Con un PJ unificado detras de la figura del actual gobernador, Gustavo Bordet, fiel socio de las políticas de ajuste del gobierno nacional, y Cambiemos golpeado por denuncias de corrupción y vínculos con el narcotráfico en la capital provincial, el escenario electoral plantea importantes posibilidades para nuestro partido. Nuestra lista provincial y las listas locales de Paraná, Nogoyá, Gualeguay y Concordia, a las cuales se han sumado importantes luchadores sociales, tienen un enorme desafío por delante.
Dos caras de una misma moneda
Tanto el PJ como Cambiemos apuestan a beneficiarse electoralmente de una elección polarizada. Ensayan grandes diferencias frente a las cámaras e intercambian denuncias cruzadas. Los hechos, sin embargo, se alejan bastante de ésto. En la legislatura provincial votaron juntos la adhesión al Pacto Fiscal, la Ley de Responsabilidad Fiscal y también el presupuesto 2019, todas a la medida del ajuste de Macri y el FMI. Con votos de ambos bloques también derogaron la Ley de Madera para permitir la expansión del negocio forestal y pastero.
Y los ejemplos se multiplican tanto a nivel provincial como en los municipios. Y lo mismo podemos decir de los diputados y senadores que responden a Bordet a nivel nacional.
La cuestión de fondo es que unos y otros defienden un modelo de provincia puesta al servicio del saqueo de las grandes corporaciones. Con gobiernos del PJ y la UCR se llevó adelante el saqueo de los 90 y con gobiernos del PJ y apoyo legislativo de la UCR antes y hoy Cambiemos se profundizó la entrega de la provincia al agronegocio y se ensayó incluso transformar Entre Ríos en una provincia petrolera mediante la fracturación hidráulica.
Dar vuelta todo
Ante un escenario de ajuste, se impone más que nunca la necesidad de invertir la lógica de gobiernos que ponen el estado al servicio de multiplicar las ganancias privadas. Hoy lo único que sube en el presupuesto educativo son las transferencias a escuelas privadas: nosotres proponemos terminar con estos subsidios y aumentar el presupuesto de la educación pública. Hoy se privilegia al agronegocio permitiendo la fumigación sin límites, hay que prohibir los agrotóxicos y avanzar en una reforma agraria agroecológica. Funcionarios políticos ganan fortunas, mientras 7 de cada 10 docentes están bajo la línea de pobreza: proponemos que cobren como una maestra y que todo/a trabajador/a tenga como salario mínimo el costo de la canasta familiar. El Banco de Entre Ríos, las empresas termales y otros hoy se benefician con enormes exenciones fiscales: nosotres proponemos una reforma tributaria para que paguen más estas corporaciones y no les trabajadores. Hay que terminar con todo subsidio y exención a la iglesia y destinar esos recursos a la ley de emergencia en violencia de género.
Hoy podemos llevar todas estas peleas a la legislatura provincial con Nadia y Keili. Que el 14 de abril sea un primer paso en este camino.