Ha comenzado un masivo proceso de movilización en los hospitales y centros de salud de toda la provincia mediterránea. A propósito de eso, conversamos con Gastón Vacchiani, médico del Hospital Neuropsiquiátrico, Secretario General de la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) y coordinador provincial de ANCLA.
Contanos sobre el conflicto que se está dando en los hospitales de la provincia ¿Qué lo desató?
Lo que está sucediendo en Córdoba es una verdadera rebelión sanitaria, lo que los compañeros dicen es un Cordobazo en salud. Hartos de las pésimas condiciones laborales y salariales se han organizado asambleas absolutamente masivas, muchas de ellas autoconvocadas en prácticamente todos los hospitales de la provincia. Y esto tuvo un detonante en un hecho puntual: las renuncias masivas en el hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto en el sur de la provincia, donde médicos se plantaron frente al gobierno y le dijeron que en esas condiciones no iban a seguir atendiendo. Producto de ello hubo un efecto contagio que ahora se está viendo con gran participación en los hospitales tanto del interior como de capital.
Nuestros salarios básicos no llegan a cubrir la mitad de la canasta familiar y en el caso de los compañeros administrativos, camilleros y maestranza están mucho más lejos. El salario básico de un médico, que es de los sectores que mejor cobran, es de 75 mil pesos. Perdimos 15% frente a la inflación del año pasado, ya llevábamos un retraso histórico y ahora pretenden darnos un aumento del 98% para todo el año que sigue, por debajo de la inflación, y en cómodas cuotas que hace que nuestro salario se siga depreciando.
Evidentemente el conflicto tiene un origen multicausal, porque el salario es lo primero pero también la precariedad que recorre todo el sistema, la falta de personal que hace que estemos con sobrecarga laboral, que no se habiliten las vacaciones en algunos casos, eso se ve en cada una de las asambleas. Esto tiene que ver con una política de vaciamiento y de ajuste desde hace años en la provincia de Córdoba que desde la UTS venimos denunciando.
La situación de la salud pública provincial es gravísima: servicios colapsados y trabajadores en pésimas condiciones. La renuncia del ex ministro Cardozo, imputado por las muertes en el Neonatal, es una muestra de la política sanitaria desastrosa del gobierno del PJ. Ni siquiera luego de una pandemia mundial el gobierno nos reconoció por nuestro trabajo.
Después de la salida de Cardozo, no hace mucho asumió como nueva ministra de salud la licenciada Gabriela Barbas que ya era del equipo de Cardozo. Pero la política de salud no ha cambiado en nada, seguimos en el abandono y el olvido. La política sigue siendo de ajuste a la salud pública y beneficiar negocios privados de empresarios amigos del poder. Creo que en la suma de estas cuestiones se puede entender por qué muchos compañeros ya consideran que continuar con estas condiciones laborales y sobre todo salariales es inadmisible.
¿Cuáles son las características de esta rebelión?
Lo que estamos viendo es un proceso histórico como hace tiempo no veíamos. Como decía, con un peso importante de la autoconvocatoria y también con presencia de los sectores gremiales combativos que desde hace tiempo venimos denunciando al gobierno. Desde UTS hace años que denunciamos esta situación, lo venimos haciendo en cada protesta, en cada una de las paritarias, convocando a las asambleas hospitalarias y rechazando los acuerdos entre la conducción burocrática del SEP (Sindicato de Empleados Públicos) y el gobierno del PJ. Y eso es otra de las cosas que se refleja con fuerza en las asambleas, el hartazgo con que nuestras paritarias se cierren en una mesa de café entre el gobierno y un gremio amigo. Porque para hacer pasar esta política el gobierno ha contado con la complicidad del legislador oficialista José Pihen, secretario general del SEP, que dice ser representante de los trabajadores y trabajadoras pero en realidad está del otro lado del mostrador. Que por ejemplo en 2020 mientras se votaba la reforma que recortó las jubilaciones provinciales se hizo otorgar una jubilación de privilegio justo antes de que se apruebe la reforma. Ese tipo de manejos burocráticos despierta muchos rechazos, incluso a veces genera cierto sentimiento antigremio o antiorganización en general. Por eso nos parece importante explicar que estamos construyendo un modelo distinto desde la UTS.
Y también hay una cosa que se está dando, mucha solidaridad de la población. Porque además de las y los trabajadores quienes sufren estas situaciones son las y los usuarios que ven resentida la atención y pagan el precio de la desidia de este gobierno. Hay entre sectores de los trabajadores cada día más conciencia de que la lucha no es sólo por mejorar las condiciones laborales y salariales, sino también por una política sanitaria distinta en la provincia, para que se fortalezca el sistema público con más personal e infraestructura y se termine la precarización y la violencia laboral. Si bien lo que más moviliza es el reclamo salarial, cada vez más compañeros toman también estos otros ejes del reclamo.
¿Cómo está el sistema de salud en Córdoba? ¿Cómo era la situación del equipo de salud antes del estallido que se vive ahora?
Como te decía antes, hay una política sistemática de achique constante año a año de la salud pública para favorecer negocios privados. Esto se puede ver en cada uno de los presupuestos provinciales. Con el recorte de personal, cargos que se pierden porque se jubilan compañeros y no se reemplazan o se hace con contratos precarios. También un recorte de servicios, hace poco lo vimos con el cierre del IPAD, una institución que atendía las situaciones de consumos problemáticos de sustancias. O con las tercerizaciones de limpieza, cocina y farmacia. Ahora también vienen por esterilización.
La situación del equipo de salud es de mucho cansancio yde mucho desgaste después de los tremendos momentos que nos tocó pasar en la pandemia. En la provincia de Córdoba fallecieron más de 130 trabajadores en la pandemia.
¿Cuál es el papel que viene jugando la UTS en este conflicto? ¿Qué actividad venía desarrollando antes?
Desde UTS, que ya habíamos convocado a las asambleas llamamos a profundizar las medidas. De hecho el paro del 16 de noviembre salió de una propuesta nuestra en varias asambleas conjuntas que se realizaron. Y también la propuesta de confluir en una jornada de 48 horas como parte del paro nacional del 17 que se convocó en el congreso fundacional de FESINTRAS, nuestra federación nacional. Nuestra apuesta es fomentar la autoorganización, la participación y la movilización en cada una de las asambleas de cada uno de los hospitales y para eso brindamos el respaldo legal y gremial que tiene que ser un gremio con inscripción y con cierto reconocimiento ganado en estos años de luchas. Y por supuesto a la unidad en la diversidad del equipo de salud.
¿Qué propuestas tienen desde la UTS?
Las propuestas que fueron saliendo del trabajo en las asambleas son 120% de aumento al básico, un bono de $100 mil a fin de año, derogación de la ley 10.694 y todas las leyes de recorte a la Caja de Jubilaciones, el reconocimiento laboral y salarial de las y los residentes y el fin de la precarización laboral con el pase a planta permanente para todas y todos los trabajadores de salud.
¿Qué importancia tiene la creación de FESINTRAS en esta situación?
Más allá de Córdoba, sabemos que en varios puntos del país los equipos de salud estamos peleando por un reconocimiento a nuestra tarea. En nuestra provincia estamos en un momento histórico, un verdadero Cordobazo de la salud. Las y los compañeros de Río Cuarto dieron un primer paso plantandose con mucha dignidad contra las pésimas condiciones salariales y rechazaron el bono trucho con que intentaron dividirnos. Y en los hospitales de toda la provincia se extendió y creció la bronca, y se está convirtiendo en lucha. Entendemos que la Federación puede jugar un rol central de coordinación de todas las luchas que se están dando nacionalmente, que en este momento son muchas y con un objetivo claro que es conseguir una paritaria nacional para salud que nos permita discutir de conjunto las condiciones salariales y laborales de todos los trabajadores de salud de la Argentina y la pelea por un sistema único de salud.
¿Cuáles crees que pueden ser las claves para que se pueda ganar esta lucha?
La clave creo que está en tres cuestiones: mantener la movilización constante en cada una de las asambleas, la segunda, la Unidad en la diversidad del equipo de salud y la tercera, la democracia sindical. Que cada propuesta sea traída por los delegados y delegadas a cada asamblea y que sean las asambleas las que den mandato, las que acepten o rechacen cada oferta, que decidan cada paso a seguir. Y una cuarta clave si se quiere es mantener la organización, entendemos nosotros que fortaleciendo UTS, poemos tener un gremio fuerte para poder pelear por una paritaria para salud. Porque el riesgo es que logremos obtener un aumento salarial importante y que después producto de paritarias acordadas entre el SEP y el gobierno esto se vaya perdiendo. Por eso es que ahora a la par de reclamar y organizarnos para la lucha entendemos que también hay que fortalecer una herramienta gremial como UTS, distinta a las del viejo modelo burocrático y fortalecer los cuerpos de delegados de cada uno de los hospitales. Para que si, como entendemos que va a pasar, de esta lucha salimos con un triunfo, podamos defender lo conquistado a lo largo del tiempo.
Entrevistó: Iván Sosa