Gerardo Uceda
Las cuatro grandes mentiras de Cristina
Hace pocos días y apurada por la olla a presión que significa el inicio de las paritarias en un año electoral, Cristina salió a las apuradas a anunciar con bombos y platillos una suba en el mínimo no imponible a partir del cual los trabajadores pagamos impuestos a las “ganancias”.
No estaban todos los aplaudidores de costumbre. Salvó el bufón Yasky, los de la CGT de Caló no se animaron a ser de la partida. Tal vez husmeaban que esta vez, serían testigos de un verso descomunal.
Como siempre lo hace, nos quiso vender que se trataba de un hecho claramente beneficioso para los trabajadores y de un gran sacrificio fiscal para el Gobierno. Como siempre también, su discurso está plagado de falsedades, verdades a medias y mentiras, veamos las principales.
Mentira Nº1: Al referirse al piso, cistina se refirió siempre al sueldo en bruto (es decir sin los descuentos), por eso agitó a los aplaudidores cuando anunció que se elevaba el piso a más de $ 8.000 para un soltero y casi $ 13.000 para un casado con dos hijos. Con esta burda maniobra quiso confundirnos, ya que todos estamos acostumbrados a que el descuento se haga en base al neto a cobrar.
La verdad es que tributaremos ganancias a partir de $ 6.939, en verdad un 20% más del piso actual de $ 5.700 para un soltero y el mismo porcentaje para un casado con hijos.
Mentira Nº2: Ipso facto la presidente dijo que esto significaba un enorme esfuerzo para el gobierno que dejaría de percibir miles de millones al año, porque además ciento de miles de trabajadores dejarían de tributar, pero que lo bueno es que esto se volcaría masivamente al consumo, con lo cual estaba sosteniendo la economía y el modelo. Bueno en realidad aquí hay varias mentiras unidas.
La verdad es que a fines del 2012, casi 2,4 millones de trabajadores pagaron “ganancias” y que con los cálculos del gobierno ahora pasarían a pagarlo 1,6 millones. Pero esto sólo duraría hasta las paritarias, si en ellas se consigue más del 20% lo que es muy probable por la inflación real que hubo y por la presión y bronca que hay por debajo, entonces más trabajadores y no menos pagaríamos el impuesto. Y el fisco recuperaría el ingreso anterior al anuncio y más (porque no se modifica la escala como veremos más adelante). Finalmente como la inflación supera siempre los aumentos conseguidos en realidad todos los datos económicos del 2012 muestran que el consumo viene disminuyendo (aún si consideramos los consumos del sector más alto, menos perjudicado por la inflación).
Mentira Nº3: Cristina insistió en que con esto se estaba haciendo justicia, redistribuyendo y disminuyendo la carga para los sectores más bajos, porque “obviamente” los que ganaban menos no pagarían.
La verdad es que, como no se modificó la escala que rige nada menos que del 2001 y este gobierno supuestamente popular dejó intacta (ver gráfico abajo), después de 12 años de inflación alta, la misma está completamente desactualizada y para que en el 2001 un trabajador ganase por ejemplo $ 12.000 anuales por encima del mínimo era porque realmente tenía un muy buen sueldo y podría argumentarse que era “justo” que tributara un 27% de esta “ganancia”, hoy ganar $ 1.000 más de los 6.900 no resiste ningún análisis!!
Mentira Nº4: Y por último digamos que Cristina dejó entender que con esto se estaba recuperando, a través del aumento del mínimo, lo que podríamos haber perdido por la inflación.
La verdad es, como saben todos los trabajadores, que el mínimo no se actualizaba hace más de un año y medio, en ese tiempo y siendo benévolos, la inflación ha sido superior al 40%, de modo que sólo concedió un aumento de la mitad de lo que perdimos, encima no modificó la escala como ya vimos: La única gran verdad es que nos vuelven a mentir como si fuésemos estúpidos y que el gobierno tiene la firme convicción de hacer pagar el costo de la crisis a los trabajadores y el pueblo. Porque mientras nosotros pagamos “ganancias” no lo hacen los bancos y la renta financiera, las grandes mineras y muchísimas otras empresas que sí dan realmente fabulosas ganancias, tampoco pagan los jueces con sueldos de varias veces el mínimo. Por esta razón desde el MST venimos sosteniendo que hay que eliminar el impuesto al sueldo y cobrarle ganancias progresivas a las grandes empresas y fortunas.