En medio de debates electorales dentro del FDT, la ministra de desarrollo social Victoria Tolosa Paz hablade recuperar “la mística del 2019”. Si con mística se refiere a que la coalición de gobierno sea la empleada del mes del FMI, con la suspensión del 50% del salario a 160.000 beneficiarios del potenciar trabajo, podríamos afirmar que va por buen camino. Una mística de hambre, entrega y pauperización de la población.
Escribe: Nahuel Orellana
Comenzó el calendario electoral y los debates para dirimir candidaturas dentro de los partidos tradicionales están al rojo vivo, pero eso no es lo único caliente. La profundización del ajuste del FMI, llevado adelante por el gobierno, avanza por un camino totalmente a contra mano de las necesidades de la clase obrera y los sectores populares.
Verano caliente de ajuste, crisis y lucha
Luego de cerrar un 2022 con una inflación de casi tres dígitos, el gobierno y el superministro Massa prometieron que íbamos a una baja inflacionaria, pero, obviamente, el bolsillo de la gente y los números del INDEC no dicen lo mismo. Hace unos días se dio a conocer que la inflación de enero fue del 6% y que hoy en Argentina se necesita un salario de $163.539 para no ser pobre. Esto refleja que un trabajador esta más cerca de hundirse en la línea de indigencia que de poder satisfacer sus necesidades y las de su familia. ¿Qué nos queda para los titulares del potenciar trabajo que percibimos un salario por debajo de la línea de indigencia.
Ante este panorama, la ministra de Desarrollo Social de Nación, Victoria Tolosa Paz, fue la pionera en poner el ministerio al servicio de efectuar el ajuste acordado con el FMI, es decir, bajar el déficit fiscal con una brutal reducción del gasto social. Por eso, en el mes de febrero fueron 160 mil personas beneficiarias del programa Potenciar Trabajo los que sufrieron el descuento del 50% de salario. A su vez, desacopló este beneficio del Salario Mínimo Vital y Móvil, por ende, todo aumento depende de su voluntad política, que ya dejó muy en claro que será nula en los próximos meses. Los comedores y merenderos populares no le son ajenos al ajuste. El ministerio responsable de proveer alimentos a miles de familias a lo largo del país decide no regularizar la entrega mensual de suministros, siendo que tiene un presupuesto periódico para tal fin. ¿A dónde va a esa plata? Al FMI, ya lo sabemos.
Con deseo de minimizar las necesidades de los sectores populares,, y subestimando el plan de lucha de la Unidad Piquetera, la ministra compara la actual crisis con la del 2001, afirmando que quienes se movilizaban en ese entonces sí estaban en una situación de «vulnerabilidad extrema». Si hay algo que reconocerle a la ministra es la habilidad para seleccionar palabras, ya que la “vulnerabilidad” es un parámetro más bien relativo. En cambio, si utilizamos parámetros oficiales del indec, como lo es la línea de pobreza, podemos comprender no solo que el sueldo del potenciar trabajo mira de lejos los $163.539 que se necesitan para no ser pobre, sino que ni siquiera llega a la mitad de los $72.043 que se necesitan para no ser indigente. Deberíamos testear si la ministra podría vivir un mes estirando el sueldo de indigencia del potenciar trabajo sin sentirse “vulnerable”.
Sin grietas contra los piqueteros
Ante este panorama , la lucha de la UP también se profundizó, el hambre y las necesidades movilizan a miles de personas que se organizan en los movimientos sociales. Y ahí aparece la extrema derecha. En los últimos días pudimos ver cómo los liberfachos de Milei y Marra empapelaron la Ciudad de Buenos Aires con sus discursos de odio, mientras, por otro lado, Espert hacía de las suyas en Twitter, pidiendo “cárcel o bala” para los que luchan. Pisándole los talones está Juntos por el Cambio que, mientras pelea su interna, piensa cómo integrarlos a sus filas para no perder votos por derecha. Claramente no sorprende la política que tienen estos sectores que hicieron de los discursos contra los piqueteros sus slogan de campaña.
Pero el Frente de Todos no se queda atrás en la carrera contra los sectores mas vulnerables, y aprieta la lapicera para firmar el ajuste. Mientras reviven el viejo y conocido discurso de “se viene la derecha”, Tolosa Paz, quien asumió el ministerio prometiendo “velar por los que menos tienen”, no pudo ocultar su verdadero rostro por mucho tiempo y ahora ataca a las organizaciones sociales con discursos que nada tienen que envidiarle a los de la ex-ministra macrista Carolina Stanley.
Con dichos aberrantes, la ministra del hambre trata de “extorsionadores” a los que salen a luchar mientras intenta cumplir los sueños de Patricia Bullrich: dar de baja los programas sociales sin brindar una solución de fondo a los miles de argentinos que se encuentran bajo la línea de indigencia por la ineptitud de su gobierno. La derecha no se viene, ya gobierna.
Por otro lado, la ministra declaró “Hay una causa judicial en pleno proceso de investigación. Hoy cerramos el padrón de liquidación donde va a haber 100.000 titulares que se van a dar de baja. Toda esa información va a ir a la causa y va a investigar la justicia”. Es decir, la misma justicia a la cual la coalición de gobierno de la que es parte la ministra denuncia a diestra y siniestra, va a ser la encargada de definir en última instancia la situación de esos programas sociales. Parece ser, que quien realmente “hace política con la pobreza” es la ministra, a la que no le tiembla el pulso para poner en vilo la economía de 100.000 familias y además busca expiarse a través del putrefacto poder judicial.
La bronca la convertimos en lucha
Con la unidad piquetera, de la cual somos parte fundamental con nuestro MST- Teresa Vive, seguimos de pie a pesar de los ataques y salimos a luchar con más fuerza desde el minuto uno de este año. El martes 7 de febrero realizamos cortes en todos los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y en 130 puntos del país, consiguiendo una reunión con los funcionarios de Desarrollo Social sin ninguna respuesta positiva.
Ante esto resolvimos llevar adelante el pasado miércoles 15 de febrero un acampe de 24hs. con la disposición de realizar una nueva reunión con la responsable del ministerio, que se niega una vez más a recibirnos y escuchar en primera persona los reclamos de las y los compañeros de la unidad piquetera que sufren sus recortes.
Para seguir organizándonos, vamos a un gran plenario nacional piquetero, con más de cinco mil delegados representantes de los barrios afectados a lo largo y ancho del país, que se realizará el viernes 3 de marzo en la Plaza de Mayo. Allí es donde debatiremos las problemáticas de las distintas provincias, con el objetivo de encarar un nuevo plan nacional de lucha, no sólo por las reivindicaciones habituales: trabajo genuino, aumento salarial, apertura de programas, alimentos herramientas laborales; sino que también se le sumará el objetivo de salir con mayor fuerza para enfrentar en unidad al ajuste, que es producto de las decisiones de este gobierno que se disfraza de nacional y popular.
Mientras el gobierno nacional y los provinciales entierran en la pobreza a miles de familias en nuestro país, dejando en claro que gobiernan para los de arriba, quieren utilizar los métodos represivos y criminalizadores de la protesta para disciplinar a los luchadores, abriéndole el paso así, una vez más, a los sectores más a la derecha que vienen deseosos de darnos el golpe final. A todos ellos les decimos que no podrán contra el pueblo en la calle. Que como demostramos este tiempo desde el MST – Teresa Vive y la Unidad Piquetera saldremos a la calle contra este ajuste y no daremos el brazo a torcer, uniéndonos a todos los sectores que, más temprano que tarde, también tomaran las calles. Además de la lucha, seguiremos fortaleciendo la única herramienta política visible que tenemos los de abajo, el FIT Unidad, para que los sectores populares y los trabajadores puedan elegir a quienes siempre acompañan su lucha, los que nunca gobernaron, y que pueden hacerlo en favor de nuestras necesidades. La salida a esta crisis en donde sobra derecha, debe ser por izquierda.