Para que la crisis no la paguemos lxs trabajadorxs. El sindicalismo combativo sale a las calles

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Ayer martes 12 se reunió con modalidad online la mesa nacional del Plenario del Sindicalismo Combativo. Se convocó a un plan de debate y acciones para apoyar las luchas y postular una salida obrera y popular a la crisis.

Escribe: Guillermo Pacagnini

Los referentes de sindicatos, comisiones internas y agrupaciones de trabajadores que desde hace dos años venimos articulando una coordinación para impulsar las luchas y una nueva conducción en el movimiento obrero, debatimos sobre la situación derivada de la crisis económico social y la pandemia en curso.

El intercambio realizado en la reunión desde distintas provincias y una diversidad de gremios estatales y privados tuvo una conclusión común: las medidas del gobierno nacional de rebajar salarios, fomentar despidos, ajustar los bolsillos populares y ahora abrir la cuarentena por presión de las patronales, apuntan a que la crisis la paguemos lxs trabajadorxs y el pueblo.

Testimonios como los que volcamos en estas páginas y otros tantos, dan cuenta no solo de la gravedad de la crisis, sino que la bronca acumulada está dando paso a decenas de conflictos con acciones callejeras que ameritan no solo que el sindicalismo combativo redoble el apoyo a las mismas al servicio de su triunfo, sino de dar una respuesta de conjunto frente a la brutal traición de la burocracia sindical.

Frente a este aval vergonzante a las medidas gubernamentales -cuya máxima expresión es el pacto CGT-UIA-, el Plenario del sindicalismo combativo llamó a apoyar y unir todos los conflictos y a poner en pie un plan de lucha nacional.

El programa acordado

Basta de flexibilizar la cuarentena a pedido de los empresarios. Por una cuarentena sin despidos, suspensiones ni rebajas salariales y con un subsidio universal a los monotributistas y desocupados.

Que la crisis la paguen los capitalistas, los bancos, multinacionales y grandes empresarios, no el pueblo trabajador. Por una reforma impositiva en base a impuestos progresivos. Eliminación del IVA de la canasta básica e impuestos a todas las grandes riquezas, multinacionales, bancos, patrimonios y dueños de la tierra y el no pago de toda la deuda externa. Por la nacionalización de los hidrocarburos, la banca, el comercio exterior y todos los recursos estratégicos, sin indemnización, para afrontar la crisis en el marco de un plan económico al servicio y bajo control de los trabajadores.

Prohibición efectiva de despidos, suspensiones y rebajas salariales. Garantía de estabilidad laboral, con vigencia desde el 29 de febrero. Reincorporación inmediata de todos los despedidos. Estatización de toda empresa que cierre, despida o no pague salarios, garantizando su continuidad bajo control de sus trabajadores. Reconversión parcial de las industrias no esenciales, para la producción de insumos y elementos vitales para atender la emergencia. Asistencia estatal a las cooperativas y gestiones obreras.

Aumento general de salarios con actualización automática de acuerdo al costo de vida. Respeto de cláusulas paritarias preexistentes. No a las rebajas salariales. 40 mil pesos para todos los trabajadores y trabajadoras informales, cuentapropistas, de casas de familia y desocupados. Intangibilidad de los fondos del ANSES. Aumento de emergencia a jubilados y planes sociales. Subsidio otorgado por simple inscripción a todo trabajador desocupado o precarizado, igual a la duplicación de los salarios mínimos vigentes.

Sistema Único de Salud, estatal, gratuito e igualitario. Nacionalizando el sector privado de salud, tanto asistencial (clínicas y sanatorios) como la industria farmacéutica, sin indemnización. Centralización democrática del sistema, mediante comités de emergencia con participación de los trabajadores. Ampliación de la planta del personal de salud con plenos derechos, pase a planta de los contratados, aumento de emergencia ante la exigencia de la pandemia. Triplicación inmediata de los presupuestos de salud para dotar de respiradores, medicinas, incorporar personal, habilitar salas y camas y reactivos que puedan diagnosticar el corona virus, entre otras tantas demandas que el personal está levantando. Distribución gratuita de alcohol en gel, desinfectantes, barbijos y todos los insumos necesarios para prevenir el virus pandémico.

Pago de salarios a todos los docentes. Basta de sobrecarga laboral. Conectividad y tecnología gratuita para docentes y estudiantes. Discusión del cronograma educativo en paritarias con las organizaciones docentes.

Presupuesto de emergencia en violencia de género, para atender en forma urgente y con lugares acordes para la asistencia y resguardo de las víctimas, frente a los aumentos de casos de violencia y el crecimiento de femicidios y travesticidios en el marco de la pandemia.

Control popular de precios de los alimentos, productos de primera necesidad y medicamentos. Apertura de los libros de contabilidad de las empresas productoras, distribuidoras y comercializadoras de alimentos y medicamentos bajo control de los trabajadores. Abajo la especulación capitalista con la comida y los remedios. Castigo a los monopolios formadores de precios. Incautación, clausura y detención de los responsables.

No al uso del coronavirus para medidas de militarización o coartar el derecho a la protesta. Defensa irrestricta de las libertades democráticas. Derogación de decretos y leyes que viabilizan la represión. No al ciberpatrullaje. Plenos derechos a la actividad sindical y reivindicativa y a manifestarse políticamente.

Abajo la burocracia sindical de la CGT y las CTA, entregadora de los derechos laborales. Que los sindicatos rompan con el gobierno y las patronales. Por la independencia política de las organizaciones obreras. Todo el apoyo y coordinación de las luchas de los trabajadores en defensa de sus derechos. Preparar y reclamar un plan de lucha nacional. Reforcemos la unidad de los luchadores y del sindicalismo combativo.

La convocatoria que hicimos

Desde el Plenario del Sindicalismo Combativo llamamos a todos los trabajadores a seguir organizándonos para luchar por nuestros derechos y a apoyar e impulsar la coordinación de todos los conflictos.

Convocamos a un plan de acciones de debate, lucha y movilización, comenzando el día martes 19/5 a las 11hs, cuando realizaremos una radio abierta con representantes de las luchas e curso, frente al Ministerio de Trabajo (Callao al 100).

Llamamos a un gran Plenario Nacional (por plataforma online) de dirigentes, delegados y activistas, en particular a los trabajadores que están en conflicto con sus patronales, para el Miércoles 27/5 a las 17hs, a los fines de debatir un plan de lucha nacional con acciones en todo el país.

Esteban Cáceres, ferroviario, Lista Violeta FFCC Mitre

¿Cómo trabajan los ferroviarios desde que empezó la cuarentena?
Desde el primer día de la cuarentena, dejaron de trabajar los compañeros y compañeras encuadrados en grupos de riesgo (diabetes, hipertensión, mayores de 60 años). Esto significó una merma importantes de trabajadores en las distintas especialidades del ferrocarril. También dejó de funcionar el turno noche. Y mantuvimos el 100% del salario.

En las boleterías, que es donde yo trabajo, están cerradas el 50% y los compañeros de las boleterías cerradas vienen a las que están abiertas y con esto se ubicó dos trabajadores por boletería, de forma innecesaria y en un espacio reducido. El servicio de trenes funcionó cada 40 minutos en las primeras semanas de cuarentena y actualmente es cada 20 minutos. Los galpones y talleres funcionan con guardias.

El sindicato estuvo desaparecido durante estos 50 días. Ningún delegado vino a vernos y hubo una falta total de información y de comunicación.

A pesar de ser un servicio que estuvimos trabajando desde el primer día, nunca nos hicieron un testeo ni nos tomaron la temperatura. Para entrar al chino de acá a la vuelta te toman la fiebre y aquí que somos miles trabajando nunca lo hicieron. Eran muy rápidos para los controles para perseguir trabajadores pero nada para nuestro cuidado y el de nuestras familias.

Y a pesar de que se habló de un plus de sueldo o bono por ser trabajadores esenciales, no pasó nada. Tenemos el mismo salario y la paritaria se fue atrasando.

En FATE enfrentamos la prepotencia patronal. Sebas Garay, mecánico turno Azul en FATE. Lista GRIS del SUTNA

Desde que empezó la cuarentena, la patronal de FATE incumplió el DNU y nos quiso hacer ir a trabajar en esos días, en que no había permisos para nadie. Como la mayoría de los compañeros de Ingeniería y Mantenimiento soportamos amenazas, amedrentamiento e incluso extorsión con nuestro salario, por parte de la empresa para que volvamos a fábrica.

Nos convocaron por teléfono sin telegramas y ante nuestro rechazo amenazaron con no pagarnos Y como son amigos del gobierno les dio una dotación mínima y los que antes no nos querían reconocer categorías, ahora empezaron a exigir que cumplamos como obreros esenciales para la empresa. Que se decidan!

Luego se dió la salida esencial para todo el neumático, y el primer caso de COVID en FATE, en la portería, por donde todos accedemos. Le agarró al que nos da los barbijos y nos toma la temperatura, el vigilador que toca revisando todas las puertas se había contagiado, ahí la empresa queriendo tapar, termina sin mandarnos a ART ni nada. Entonces, cuando el sindicato nos tuvo que mandar a testear, Madanes otra vez contra nosotros, y presionando para que ceda el SUTNA nos pagaron mal a nosotros también, como si estuviéramos sin entrar. Nos envían telegramas y citaciones en personal por hacernos el test.

Y, aunque con mucha bronca entramos a cumplir con las tareas en forma de guardia de emergencias, no entramos a cuidar las instalaciones de la patronal, estamos preservando la fábrica porque es sustento de nuestros compañeros y nuestro también. De a poco va quedando claro que sin nosotros no hay riqueza, falta sacar conclusiones sobre los costos de salud y vida que nos ocasiona tener patrones. Hoy estamos en lucha y entramos a fábrica, nos arrimamos al portón y hacemos fuerza con los que están cortando afuera y luego salimos y nos sumamos allí. Ayer marchamos juntos y a la noche me tocó entrar a laburar. Salió doble esfuerzo, pero vale la pena!

J. y S. obreras de curtiembre de Tigre

Cuando empezó todo esto, en la fábrica cobrábamos quincenas que no pasaban los $12.000 y nos debían el bono de $5.000 del año pasado y trabajo a destajo no pagado. La empresa estaba en el cuadro de honor de los miserables.

El 5 de abril depositaron $12.000 de la segunda quincena de marzo y el 8 de mayo otros $8.000 en concepto de sueldo mensual de abril. O sea, una rebaja de dos tercios del sueldo de la que, por supuesto, no dice nada el Ministerio de Trabajo y tampoco los gremios que dicen representarnos.

Las condiciones de trabajo en medio de la pandemia son terribles. No tenemos barbijos, ni alcohol en gel y los jabones del baño los cortan en varios pedazos para nque alcancen. Esta es la forma en que el gobierno y los empresarios nos cuidan a los trabajadores.

Siguen sin cuidar a los que nos cuidan. Mercedes Lemos. Delegada Instituto Cardiovascular Bs. As.

Hoy llevamos 54 días de cuarentena se celebra el día internacional de enfermería en un contexto bastante inusual. Soy enfermera y delegada en el ICBA una institución monovalente y de elite que no fue la excepción a esta crisis. Me encontré en primera persona haciendo reclamos por equipos de protección personal de mejor calidad para nuestros compañeros. Ver a mis queridos compañeros con pluriempleo contagiados por este virus por la avaricia de las empresas privadas, para abaratar costos, no fue la excepción. No testear al personal cuando ya había un compañero positivo para covid fue una desilusión. A Esto le siguió el sueldo subsidiado: sin el más mínimo respeto por el trabajador, te dicen por mail que vas a cobrar tu sueldo dividido: 50% te va a pagar la empresa y 50% ANSES (osea, nosotros mismos). Todo eso en menos de 24 horas. La lucha continúa, van a querer venir por nuestro aguinaldo, no están asegurados nuestros puestos de trabajo. Mientras tanto ¿el gremio donde está? Dejan correr todo, pactan todo. Solo nosotros vamos a poder defender nuestros derechos como trabajadores.

Ahora se abre más la cuarentena, cuando más casos positivos hay y cuando un 19% de los trabajadores del equipo de salud somos los que estamos contagiados. El presidente está como en una realidad dual, en las conferencias de prensa no habla nada de todo lo que está pasando: despidos, suspensiones, inflación y rebaja salarial.

Repartidores de aplicaciones. Queremos derechos, no represión. Axel Tyrsen. Trabajador de Rappi, miembro de la Asamblea Nacional de Repartidores.

Les trabajadorxs de aplicaciones sufrimos una gran precarización, recurrimos a este empleo para tratar de sobrevivir, pero desde que estas empresas llegaron al país estamos reclamando derechos básicos y la dignificación de nuestro trabajo.

Nos arriesgamos en la calle a tener accidentes de tránsito o ser víctimas de la violencia delictiva. Ya murieron dos compañeros trabajando y nadie se hace cargo, porque para las empresas no somos trabajadorxs y no tenemos ningún derecho.

Todos los elementos de trabajo corren por nuestra cuenta: la mochila, la ropa, el vehículo, hasta el dinero para retirar pedidos que después abonan les usuaries. Además parte importante de nuestro sueldo se nos va en pagar el monotributo. Hace dos años que por cada viaje nos pagan $40 y el monotributo aumentó de $1500 a $2500, sólo el último año.

Ahora con la pandemia todo empeoró. El gobierno dice que somos trabajadorxs esenciales, pero no se nos garantiza ninguna medida de protección. No se nos brinda ni alcohol en gel ni barbijos en la cantidad que necesitamos. Por lo tanto, ahora también tenemos que costear nuestra propia seguridad y la de les usuaries. Es una irresponsabilidad mandarnos a trabajar en estas condiciones y todo esto sucede porque el gobierno de Alberto Fernández, que dijo que iba a ser duro con las empresas que pasaran por arriba de los derechos de sus trabajadores, no ha hecho nada más que declaraciones, dejando correr una situación muy grave.

Cuando nos movilizamos reclamando por todo lo que estoy mencionando, la respuesta de Schiaretti fue reprimirnos y meter compañeros presos. Pero no nos amedrentó y al día siguiente hicimos un caravanazo, reclamando en contra del abuso policial y por todos nuestros derechos. Es fundamental continuar en este camino, unir las luchas de todos los trabajadores que están pasando por la misma situación y pelear por mejorar nuestras condiciones de vida porque al fin y al cabo, somos trabajadores, somos les que hacemos que el mundo funcione.

 


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