Economía: lo que prepara Alberto

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En las PASO, millones votaron la fórmula F-F para terminar con Macri y su ajuste. Una parte de esos votantes supone que Alberto Fernández aplicará un plan económico distinto, pero otra parte desconfía. Y todas las señales del virtual presidente son un alerta rojo.

1. Devaluación: «dólar a 60, razonable»

El 12 de agosto fue un «lunes negro»: el dólar se fue a $ 60. De un plumazo, nos licuaron en más de un 30% los salarios, jubilaciones y planes sociales. Si en campaña Alberto ya había dicho que el dólar estaba «retrasado», ante esta devaluación brutal afirmó que «a 60 pesos está en un valor razonable»…

2. FMI y deuda externa: «renegociar» y pagar

La plataforma del Frente de Todos planteaba «estirar los plazos y bajar las obligaciones de pago». Pero Matías Kulfas, uno de sus economistas, decía: «Tenemos absoluta voluntad de pago»(1). En campaña, Alberto amagó con reestructurar la deuda y reunirse con cada bonista, o sea debatir cuánto se le debe y exigir una quita. Pero otro economista suyo, Emanuel Alvarez Agis, lo corrigió: «Lo que necesita la Argentina no es reestructurar, es refinanciar»(2). Y tras ganar la elección, Alberto descartó un default y sólo pide renegociar, o sea más plazo: «Nadie puede plantear seriamente una quita… Argentina tiene que ver cómo genera condiciones para pagar esta deuda»(3).
El lunes 26, Alberto recibió a la misión del Fondo. Como sigue siendo candidato, dijo que «quienes han generado esta crisis, el gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de revertir la catástrofe social»(4) y criticó la fuga de capitales… pero no plantea nacionalizar la banca para evitarlo y ratificó «los cuatro objetivos principales del acuerdo». O sea, va a seguir pagando.

3. Privatizadas: «cumplir los contratos»

El 21A, el ministro macrista Lacunza se reunió con economistas de Alberto: el liberal Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca. Al salir, el FdT «ratificó su compromiso de cumplimiento con todas las obligaciones y los contratos vigentes»(5). Si «las obligaciones» son con el FMI, «los contratos vigentes» son los de las empresas privatizadas, que desde Menem hasta hoy siguen currando con los servicios públicos, cobrando subsidios y encima nos meten tarifazos.

4. IVA a la canasta básica: no anularlo

Desde ya, la anulación del IVA a la canasta que dictó Macri tras su derrota es insuficiente si no hay un estricto control de precios que la garantice. Así, la canasta bajaría ya mismo del 10,5 al 21%. El IVA es el impuesto más regresivo, ya que paga lo mismo un rico que un pobre. El PJ tampoco quiere subir el mínimo no imponible de Ganancias ni congelar tres meses el precio de la nafta. Y Alberto rechaza esas rebajas fiscales porque según él «desfinancian a las provincias», cuando si dejamos de pagar la deuda y gravamos fuertemente a los ricos sobraría plata. Aunque la plataforma del FdT propone «eliminar el IVA a los productos de la canasta básica», él hoy deja correr a las petroleras y grandes empresas formadoras de precios.

5. Inflación: a 4 años, quizás un dígito

«Si yo logro al cuarto año terminar con una inflación de un dígito sería el tipo más feliz del mundo, pero partimos de un muy mal escenario», dijo Alberto. Que el escenario es muy malo, chocolate. Pero esperar al 2024 para bajar a lo sumo al 9% suena más a la eterna excusa de la «pesada herencia» que a la voluntad política de ir a fondo contra el FMI, los bancos y los grandes capitalistas.

6. Fracking y megaminería: que sigan

El lunes 26, junto a las gobernadoras peronistas Alicia Kirchner y Lucía Corpacci, Alberto se reunió con capos de las corporaciones mineras que nos saquean y contaminan. Y los tranquilizó: «Ya estamos trabajando para que las inversiones en Vaca Muerta y en la producción de litio cuenten con un marco legal que brinde seguridad jurídica»(6). O sea, garantías para el extractivismo.

7. Reforma laboral: por convenio

Antes de las PASO, Alberto se reunió con el macrista Marcos Galperin: uno de los mayores capitalistas del país y fanático de la reforma esclavista(7). Luego declaró: «Lo que sea por vía convencional es una decisión de las empresas y los trabajadores. Lo que no quiero es poner reglas generales de flexibilización. No todo es lo mismo» (8). O sea, ya no por ley -como intentó Macri y fue derrotado- sino por convenio, Alberto avala la precarización.
Entonces, si AF defiende la devaluación, el acuerdo con el FMI, las privatizadas, las petroleras, las mineras y la reforma laboral; si no quiere rebajar impuestos regresivos, ni nacionalizar la banca ni dejar de pagar la deuda externa; y si recién dentro de cuatro años, con suerte y viento a favor, bajaría la inflación a 9 puntos, nada mejor que votar al FIT Unidad.

Pablo Vasco

1 La Nación, 12/8/19.
2 Clarín, 20/8/19.
3 Página 12, 23/8/19.
4 Íd., 24/8/19.
5 Íd., 22/8/19.
6 El Liberal, 26/8/19.
7 Galperin se niega a encuadrar a su personal de Mercado Libre como bancario y en el convenio de su centro logístico del Mercado Central, con complicidad de la burocracia sindical de Carga y Descarga, impuso «modificar la jornada laboral, crear un banco de horas (192 mensuales), la polifuncionalidad de tareas, eliminar los delegados por turno y atenuar el derecho a huelga, casi al estilo Vaca Muerta».
8 La Nación, 24/8/19.

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