Escandaloso fallo en el juicio por Marita Verón

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Susana Trimarco, acompañada por Vilma Ripoll, diputadas, madres de Plaza de Mayo y otras personalidades en una de las movilizacioones reclamando por Marita Verón.
Susana Trimarco, acompañada por Vilma Ripoll, diputadas, madres de Plaza de Mayo y otras personalidades en una de las movilizacioones reclamando por Marita Verón.

El fallo escandaloso, como un rayo, recorrió todo el país generando una ola de indignación y movilización, ante tanta impunidad. Es que no hay mafias de la trata sin complicidad del poder político, judicial y policial. Y esto quedó al desnudo ante todo el país.
No es para menos, un pacto de silencio con las mafias, garantizó la absolución para los 13 acusados. La fiscalía pidió penas de 25 años para 7 imputados: María Jesús y Víctor Rivero, Daniela Milheim, Alejandro Gonzalez (que son los tucumanos que secuestraron y guardaron a Marita), e Irma Medina y sus hijos “Chenga y Chenguita” Gomez (dueños de los prostíbulos riojanos que la esclavizaron), todos acusados como partícipes necesarios, y pidió 12 años, para los otros 6, como partícipes secundarios. Conjuntamente con la detención inmediata de todos los imputados.
La querella pidió condenas que van de 25 años a 23 años, que se reabra la investigación y esta vez se acuse al ex gobernador de Tucumán Julio Miranda; a su subsecretario de Seguridad, el comisario Julio Díaz; al ex secretario de la fiscalía que instruyó la investigación, Ernesto Baaclini; al ex juez riojano Daniel Moreno, y a Rubén “La Chancha” Ale, con la mayoría de los imputados, a 5 policías de La Ramada, entre otros
Los testimonios desgarradores de las 8 mujeres víctimas de trata, que vieron a Marita en Tucumán, y en los prostíbulos de Irma Medina, fueron ignorados por el tribunal.
La absolución para todos, fue un golpe al cuerpo social de toda la Argentina, donde millones se preguntan cómo puede haber semejante impunidad y poder de las mafias, donde millones dicen “no hay justicia”.

La trama de la impunidad

La trama de la impunidad viene formándose desde hace ya muchos años. Cuando desapareció Marita en el 2002, Alperovich era ministro de Economía de Miranda. Fernando Juri, quien fue su vicegober-nador, y hoy es legislador, es compadre de “La Chancha” Ale.
Los remises 5 estrellas, que pertenecen a María Jesús Rivero y Ale, son parte del aparato de punteros que llevan la gente a votar. La relación de los Ale, -mafia de la droga y la trata-, con el PJ, es archiconocida por todo el pueblo tucumano. Rubén Ale, presidente del club San Martín, recibió en 2007 del gobernador Alperovich un subsidio por más de un millón de pesos para construir una tribuna que no se hizo. Nunca se supo qué pasó con ese dinero.
Alperovich hace 9 años es gobernador con el manejo absoluto de los 3 poderes. No puede ser ajeno a la red de complicidad que, desde que se inició la causa, entorpeció la investigación, la instrucción y lo más importante impidió encontrar a Marita.

El gobernador Alperovich y Rubén “la Chancha” Ale, a la derecha, cuando entregó un millón al Club Atlético.
El gobernador Alperovich y Rubén “la Chancha” Ale, a la derecha, cuando entregó un millón al Club Atlético.

Ante la crisis política que se generó en Tucumán, fueron vergonzosas las declaraciones de la senadora Beatriz de Alperovich, tercera en la línea de sucesión presidencial, cuando dijo “siempre hubo y habrá prostitución”.
Para apagar el incendio, el gobernador Alperovich fue a verla a Susana a la Fundación María de los Angeles, diciendo “haré todo lo que me pida”. El otrora omnipotente gobernador, reelegido, tembló ante el escándalo. No alcanza con el juicio político a los tres jueces, y su destitución, ni cambiar al ministro de Seguridad López Herrera, por otro ministro Gassenbauer.
La indignación popular sigue. Este gobierno, y su modelo, funcionan con impunidad. Hay más de 200 casos impunes. Como el de Paulina Lebbos, hija de un funcionario, que en el 2006 desapareció luego de subir a un remisse, y fue asesinada. Caso también relacionado con el poder, donde limpiaron todas las pruebas, y ni siquiera llegó a juicio. Resuenan aún el caso María Soledad, en Catamarca, o el del crimen de la dársena en Santiago, que desencadenaron el fin de los Saadi y los Juarez, gobiernos feudales eternizados en el poder y la impunidad.
El kirchnerismo, en 10 años no hizo nada por derrotar la corrupción y aunque reciba a Susana, no desmantela la trata. Siguen funcionando los prostíbulos en La Rioja, y Santa Cruz es el paraíso para estos proxenetas.
Las mafias de la esclavitud sexual, meganegocio mundial, que mueve 32.000 millones de dólares, que funcionan con conexiones en todas las fronteras, están en todo el país.
Para que haya justicia necesitamos mantener la movilización unitaria, y exigir una reforma integral de la justicia.

Hace flata un nuevo juicio

Hay que lograr la destitución de los jueces Piedrabuena, Romero Lascano y Herrera Molina.
También tenemos que exigir un nuevo juicio, donde se condene a los 13 imputados, y a los 12 más implicados en la otra causa, denominada “Marita II”. Y se avance en otro proceso, donde se investigue y juzgue a la Chancha Ale, Julio Miranda, Fernando Juri, Baaclini, y a todos los policías, fiscales y funcionarios que fueron cómplices. Además, necesitamos que el gobierno reglamente de inmediato la ley de protección a los testigos, para proteger a las testigos víctimas de la trata.

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