Lo llamativo son los contrastes. La desigual combinación de marginalidad con atributos de las principales ciudades capitalistas del mundo. El debate político de la coyuntura electoral revela, también, dos modelos de contenido social opuesto en la ciudad. Diagnóstico y propuestas socialistas.
El presupuesto total de CABA para el 2019 equivale a la mitad del mismo de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, su población total es cinco veces menor. El PBI de CABA la pone entre las 30 ciudades más ricas del mundo, comparable en volumen total a Boston o San Francisco. Per cápita, ese mismo guarismo, el PBI la hace comparable a Bélgica o Pekín. Sin embargo, esos indicadores son engañosos, ya que diluyen la distribución de la producción y el ingreso, su apropiación de clase. Buenos Aires es la ciudad de los contrastes más marcados, de las antinomias más dramáticas, absurdas e inadmisibles. Es profundamente injusta, en toda su esencia capitalista e inhumana. El PRO gobierna hace 12 años. Esta capital fue su vidriera y trampolín nacional. La gestión desde 2007 se caracteriza por un criterio empresarial, de ciudad S.A. En 2015 lograron aprobar en la Legislatura la creación de un ente denominado Agencia de Bienes que se adjudica el derecho de vender todos los terrenos y edificios de dominio público de la Ciudad ubicados al norte de la avenida San Juan. Con este proyecto, sumado al de la Corporación del Sur y la Corporación Puerto Madero, el territorio completo de la Ciudad queda en manos de la voluntad exclusiva del Poder Ejecutivo: cada decisión que se tome respecto de esos predios no pasa por ningún control público, ya sea la Legislatura, las Comunas o cualquier instancia. En el proyecto de ley se esgrime un solo argumento: cualquier bien público puede ser enajenado si el Gobierno de la Ciudad lo considera innecesario para la gestión. En definitiva: la legalización de la CABA transformada en commodity para la mercantilización capitalista.
Sergio
Las crónicas policiales dicen que murió de hipotermia. Es como en los casos de gatillo fácil donde los grandes medios dicen que el chico muerto falleció de un paro cardio-respiratorio. Claro, las balas nada que ver. Sergio Zacariaz murió de frío, pero eso fue porque antes empezó a morirse de hambre, de falta de trabajo, de techo y así. 52 años. Fue una de las noches heladas de hace pocos días. A cuatro cuadras de la Casa de Gobierno. A seis de Puerto Madero, donde sobran casas, porque la ociosidad oscila entre el 65 y 70%. En 170 hectáreas viven algo más de 10 mil personas. En limpio: solamente uno de cada tres viviendas en condiciones de ser habitadas lo están. Como en Puerto Madero, en toda la ciudad hay casi un 30% de viviendas deshabitadas. La Villa 31 abarca 30 hectáreas, pero viven 60.000 personas. La gente en situación de calle va de 7.000 (en indefensión total) a más de 20.000 con un pie en lo mismo, ya que alternan en hoteluchos de mala muerte de colchones por un día. Casas sin gente y gente sin casas. Una más: el cuadro lo completa el 50% de la población porteña que sufre “pobreza energética”, esto es que gasta buena parte de sus ingresos en pagar los servicios, o limita su consumo al no poder pagarlos. Son postales de la ciudad capitalista de Larreta y la oposición que lo parió (antes a Macri, después a él). Repasando entonces: el total de la riqueza producida emparenta a la ciudad de la furia con las metrópolis del primer mundo. Su administración política clasista construye realidades de doscientos años atrás. Todo tiene explicación, y a la vez, salida. Posibilidades de reorganización sobre nuevas bases.
Un réquiem para el progresismo
Así se llama en la liturgia católica la música que despide a los muertos, el réquiem. El progresismo de la ciudad, merece (no es chicana) ese homenaje. Para enfrentar el armado de Cambiemos con Larreta y Lousteau, el Frente de Todos le opone un rejunte que sintoniza con la orientación nacional del kirchnerismo:
- Lammens, como Jefe de Gobierno. Presidente de un club de fútbol, con chapa de empresario ascendente, moderado. Votante de Lousteau en la última elección.
- La Cámpora al Senado, con Recalde, premio consuelo.
- Las candidatas del feminismo progre, legitimando: Dora Barrancos, testimonial “acompañando” a Recalde; Ofelia Fernández a la legislatura, del espacio de Grabois, con retórica irreverente, pero con disciplina política “a la unidad”, y Donda, primera firmante del proyecto de ILE en diputados, pero ahora integrante de un frente con antiderechos por doquier.
- Pino, el cineasta de las causas soberanas y antiimperialistas, con promineros, apologistas del agronegocio y, en la CABA, prestadores de gobernabilidad a Macri durante años.
En los programas de tele, los candidatos del progresismo de “bajas calorías” imputan derechización al votante porteño. Obvio, reaccionarios hay, pero el problema es el corrimiento a derecha de las referencias del progresismo en el país y también en la Ciudad. En definitiva, que en paz descanses, progresismo porteño.
La izquierda en la ciudad, nuestro proyecto
Aunque toda la coyuntura está nacionalizada con la elección y el debate presidencial, la capital del país tiene agenda propia. El panorama que describimos más arriba, con el gobierno macrista de gestión patronal en la ciudad y la oposición que, aunque no es lo mismo, en los “consensos básicos de clase” se le parece, queda más claramente delimitado el espacio para la izquierda. En concreto, solo el frente FIT-MST plantea ante cada derecho en disputa una propuesta de salida, de política pública concreta, no de consigna abstracta:
- Vivienda: el último censo de la CABA da 340 mil viviendas sin uso. Que se declaren todas de utilidad pública, sujetos a alquiler social o expropiación. El techo propio es básico. Complementariamente, impuestos especiales a las corporaciones con asiento en la ciudad, y financiar con esos recursos la total urbanización de las villas.
- Educación: eliminar los subsidios a la educación privada, reorientar a la pública. Aumento salarial docente e inversión en infraestructura y construcción de las escuelas que faltan.
Salud: emergencia sanitaria, incorporación de 3.500 enfermeras. Inclusión en la carrera profesional de salud a todo el personal discriminado. - Subte: revocar la concesión a Metrovías. Estatizar con control social de trabajadores y usuarios.
- Aborto legal y ESI: aplicación de la ILE y obligatoriedad de la ESI, laica, científica y feminista / disidente.
- Más verde, menos cemento: garantizar espacios verdes y públicos en la Ciudad. Anular la Agencia de Bienes y desmantelar las corporaciones del extractivismo urbano.
- Democracia real, sin privilegios: reforma integral del sistema político, con el establecimiento de un salario para los cargos electivos equivalente al de una directora de escuela, doble jornada con 10 años de antigüedad. Obligatoriedad de usar lo público para todos los funcionarios.
Estas y otras propuestas, que incluyen comunas, cultura y desmantelamiento de la policía metropolitana, perfilan un programa independiente en la CABA, anticapitalista y socialista. No son nuevas, las levantamos desde las bancas que nos tocó ocupar con Vilma Ripoll primero y después con Alejandro Bodart. Tenemos camino recorrido, de lucha y causas que defendemos. Ahora toca fortalecer concentrando el voto de izquierda en las candidaturas del FIT-Unidad en CABA y en todo el país. Y claro, activar, organizarse, militar con el MST para respaldar con fuerza política este proyecto de otra Ciudad, reorganizada, sobre nuevas bases.
Mariano Rosa