Alejandro Bodart: “Necesitamos discutir cómo hacemos para desde distintas tradiciones avanzar en unidad en el reagrupamiento de los revolucionarios”
Les traigo el saludo de la Liga Internacional Socialista, compañeros, compañeras, de la cual mi partido, el MST, es parte. Un saludo fraternal a toda la militancia del Frente de Izquierda. Y a los compañeros que se han acercado hoy a este importante acto.
Estamos viviendo momentos muy complejos para la humanidad. El capitalismo está pasando tal vez por su peor crisis desde que lo conocemos como sistema dominante. Para salvar las ganancias de las corporaciones, para cuidar los privilegios de los patrones, vienen aplicando planes salvajes de ajuste.
Pero se preparan para aplicar planes mucho más brutales. Son conscientes de que no van a pasar esos planes sin represión, por eso los regímenes cada vez se vuelven más y más autoritarios.
Todas las libertades democráticas que conseguimos con lucha están en peligro en el próximo período. Están alentando discursos de odio para estigmatizar a los que luchan, a los piqueteros, a los migrantes, a los pueblos originarios, a las mujeres, a las disidencias.
Está volviendo a emerger el germen del fascismo en casi todos los países. No se detienen ante nada. Están destruyendo la naturaleza y van a seguir por ese camino para garantizarse sus ganancias.
Y como si esto fuera poco, han vuelto a sonar los tambores de la guerra. La disputa entre los distintos imperialistas nos plantea un horizonte donde posiblemente asistamos a una tercera guerra mundial de consecuencias inimaginables por el poderío nuclear que tienen las potencias que están disputándose la hegemonía. Los únicos que podemos frenar la barbarie somos los trabajadores y la izquierda revolucionaria, compañeros.
Estamos asistiendo a luchas tremendas. La clase obrera no los va a dejar avanzar sin lucha. Lo estamos viendo en Francia, en Inglaterra. En nuestro continente se suceden rebeliones cada pocos meses de país a país. Se lucha en Asia contra regímenes de explotación y opresión. Luchan los compañeros y compañeras palestinas contra el Estado genocida de Israel. Se lucha en el Sahara. Se lucha en Ucrania por un derecho tan elemental como el de autodeterminarse y que ninguna potencia, ni internacional ni regional, decida sus destinos. Se lucha en África contra el hambre.
Pero las luchas de los trabajadores y los pueblos tienen un problema. Los trabajadores pelean con los brazos atados, sin direcciones clasistas y democráticas en sus organizaciones, sin una izquierda revolucionaria fuerte que pueda derrotar al capitalismo. Y por eso nos cuesta tanto conseguir victorias contundentes.
Tenemos una gran responsabilidad los socialistas revolucionarios de cómo vamos a enfrentar el próximo período. Y tenemos que reflexionar entre nosotros, porque hay muchas cosas por mejorar.
El Frente de Izquierda es una conquista muy importante, pero tenemos que discutir que tiene limitaciones. Solamente es un frente electoral y lo que se viene en este país son luchas muy importantes, compañeros. No les podemos responder sólo con votos. Tenemos que organizarnos para intervenir en las luchas con fuerza.
El Frente tiene que superarse y tenemos que discutir cómo organizamos a miles y miles para enfrentar los ataques que vamos a tener que enfrentar en el próximo período. Y no los podemos enfrentar sólo con más diputados, que está muy bien tener más diputados y queremos más y más, pero hace falta un Frente que exceda lo electoral.
Y en el plano internacional, compañeros, necesitamos dar pasos para construir una alternativa de masas. No bastan las pequeñas capillas en este momento. Necesitamos discutir cómo hacemos para, desde distintas tradiciones, avanzar en unidad en el reagrupamiento de los revolucionarios, en ir hacia una nueva tradición superadora de todas las nuestras.
Nosotros, humildemente, desde la LIS, estamos intentando trabajar con gente distinta a nosotros mismos. No es fácil. Siempre es más fácil trabajar con el que opina 100% como vos. Pero, lamentablemente, eso que es más fácil no resuelve el problema de dirección que tiene la clase obrera internacional. Por eso tenemos que hacer esfuerzos para ver si podemos, en el próximo período, avanzar a un gran reagrupamiento que dé respuesta a la necesidad más acuciante de nuestra clase.
Podemos jugar un rol muy importante. En Nicaragua, la comisión unitaria que armamos entre distintas corrientes que estamos hoy acá fue cualitativa para lograr la libertad de muchos de los presos políticos.
Miren, compañeros, tenemos diferencias en muchos temas, tenemos diferencias en Ucrania, sobre qué hacer frente a Ucrania, pero no puede ser la excusa para que no hagamos esfuerzos por ver si movilizamos contra la OTAN, contra el expansionismo del imperialismo ruso, contra el nuevo imperialismo chino, que quiere dominar el mundo para hacer lo mismo que los yankis.
Necesitamos discutir cómo hacemos para avanzar, y por eso les traemos algunas propuestas. En Milán, la izquierda, la extrema izquierda italiana, está llamando a una reunión internacional para que discutamos entre todos la nueva situación abierta. Nosotros vamos a participar.
En África, estamos llamando desde la LIS a un congreso panafricano y ya se han anotado muchas organizaciones de distintos países para reunirse y discutir cómo enfrentamos el colonialismo, la explotación, el hambre, no sólo en África, sino cómo damos pasos en reagruparnos a nivel internacional.
Tenemos que discutir si la izquierda argentina va a asumir el desafío, si no convocamos desde acá, entre todas las fuerzas del FITU, abierta a más fuerzas de la izquierda socialista revolucionaria, a una gran conferencia internacional, no solo latinoamericana, sino mundial, para que nos reunamos los marxistas revolucionarios del mundo y discutamos cómo vamos a enfrentar la etapa que se nos viene encima. Nosotros nos comprometemos a trabajar con fuerza con esa perspectiva.
Compañeros, compañeras, la clase obrera es una y sin fronteras. Hagamos los máximos esfuerzos en este período histórico para estar a la altura de las circunstancias y no quedarnos cada uno en las rencillas del pasado o en las pequeñas peleas de aparato. Respondamos a las necesidades que tiene nuestra clase. Pongamos eso por delante.
¡Viva el 1° de Mayo! ¡Viva la clase obrera, que es una sin fronteras! ¡Viva el programa de la revolución socialista, compañeros y compañeras!
Cele Fierro: “Hacer que el FIT Unidad sea más fuerte y discuta sin tenerle miedo a la democracia real”
Buenas tardes, casi buenas noches, compañeras y compañeros. Desde acá, un saludo enorme a toda la militancia de nuestros cuatro partidos, a las compañeras y compañeros activistas y luchadores que nos encontramos todos los días en las calles, que están acá presentes, y que con todas y todos hemos logrado poner en pie este gran acto de la izquierda en el día internacional de nuestra clase, la clase trabajadora.
Acá estamos quienes, además de organizarnos en nuestros lugares de laburo contra las patronales, la burocracia, el gobierno, contra el ajuste, también tomamos en nuestras manos la construcción de alternativa política. Una alternativa de este lado de la mecha, independiente de todos los gobiernos capitalistas. En esa construcción tenemos un paso muy importante, que es la unidad de las principales fuerzas de la izquierda en nuestro país, es el Frente de Izquierda Unidad, con un programa sólido, el único programa anticapitalista y socialista.
Somos la única fuerza política que se plantea superar este capitalismo decadente, este capitalismo que nos explota, nos saquea, nos contamina, nos oprime y nos está quitando hasta la esperanza de pensar en un futuro con derechos, con libertad. Un futuro que sea digno de ser vivido, un futuro con felicidad. Por eso acá estamos quienes levantamos con mucha fuerza la pelea por ese futuro digno.
La economía está al borde del precipicio. Estas medidas de contragolpe que toma el gobierno, o mejor dicho, este co-gobierno del Frente de Todos con todos los sectores y con el FMI, lo que están mostrando y haciendo ver es que no va más un país dirigido por las manos de los patrones, los bancos y los pooles de siembra. ¿Y saben qué? Estas medidas de shock, tipo Milei o Bullrich, con dolarización, más explotación y salarios de 20 dólares, no van a pasar. Porque acá está nuestro pueblo, nuestro extraordinario pueblo, la enorme clase obrera con memoria histórica que no los van a dejar pasar. Porque esas propuestas, compañeras y compañeros, pueden abrir un estallido social. Porque los vamos a enfrentar; que estén seguros que los vamos a enfrentar.
Acá la única salida, como dijeron algunas de las compañeras y compañeros que me precedieron en la palabra, es por izquierda. Duro con los capitalistas. Acá no tenemos miedo de decir que hay que romper con el FMI; que hay que dar aumento de salarios, de jubilaciones y asistencia social, de terminar con la precarización y generar trabajo genuino. Somos quienes entendemos que tenemos que tomar las decisiones en nuestras manos, que las dejen de tomar por nosotros. Tenemos que ir por la nacionalización de la banca, el control del comercio exterior, y ser nosotras y nosotros quienes decidamos qué se produce en nuestro país y en función de qué necesidades: las necesidades de nuestro pueblo. Ese programa sólo lo podemos llevar adelante la izquierda y las y los trabajadores.
No voy a contar de la crisis que vivimos, no hace falta. Pero hay que saber que es muy profunda, social, económica y política. Gobierne quien gobierne, gane quien gane, le van a poner más fuego a esta olla a presión, y puede explotar. Por eso es central que nos pongamos las pilas, es central nuestro rol, el rol de la izquierda ante lo que se viene. Por eso tenemos que lograr transformarnos en un gran movimiento político. En un frente que vaya de forma conjunta a cada una de las luchas, no a apoyarlas por separado. Un frente político permanente, para dar una respuesta real y única a la situación que vive nuestro pueblo.
Tenemos que traspasar el estadío electoral. Tenemos que ser esa fuerza que esté a la altura de las circunstancias. Hoy por supuesto que tenemos que pelear por más bancas para tener esa representación. Pero no es lo único y no nos podemos conformar. Por eso, como les decía, después de las elecciones imagínense lo brutal que va a ser el ajuste, si hoy es como es. Porque ahí todos los sectores quieren avanzar con más flexibilización laboral, vienen por nuestras jubilaciones, vienen a privatizar lo poco que nos queda, vienen a seguir saqueando nuestros bienes comunes, destruyendo nuestros territorios. Compañeras y compañeros: va a haber resistencia, va a haber luchas en nuestro pueblo y tenemos que tener un frente poítico que dé respuestas unitarias a esa situación. A eso nos tenemos que enfrentar. Tenemos que terminar con que nuestro frente sólo batalle en lo electoral. Eso es lo que hace falta para estar a la altura de las circunstancias. Porque no podemos descartar un nuevo 2001. No lo podemos descartar y la fuerza del Frente de Izquierda se tiene que sentir ahí, en las calles, en las luchas, siendo una verdadera alternativa política. Lo podemos hacer.
Además, para hacerlo, para dar esta batalla en común, también tenemos que ser una fuerza convocante. Convocar desde nuestro programa a toda esta militancia, a todo el activismo, a los simpatizantes del Frente de Izquierda, a que se sumen en base a nuestro programa. Para hacerlo más fuerte, más grande, para dar esas batallas que tenemos por delante. Tenemos que actuar, para ser esta fuerza convocante, sin ningún tipo de sectarismo, porque es con nuestro programa No podemos creer que ya tenemos resuelto el problema de la dirección. Tenemos que seguir avanzando en la construcción que hace falta y transformarnos así en esa verdadera alternativa política. Porque hay que ser claros. Recién lo decía con el falso progresismo, con los que nos gobiernan: si los lugares no los ocupamos nosotras y nosotros, los van a ocupar otros. El espacio para salir a enfrentar este ajuste lo tenemos que ocupar nosotras y nosotros. Porque si no, el falso progresismo con discurso bonito se pinta como alternativa. Son ellos, no sólo los que no rompen con este sistema: son ellos los responsables de este ajuste y de abrirle la puerta a la derecha. Esa derecha que también tenemos que enfrentar en cada uno de nuestros lugares. Debatir hasta el final que la única libertad por la que pelean es la libertad de los patrones, de las corporaciones y del imperialismo en contra nuestra.
Compañeras, compañeros, este año lo recorren la crisis y las elecciones. Tenemos que hacer los mayores esfuerzos para lograr una lista única. Una lista donde estén todas las fuerzas representadas, donde tengamos visibilidad, donde salgamos a pelear todos juntos con un mismo programa. Es este momento en el que tenemos que discutir cómo hacemos para que el Frente de Izquierda sea más fuerte también.
Acá lo ideal, lo escuchaba recién, por supuesto que lo ideal no es ir a las PASO. Lo ideal es utilizar un mecanismo obrero, una gran asamblea con toda nuestra militancia, con laos activistas que están presentes en esta Plaza, con quienes nos encontramos en cada lucha, en cada barrio. Los que se ponen a la cabeza de enfrentar el ajuste y la pobreza con los movimientos sociales, los trabajadores que enfrentan a la burocracia, las mujeres y las disidencias, las compañeras y los compañeros de esa juventud que da pelea en cada lucha en defensa de nuestro ambiente.
Con todos ellos decidir de forma conjunta cuáles son las mejores candidaturas, cuáles son los mejores lugares, cómo hacemos para unir a todas y a todos, y salir todos juntos a dar la pelea en la batalla electoral. Pero haciendo que el Frente de Izquierda sea más fuerte y discuta sin tenerle miedo a la democracia real y así tener una campaña unificada para dar una respuesta a todo lo que está padeciendo nuestro pueblo. No hay que tenerle miedo a la democracia real. ¿Y saben qué? Si hay PASO, tampoco dramaticemos, no hagamos una novela de eso. Porque después vamos a seguir dando la pelea todos juntos. Nuestras candidaturas, como lo dijimos todo el tiempo, están al servicio de que nuestro frente sea cada vez más grande y más fuerte, para dar todas las batallas que se vienen y prepararnos, justamente, para el gobierno que va a venir.
Hoy podemos salir de este acto con más fuerza, podemos salir construyendo desde lo colectivo. Tenemos la tarea de multiplicar la influencia del Frente de Izquierda Unidad, Tenemos el desafío de hacer que la izquierda sea protagonista de la etapa que se viene y eso depende de nosotras y de nosotros.
Acá estamos quienes rechazamos cualquier opción tibia, posibilista, del malmenorismo. Acá somos optimistas, optimistas de nuestra clase, optimistas de nuestro programa obrero, socialista, revolucionario. Que nos preparemos para gobernar. Que nos preparemos para dar los cambios de fondo, de raíz, para dar vuelta todo, compañeras y compañeros. Para seguir peleando y abriendo el camino a la pelea más estratégica que tenemos, que es la pelea por el socialismo y por un gobierno de las y de los trabajadores. No nos queda nada por perder y todo un mundo por conquistar.
¡Viva el 1° de Mayo! ¡Viva la clase obrera! ¡Viva el Frente de Izquierda Unidad! ¡Sigamos luchando por un gobierno de las y los trabajadores y el socialismo!