El domingo 25 de junio fueron las elecciones provinciales en Córdoba. Al cierre de esta edición los resultados aún no estaban claros por el bochornoso escrutinio provisorio. Lo que sí es un hecho es que la izquierda renovó la banca de Luciana Echevarría.
Escribe: Viki Caldera
Ahora nos encaminamos a una nueva elección, en este caso de la capital cordobesa. En esta nota compartimos balance de la elección que pasó y perspectivas para la que se viene.
Una elección bajo sospecha
El escrutinio provisorio fue muy irregular, por eso a casi dos semanas de cerrados los comicios aún no hay resultados oficiales, se borraron todos los datos del sistema y en el escrutinio definitivo se está contando prácticamente urna por urna.
Así las cosas, el candidato oficia-lista Martín Llaryora se dio por ganador con el 42,76% de los votos, separado de Juez por sólo 3 puntos. Luis Juez después de acusaciones varias, idas y vueltas, reconoció la derrota pero aguarda al escrutinio definitivo para «felicitar» a su contrincante. Hay mucho por analizar en esta Córdoba donde el «modelo cordobesista» se agotó.
El gran perdedor fue Schiaretti
Llaryora y Schiaretti pusieron pautas inéditamente millonarias en los medios masivos de comunicación, también volcaron millones a redes sociales y se la pasaron inaugurando obras: plazas, parques, bicisendas… en los barrios se decía que si te descuidabas después de cortar el pasto de tu patio, pasaban y te lo inauguraban.
Por el lado opositor las internas históricas de Juntos por el Cambio en la provincia impidieron la salida de ese frente que empezó a hacer campaña apenas 30 días antes de las elecciones y muy debilitados. Después de mucha rosca, la fórmula no fue Juez – De Loredo, sino que este último decidió jugar en las municipales, lo que fue visto como un guiño de este espacio político a Schiaretti, una especie de remake del «pacto de las tejas», donde el PJ se quedaba con la provincia y la UCR con el municipio.
Schiaretti se dio la línea de comprar referentes de Juntos por el Cambio e incorporarlos a su espacio, lo que a la luz de los hechos le reportó poco beneficio. Pero sin dudas, lo que más lo afectó fue su frustrado ingreso a la coalición de Larreta y Bullrich. Lo que impulsó el crecimiento de Juez.
Un modelo acabado
De la elección surge un gobierno débil, que logra imponerse por un márgen muy exiguo y que termina perdiendo el 35% de su bancada en la Unicameral. Lo que obligará a Llaryora a tener que negociar permanentemente para lograr aprobar las leyes antipopulares que prepara. La sintonía ajustadora de los 2 grandes bloques legislativos preanuncia un trabajo en común al que seguramente se sumarán el kirchnerismo, los libertarios y Encuentro Vecinal. Lo que dejará nuevamente a la izquierda como única voz para enfrentarlos.
La tarea del nuevo gobierno será intentar convencer a la sociedad de que son algo diferente al espacio que gobierna Córdoba hace 24 años. Difícil tarea en la que ya están embarcados.
Desbarranque K y papelón libertario
Hay otros dos actores muy golpeados en esta elección. Son dos sectores políticos que no habían participado en las elecciones de 2019 y que tenían expectativas de resultados mucho mayores de los que finalmente obtuvieron. En el caso del kirchnerismo, en la elección de 2019 levantaron su lista por orden de Cristina y llamaron a votar a Schiaretti. Su dirección fue Schiarettista durante 4 años y este año definieron presentar lista propia y para disputar el voto peronista no tuvieron mejor idea que reivindicarse delasotistas. Dos de las peores decisiones que este espacio ha tomado desde su origen y su propia base se las cobró. Quedaron en sexto lugar, reducidos al 10% de su mejor performance electoral.
Por su parte, los libertarios que confiaban en que colgarse de Milei los impulsaría hacia el éxito, cosecharon un magro 2,6% para gobernador y para la Unicameral quedaron por debajo del FITU.
La izquierda renovó su banca
En este contexto tan complejo, de mucha polarización, de corrimiento a la derecha de todas las fuerzas políticas y de surgimiento de nuevos actores, no sólo logramos renovar la banca de Luciana, sino además ser cuarta fuerza en el tramo legisladores superando al kirchnerismo y a los liberales. Esto es fruto de una enorme campaña a pulmón de toda nuestra militancia. Y también expresa el reconocimiento de las cordobesas y cordobeses a lo hecho por nosotros estos años. Porque valoran que hayamos estado siempre en cada lucha y nunca nos hayamos callado frente a las barbaridades de este gobierno. También que seamos una izquierda que propone, que ya presentamos casi 300 proyectos elaborados colectivamente y nos comprometamos a buscar respuestas a las necesidades más urgentes de la población.
El dato que mejor grafica el apoyo recibido por Luciana es el del corte de boleta, que en esta ocasión llegó a porcentajes inéditos, muy superiores a los cosechados habitualmente por la izquierda: 28% a nivel provincial y 35% en la capital, donde el tramo que encabezó Luciana cosechó un 5,5%.
Datos que reflejan un alto reconocimiento pero también un mensaje hacia el conjunto de la izquierda, sobre la necesidad de renovación de sus referencias, no para denostar valiosas trayectorias, sino para apostar a nuevas compañeras que son claramente las que mejor representan a la izquierda en estos momentos.
Las elecciones que se vienen
Menos de un mes después de la elección provincial, las cordobesas y cordobeses de la capital vamos a elegir intendente y concejales.
Al igual que en la provincia, el perfil de Hacemos Unidos por Córdoba y Juntos por el Cambio es casi idéntico. De hecho el candidato a vice del HUxC es Pretto, que fue hasta hace semanas presidente del PRO. Sus propuestas son más policía, más mano dura y menos derechos.
A diferencia del kirchnerismo que bajó su lista, los liberales sí se presentan. Pero deberán hacerlo sin el apoyo de Milei, que decidió desconocer el armado capitalino luego de que su candidata a intendenta, Sikora, le exigiera a Luis Juez esconder a Milagros, su hija, por tener una discapacidad. La indignación fue tan grande que sostenerla fue mucho hasta para el insensible de Milei.
La única izquierda que se presenta es el Frente de Izquierda Unidad, en una lista encabezada por Laura Vilches como intendenta y por quien escribe, Viki Caldera, como vice. Los resultados obtenidos en las elecciones provinciales en la capital plantean como bastante probable que la izquierda logre conquistar una banca en el Concejo, lo cual sería muy importante de cara al país y a la provincia que se viene.
Nuestra ciudad fue entregada a los negocios privados. Los desarrollistas inmobiliarios, las tercerizadas, los empresarios del transporte, hacen lo que quieren y se llenan los bolsillos, mientras a los de abajo nos cuesta cada vez más todo y padecemos servicios pésimos. Además la destrucción ambiental arrasó con el poco verde que nos quedaba y hoy estamos peleando para que la única reserva urbana que tenemos deje de ser atacada y se amplíe. Para todo esto necesitamos, también en el Concejo, una voz que no se calle.