Antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976, bajo el gobierno de Isabel Martínez de Perón y el siniestro José López Rega, en el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) tuvimos compañeros presos y también asesinados por la banda paramilitar derechista Triple A. Siempre nos defendimos apelando a la movilización y la unidad.
Luego la dictadura genocida nos declaró «disueltos» por decreto y fuimos perseguidos, como otras organizaciones populares. Nuestros compañeros detenidos tuvieron una conducta ejemplar. Sufrimos asimismo más de un centenar de compañeros asesinados y desaparecidos, cuya memoria de militancia socialista revolucionaria nos sigue honrando.
Igualmente seguimos militando en la clandestinidad, editando periódicos y volantes, haciendo reuniones, campañas por los derechos humanos y empujando toda acción de resistencia contra la dictadura.
Nuestros abogados Enrique Broquen, Raquel Coronel, Enrique Papa y después Marcelo Parrilli y Luis Zamora presentaban centenares de hábeas corpus, acompañanan las rondas de las Madres y defendían no sólo a militantes de nuestro partido y a familiares de desaparecidos sino también a perseguidos y presos políticos de otras organizaciones, incluida la guerrilla. Parrilli y Zamora, además, fueron miembros fundadores del CELS y el primero de ellos estuvo secuestrado en 1981.
Al mismo tiempo, los dirigentes y militantes del PST que debieron partir al exilio fuera del país también impulsaron campañas internacionales permanentes contra la dictadura y el terrorismo de Estado.
Caída la dictadura militar en 1982, desde el viejo Movimiento Al Socialismo (MAS) fuimos vanguardia en asumir la lucha por el juicio y castigo a todos los genocidas. Nuestro partido participó con fuertes columnas en todas las movilizaciones populares e iniciativas contra las medidas de impunidad dictadas por los sucesivos gobiernos patronales. Nuestros abogados siguieron defendiendo causas de derechos humanos. Nuestros diputados siempre pusieron sus bancas al servicio de esa batalla.
Y lo mismo, ya como Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) desde 1992 y además miembros del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia desde el 2000, seguimos haciendo hasta hoy. Una tradición que nos enorgullece.
Pablo Vasco