Pagan usuarios y trabajadores

En el último período los usuarios de EDESUR S.A. han recibido facturas con importes muy elevados. Es la consecuencia de querer encubrir ajustes tarifarios. Acá explicamos por qué.
La lectura de los medidores es indispensable para que la empresa facture correctamente la cantidad de kilo-Watt/hora (kWh) consumidos. Como consecuencia de conflictos gremiales, en el 3º y 4º bimestres de 2012 hubo “inconvenientes” en ese proceso o estimaciones no declaradas como tales.
Al realizar lecturas reales en el 5º bimestre, se acumularon los consumos anteriores no facturados. En muchos casos eso produjo aumentos del 300% de kWh, pero por aplicación del llamado factor de estabilización ese aumento no se reflejó en el monto a pagar.
A su vez, en el 6º bimestre, la aplicación del neto de ese factor y también del PUREE (Programa de Uso Racional de Energía Eléctrica) redundó en facturas con consumos bajos pero importes altísimos.
El problema para los usuarios es que no conocen de dónde surgen esos conceptos. El factor de estabilización responde a promedios de consumo. Y el PUREE, de comparar estados de lectura de distintos períodos. Mirando la factura, tampoco pueden calcular que sea correcta. Edesur incumple así con la normativa vigente, que la obliga a emitir facturas claras que detallen los conceptos y unidades facturadas.

El beneficiario: Edesur. El responsable: el gobierno

Los que padecemos, como siempre, somos los usuarios y trabajadores. Los trabajadores, por el deterioro creciente de los salarios en un proceso inflacionario que avanza. Por el Impuesto a las Ganancias. Por la discriminación en el pago de las asignaciones familiares. Y también por la precarización laboral producto de las tercerizaciones, que se multiplicaron y los llevan al conflicto.
Los usuarios sufren cuando se corta la luz por desinversión y la falta de atención adecuada cuando deben efectuar un trámite. Ante los cortes, la empresa siempre alega “no tener una tarifa adecuada que le otorgue rentabilidad”. Pero pese a ello se sigue quedando y embolsando los jugosos subsidios que le otorga el gobierno.
Edesur es la concesionaria que presta el servicio público de electricidad en la mayor parte de la Capital Federal y 12 municipios del conurbano bonaerense desde 1993, cuando el gobierno de Menem privatizó Segba alegando que era “deficitaria”. Luego la privatización fue sostenida por los sucesivos gobiernos y bancada con subsidios millonarios por los Kirchner.
Lo que se demostró es que las privatizaciones fracasaron. Los servicios públicos en manos privadas sólo garantizan rentabilidad a las empresas y no mejores prestaciones. Para salir del problema actual, Edesur se debe hacer cargo de las inversiones y no descargar los efectos de su crisis en los usuarios. La salida de fondo es que Edesur vuelva a ser estatal, con control de usuarios y trabajadores, para prestar un servicio eficiente y de calidad.

Arturo Asad