La crisis y el ajuste se profundizan y crece la bronca contra Macri, el FMI y los gobernadores. Macri se tiene que ir ahora, pero tanto el PJ como la burocracia sindical lo sostienen y apuestan a un recambio en las elecciones para que nada cambie. Necesitamos la unidad de la izquierda obrera y socialista para que haya una verdadera alternativa para lxs trabajadorxs, las mujeres y la juventud. El descontento social hace mella en la coalición gobernante que empieza a palpar la posibilidad de perder el gobierno. A las pésimas elecciones de Neuquén y San Juan, se le suma la ruptura en Córdoba y las amenazas de un sector del radicalismo de pegar el portazo para ir tras Lavagna. El PJ sigue sin lograr todavía la «unidad» tan proclamada. El PJ oficial y el kirchnerismo avanzan en un armado junto a gran parte de la burocracia sindical; el sector de Alternativa Federal sigue por su lado, con varios precandidatos. Nadie parece dispuesto a bajarse.
Unirse a la derecha no sirve para derrotar a la derecha
Entre los sectores populares la necesidad de terminar con este gobierno y evitar un nuevo mandato es cada vez mayor y sobre esa base las distintas vertientes del PJ proponen conformar ese gran frente anti Macri. Desde el MST venimos polemizando con esta visión señalando que unirse con la derecha para terminar con la derecha lleva a un callejón sin salida para el pueblo que vive de su trabajo. Cuando esta política se concreta en la realidad, se empieza a ver claramente lo que significa. En Santa Fe CFK decidió apoyar a Perotti, viejo funcionario privatizador, sojero y antiabortista. En Entre Ríos el kirchnerismo va en la lista del «fumigador» Bordet. En Córdoba bajó sus candidaturas favoreciendo al cavallista y menemista Schiaretti. Pensar que de esos armados electorales pueden surgir soluciones en favor de las mayorías populares es una verdadera utopía.
Cambiar el collar…y también el perro
Terminar con Macri no puede significar sólo cambiar de figura sino terminar con el conjunto de su modelo. La gravedad de la crisis plantea la necesidad de tomar medidas de fondo que beneficien a las mayorías tocando los intereses de la minoría de capitalistas y banqueros, principales beneficiarios del modelo Cambiemos. No va a haber aumento de presupuesto para salud, educación y ciencia ni para generar empleos si no se corta la fuga de capitales y para eso no alcanzan los discursos. Hay que tomar medidas de fondo como la suspensión de los pagos de la deuda y la nacionalización de toda la banca. No se van a terminar los tarifazos si no se estatizan las empresas de servicios con control obrero y social. No va a haber ampliación de derechos si no se separa la Iglesia del Estado, se aprueba la IVE y se aplica la ESI con perspectiva de género. Ninguna de estas medidas proponen las distintas alas del PJ ni los posibles «aliados» Y sin tomar estas medidas, por más discurso progresista se termina ajustando a los de abajo como lo hace Alicia Kirchner en Santa Cruz con congelamiento salarial y persecuciones a los que luchan.
Unir a toda la izquierda obrera y socialista
Una salida a favor del pueblo trabajador, las mujeres y la juventud sólo puede venir de la izquierda obrera y socialista. Pero en el marco de la polarización que ya se está instalando y que crecerá en los próximos meses alentada por los partidos del régimen y los medios masivos de comunicación es más necesario que nunca concretar la unidad de la izquierda para que estas propuestas lleguen a millones y batallar por una salida para que la crisis la paguen los capitalistas. Al mismo tiempo una alternativa unitaria de toda la izquierda obrera y socialista significará una señal muy positiva para miles que decepcionados con los viejos partidos puedan ver una herramienta mucho más fuerte y a una izquierda que se postula como una alternativa con vocación de masas. La unidad que proponemos desde el MST no es sólo electoral. Es para dar una repuesta obrera y socialista a la crisis y para actuar en las batallas cotidianas de nuestra clase, porque más allá de quién sea el nuevo presidente, la crisis y el intento de hacerla caer sobre las espaldas de la clase trabajadora se va a profundizar. La unidad de la izquierda en los debates previos y el propio 8M, en el 24M dentro del EMVJ y en el apoyo a la lucha de los trabajadores de FATE que fue importante para su triunfo muestran la fuerza y potencialidad que tiene esta unidad. Así como el Plenario del Sindicalismo Combativo que bregamos por fortalecer.
Avanzar en los debates
En las últimas semanas se han realizado reuniones muy positivas con distintas fuerzas de la izquierda. Es necesario profundizarlas para poder concretar la unidad. Sin dudas que las diferencias sobre tácticas implementadas en el pasado o matices políticos sobre algunos aspectos de la realidad, impidan poner por delante los importantes acuerdos estratégicos, programáticos y de principios que tenemos. Eso sólo favorecería a los partidos del régimen y a la burocracia. Los acuerdos que tenemos no son menores sino profundos: parten de enfrentar a todos los partidos del sistema. Desde los sectores más de derecha hasta los posibilistas y reformistas planteando una salida obrera y socialista, con un programa de ruptura con la estructura capitalista y de verdaderas transformaciones, de independencia de clase, del feminismo anticapitalista y anticlerical y de perspectiva estratégica hacia un gobierno de los trabajadores. Sobre esta base las diferencias se pueden seguir debatiendo en un marco de unidad como lo hicimos en hechos importantes de la lucha de clases como los mencionados anteriormente. Desde el MST volvemos a manifestar nuestra vocación de hacer todos los esfuerzos por concretar esta unidad tan necesaria para la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.
Emilio Poliak