Conferencia Internacional en Barcelona
Del 24 al 26 de mayo pasados, en las cómodas instalaciones del albergue estatal Xanascat de la ciudad de Barcelona, capital catalana, se desarrolló con todo éxito la Conferencia fundacional de nuestra flamante organización mundial: la Liga Internacional Socialista (LIS). Participaron de la misma o enviaron su saludo y adhesión partidos y grupos socialistas revolucionarios de una veintena de países de tres continentes: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, el Estado español, Turquía, Grecia, Francia, Bielorrusia, Rusia, Ucrania, Irán y Pakistán. Los referentes pakistaníes, así como los del Líbano, no pudieron asistir porque sus respectivos gobiernos no les concedieron el visado.
La Conferencia fundacional de la LIS ha sido un paso trascendental de cara al necesario reagrupamiento de los socialistas revolucionarios que venimos impulsando desde hace varios años. La nueva organización que ha nacido en Barcelona, con el acompañamiento de compañeres de una veintena de países de tres continentes, tiene condiciones excepcionales de crecer rápidamente sumando nuevos adherentes.
Somos optimistas porque está planteado que la Liga Internacional Socialista se transforme en una alternativa para militantes y partidos revolucionarios del mundo entero que están buscando una referencia internacional que levante las banderas políticas y metodológicas que nosotros defendemos.
Vivimos en un mundo que va de crisis en crisis, provocadas por un capitalismo que desde hace décadas no tiene nada positivo que ofrecerle a la humanidad en su conjunto. Los avances científicos y tecnológicos cada vez benefician a menos seres humanos, mientras que la concentración de la riqueza en poquísimos individuos se consigue destruyendo aceleradamente la naturaleza y condenando a la miseria más absoluta a miles de millones.
Los capitalistas impulsan por todos los medios a su alcance, incluida cada vez más la represión, que los costos de las crisis que ellos producen los paguen los trabajadores y pobres del mundo a través de brutales planes de superexplotación. Y ante el descrédito de las variantes políticas tradicionales de la derecha y la centroizquierda por aplicar dichos planes, o la desilusión con el nuevo reformismo en todas sus variantes, desde el PT, hasta los Syrizas o Podemos, sectores de la burguesía alientan en muchos países el surgimiento de formaciones neofascistas en base al fomento del odio a los migran-tes y a las minorías étnicas, la intolerancia religiosa, la misoginia y la homofobia.
Pero las masas resisten con uñas y dientes los embates de los de arriba. En todas las regiones se producen huelgas, movilizaciones masivas y también semi-insurrecciones y revoluciones. Los chalecos amarillos estremecen a Francia, los estudiantes en Brasil desafían al protofascista Bolsonaro y en Nicaragua al dictador Ortega, los trabajadores en Argentina ponen contra las cuerdas a Macri, las mujeres se levantan por sus derechos en decenas de países, los pueblos de Argelia y Sudán tiran abajo a sus dictadores, los rebeldes yemenitas siguen resistiendo las embestidas imperialistas.
El gran problema no resuelto sigue siendo la crisis de la dirección revolucionaria que atraviesa desde hace décadas a nuestra clase. La conformación de la Liga Internacional Socialista está al servicio de aportar a la superación de esta debilidad estratégica. La ausencia de direcciones revolucionarias es lo que viene impidiendo que los triunfos económicos o democráticos parciales que son conquistados con mucho esfuerzo por el pueblo trabajador se transformen en la antesala de triunfos definitivos contra el sistema capitalista imperialista y es la razón, en última instancia, de que grandes luchas terminen en derrotas catastróficas.
Es muy importante valorar que mientras gran parte de las organizaciones de izquierda y entre ellas las que se reclaman del trotskismo están atravesando procesos de crisis, divisiones y en algunos casos hasta de disolución, los distintos componentes que conformamos la Liga Internacional Socialista nos estamos uniendo precisamente para intentar revertir esta tendencia. Y es debido a esto que estamos convencidos de que tenemos grandes posibilidades de crecer sumando nuevos miembros.
El contraste entre la situación que atraviesan corrientes internacionales como el Secretariado Unificado (SU), el Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT), la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT) o la ISO de los EE.UU. y el Partido Obrero de Argentina, y la de nuestra naciente organización, donde nos hemos puesto de acuerdo en impulsar un proyecto revolucionario compañeros y compañeras que provenimos de distintas tradiciones, es inédito y estamos convencidos de que será atractivo para muchos activistas y organizaciones. Tenemos que propagandizarlo como un modelo a construir colectivamente y también a seguir.
Debemos aprender de los errores que desencadenaron las crisis en otras corrientes. El escepticismo, fruto de la poca confianza en nuestra clase, es un denominador común y fuente de desviaciones oportunistas y sectarias. La adaptación a la democracia burguesa y la seducción del parlamentarismo es otro problema arraigado. La complejidad de los recambios generacionales en los círculos dirigentes y la poca formación en la clase obrera de los nuevos cuadros. La incapacidad para interpretar y actuar frente a nuevos fenómenos como la cuarta ola feminista y la existencia de pocos anticuerpos para enfrentar las presiones que intentan alejar a los revolucionarios de una política de clase. Todo esto y mucho más, sumado a vicios metodológicos que confunden el sano e imprescindible centralismo democrático con funcionamientos burocráticos y caudillistas a nivel nacional y de partido-madre en el plano internacional, o su opuesto, la laxitud que impide la intervención en la lucha de clases, están detrás de las crisis de las diversas organizaciones que hemos nombrado.
Estudiar a fondo todos estos problemas para aprender y sacar conclusiones es una tarea en la que nos proponemos seguir trabajando. Al mismo tiempo que elaboraremos un nuevo proyecto de documento mundial y de estatutos de funcionamiento, que serán los materiales más importantes a debatir de cara a nuestro primer Congreso Mundial que realizaremos a mediados del año próximo.
Evidentemente, tendremos muchos desafíos políticos y organizativos que pondrán a prueba a la nueva organización. Somos optimistas porque tenemos bases políticas sólidas. En relación a lo metodológico tendremos que encontrar un funcionamiento que permita un equilibrio para buscar consensos cuando esto sea posible y poder resolver a través del voto mayoritario cuando sea necesario. Creemos en un verdadero centralismo democrático, alejado de las prácticas burocráticas que han marcado la vida de otras organizaciones, donde la discusión y el debate sean acompañados permanentemente de la intervención en la lucha de clases.
Se inicia una etapa apasionante donde nos proponemos salir ofensiva-mente a intervenir en las luchas y procesos más dinámicos, desplegando toda clase de campañas, como la que estamos realizando en apoyo a nuestros compañeros de Pakistán, brutalmente reprimidos por solidarizarse con una lucha, o la que planificamos implementar en los países ex soviéticos en apoyo a los sindicatos independientes que dirigen nuestros compañeros y que los distintos gobiernos de la región intentan debilitar y eliminar. Estas y el resto de las campañas e iniciativas que resolvimos en nuestra Conferencia tienen el objetivo de impulsar la movilización de los trabajadores, las mujeres y la juventud y construir nuestras organizaciones nacionales.
De cara a la formación de nuestros cuadros más jóvenes, tarea fundamental que no podemos descuidar, nos proponemos realizar dos campamentos juveniles centralizados, uno en Turquía del 20 al 27 de agosto para todos nuestros trabajos de Asia y Europa, y otro en Argentina en febrero del año próximo para los compañeros de Latinoamérica.
La Liga Internacional Socialista es un proyecto para unir a los revolucionarios del mundo. Está abierto a la incorporación de todos aquellos que coincidan con sus bases programáticas y metodológicas. Será tarea de los que hoy la integramos hacer que crezca y se desarrolle en cada país e internacionalmente hasta convertirse en el polo de atracción y reagrupamiento que la actual etapa de la lucha de clases reclama.
Alejandro Bodart
Importantes resoluciones
En la Conferencia de la LIS fueron debatidas y aprobadas una serie de resoluciones políticas y campañas de acción sobre los hechos más salientes que hoy presenta la lucha de clases global.
- En primer lugar se votó el texto «Nuestra estrategia para la revolución socialista», que ubica el actual contexto político de la nueva organización y desarrolla sus bases programáticas. También, unos apuntes sobre la situación de crisis económica internacional y una resolución sobre cambio climático y extractivismo desde una perspectiva ecosocialista.
- Además, se aprobaron campañas internacionalistas concretas para llevar adelante en todos los países en donde actúa la LIS: una de solidaridad con la ejemplar lucha de los chalecos amarillos de Francia y otra para intervenir con una política revolucionaria en el dinámico movimiento de mujeres con miras al próximo 8 de Marzo.
- Por otra parte, fueron debatidas y aprobadas sendas resoluciones y declaraciones políticas sobre la situación en Europa y la crisis de la Unión Europea, la candente problemática de los inmigrantes, el nuevo ascenso en el norte de África, contra la guerra imperialista en Yemen y las amenazas norteamericanas a Irán, sobre la lucha nacional del pueblo de Kurdistán y de solidaridad con Palestina ante la agresión del Estado sionista de Israel.
- En cuanto a América Latina, la Conferencia votó resoluciones sobre la lucha estudiantil contra Bolsonaro en Brasil, la postura crítica frente a los gobiernos de Nicaragua y Venezuela junto al repudio a toda injerencia imperialista, así como una campaña contra las amenazas fascistas a dirigentes estudiantiles en Colombia.
- Sobre el cierre de la Conferencia llegaba la noticia de la represión y detención de dos de nuestros dirigentes de Pakistán por encabezar una movilización popular, de modo que se acordó una urgente campaña solidaria de pronunciamientos.
Próximamente, los textos completos de todas estas resoluciones serán publicados en la página web lis-isl.org y también, junto al desarrollo de las conclusiones y reportajes a los protagonistas, en una edición especial de nuestra revista Nueva Izquierda.