el Ministerio Público Fiscal para imponer mayor injerencia del gobierno, así como el ataque mentiroso contra los trabajadores judiciales, son los componentes de esta campaña macrista que pretende imponer la dependencia abierta y total de los jueces, fiscales y defensores. O le chupan las medias al gobierno y dictan los fallos que quiere o pasan a ser objeto de presión o sanción.
Nuestra propuesta para avanzar hacia una justicia realmente independiente del poder político de turno es democratizarla de raíz mediante la elección de los jueces y fiscales por voto popular, con mandatos limitados y revocables, sin privilegios, y con los jurados populares con vecinos y vecinas sorteados del padrón electoral, jurados que figuran en la Constitución Nacional desde 1853 pero casi nunca se aplican. En ese camino de cambios de fondo, ahora la tarea es unir fuerzas con la mayor amplitud posible para resistir e impedir la avanzada macrista que autoritariamente procura establecer una justicia adicta a sus intereses y a su conveniencia políticas.
Pablo Vasco