Escribe: Jessi Gentile
Con la asistencia de delegaciones de 30 países de los 5 continentes, en marzo de este año en Barcelona se desarrolló el II Congreso Mundial de la Liga Internacional Socialista.
Durante sus sesiones se resolvió que ante el colapso ecosistémico al que nos arrastra el capitalismo con pandemia mediante, guerra y la depredación de nuestro único planeta, urge darle continuidad al inédito encuentro socio ambiental que iniciamos en 2022 para seguir organizando una respuesta internacional entre las y los luchadores de todos los rincones del mundo que defendemos la vida. El II Foro de ecología política socialista, votado en dicho congreso, tuvo lugar el sábado 8 de julio. Como no podría ser de otra manera, se convirtió nuevamente en un evento único, nucleando a revolucionarios de todas las latitudes.
La jornada contó con 5 paneles, a las 10 am de nuestro país se inició el evento con dos paneles de nivel, el primero titulado Militarización de la ecología y disputa por la hegemonía. Guerra en Ucrania, amenaza nuclear y 3ra guerra mundial. Como ponentes asistieron Yegor Zamisky y Oleg Vernyk (Ucrania), Anneke Demanuele (Australia) y Alejandro Bodart (Argentina). En simultáneo se llevó adelante el panel de Saqueo, depredación y migración climática: África, Asia del Sur y Medio Oriente. Asistieron como ponentes Khoder Anwar del Líbano, Awais Qarni de Pakistán y Okaka Rodgers de Kenia.
Llegadas las 13 hs se continuó con los paneles de Petrodependencia, la ilusión del litio y falsas transiciones. Los ponentes fueron Guillermo Folguera (Argentina) y Camilo Parada (Chile) mientras que en simultáneo se llevaba adelante el panel 4: Hacia la COP 30 en Brasil: progresismo latinoamericano, greenwashing y consenso extractivista. Con informes y cierres de Mauricio Matos (Brasil) Joaquín Araneda (Chile) y Jessi Gentile (Argentina).
El foro finalizó y se sintetizaron conclusiones con el panel: Antes de que sea tarde: debates en torno a la transición poscapitalista al socialismo, compuesto por el profesor Fernando Benjumea (Colombia) y Mariano Rosa (Argentina). El evento fue traducido en simultáneo al inglés, árabe y portugués. Todos los paneles están al alcance del público en el canal de YouTube de la Liga Internacional Socialista. Sintetizamos aquí algunas intervenciones:
Alejandro Bodart: A medida que se agudice la disputa interimperialista vamos a ver desastres ambientales tremendos. EEUU da luz verde a todas las corporaciones y China se ha desarrollado con niveles de superexplotación de los trabajadores y la naturaleza. Tanto EEUU como China no tienen nada de positivo, ni de mal menor. La posibilidad de una confrontación militar y nuclear entre estos dos bloques es creciente y de darse no solo tendría consecuencias en la vida humana, sino que pondría amenazar la existencia de la humanidad misma y el costo ambiental en armas químicas sobre nuestro planeta sería incalculable. La lucha ambiental tiene que unirse a la de la clase obrera para liberarse de las ataduras que nos unen al imperialismo, pero al mismo tiempo para terminar con el sistema. Este foro tiene el objetivo de debatir estos temas y organizarnos para salvar a la humanidad, con una perspectiva al socialismo con plena democracia donde la clase obrera resuelva todo, en un mundo donde terminemos con la explotación y hagamos una vida sustentable con la naturaleza.
Oleg Vernyk : las víctimas fatales, la destrucción de la infraestructura civil, las catástrofes ecológicas, las consecuencias de la guerra en Ucrania durarán décadas. La explosión en el Embalse de Kajovka y la central hidroeléctrica ha sido un antes y un después en esta situación. Como consecuencia fueron inundadas 14 localidades, murieron 52 personas como resultado de este ataque, miles de animales y toneladas de peces. Por décadas Ucrania ahora posee un territorio desierto que antes fue tierra fértil. Según los informes como resultado del bombardeo hay 584 mil hectáreas que no podrán ser cultivables en el futuro. Antes de la invasión rusa se cultivaban hasta 4 millones toneladas de granos.
Es una verdad absoluta que el capitalismo es antiecológico, y no es compatible con la vida. Solo las ganancias condicionan su relación con la naturaleza. Alertamos la amenaza de una catástrofe mayor, que podría ser una catástrofe nuclear ligada con la posible explosión de la la central nuclear de Zaporiyia que es otro recurso que tiene el imperialismo ruso para chantajear a todos los gobiernos. Estamos convencidos de que la sociedad mundial tiene que girar por velar la defensa del ambiente. Solo el ecosocialismo podrá salvar la civilización.
Anneke Demanuele: el tratado de Aukus es una alianza estratégica militar entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos que tendrá un impacto incalculable. Durante décadas EEUU ha sido el imperialismo hegemónico mundial, pero con el ascenso de China y el impacto de la invasión rusa en Ucrania las disputas interimperialistas están escalando. Todos los gobiernos aumentan sus gastos militares y la posibilidad de una guerra mundial crece.
El pacto está diseñado para contrarrestar la influencia de China en la región del Indo-Pacífico, ubicando de esta manera a Australia en el bloque de EEUU. Australia tendrá sus submarinos nucleares a larga distancia albergándose en todos los puertos. El crecimiento de la militarización, el impacto sobre el medio ambiente de los desechos nucleares y el aumento de convertirnos en una amenaza para China en la región es un hecho. El pueblo de Australia ha resistido durante muchos años a la megaminería de uranio, la producción nuclear y de armas nucleares. Los reactores nucleares que dan energía a estos submarinos usan un uranio enriquecido y a Australia ya le esta costando lidiar con los desechos nucleares para uso médico, ahora tendrá que absorber lo pactado en Aukus. Las consecuencias son muy graves en la vida animal y la salud humana, y no hay plan para tratar eso desechos. En el pasado incluso los han arrojado en tierras indígenas.