El 3 de febrero, Franco Massian y Patricia Salas, fueron detenidos ilegalmente por policías de la comisaría Nº 13 de Tucumán, golpeados, pretendieron violar a Patricia, y luego de pagar su familia, fueron liberados. Al sufrir esa terrible pesadilla, nunca imaginaron, que sólo 5 días después, dos de esos policías están presos (el sargento Ramón Quiroga y el cabo Silvio de Jesús) y cuatro separados de su cargo.
¿Cuál fue la clave de este rotundo avance? En primer lugar, la valentía de esta joven pareja y de su mamá Juana, miembros del MST Teresa Vive, sus familias con el acompañamiento del MST, la Secretaría de DDHH de la CTA y el Dr. Mario Poggio del Observatorio Jurídico, dimos la pelea legal, la denuncia pública en los medios y el reclamo político, responsabilizando al gobierno de Alperovich y sus funcionarios, y fundamentalmente nos organizamos y movilizamos. Todos estos hechos, generaron un escándalo provincial, ocupando la tapa y titulares de las noticias, durante varios días, que luego trascendió nacionalmente, gracias también al respaldo del MST en Bs. As. que organizó con Vilma Ripoll, un escrache en la Casa de Tucumán. Enfrentar la corrupción del aparato represivo y meter presos a policías siempre es una dura pelea, lograrlo en 5 meses, hubiera sido un triunfo, hacerlo en 5 días, es un golpe a la impunidad que nos llena de orgullo.
A los pocos días, policías de civil, fueron a la casa de Franco y Patricia. Estos agentes llegaron diciendo que “venían a llevarlos por la fuerza pública a declarar”, No tenían uniforme, ni identificación, estaban en un auto particular; tampoco dejaron citación y sólo dijeron que eran de la Brigada de Investigaciones. Al querer sacar una foto de los agentes, se fueron rápidamente. Este procedimiento, intimidatorio, cohercitivo, produjo más indignación aún. Por eso decidimos recorrer los barrios, organizar reuniones, dónde recibimos más denuncias, y convocamos a una movilización unitaria, el viernes 15, para repudiar estos hechos y pelear porque vayan presos todos los responsables de la corrupción policial. También fuimos a la Intersindical que integramos, (CTA.CGT y organizaciones sociales) a invitarlos a la marcha.
A partir de este logro, muchas otras víctimas de la impunidad, se animaron a denunciar, tomaron estado público y exigieron que vayan presos los policías también al penal de Villa Urquiza. Así pasó con los familiares de un chico de 18 años, brutalmente golpeado por agentes de la comisaría 8º, y lograron la detención del comisario y 3 efectivos. O también el de Patricia Chavez, una mujer policía, que acusó al comisario Najar, por acoso y abuso sexual.
La movilización fue un éxito, se sumaron vecinos de barrios con casos similares. Salimos de Tribunales penales, marchando hacia la plaza Independencia, dónde hicimos un acto unitario con la intersindical, Alberto Lebbos, (padre de Paulina ver nota), el PCR, CCC, la Casa de las Mujeres N. Nassif, Barrios de Pie, PO, etc.
Días previos fuimos a Casa de Gobierno, dónde pedimos que nos reciba un funcionario. Nos recibió dos veces, el secretario de Seguridad, Paul Hofer, le exigimos garantías para nuestros compañeros, y la destitución de todos los responsables. En la primera reunión, nos informó que habían separado del cargo a cuatro suboficiales y dos oficiales, incluido el subcomisario, y ya había orden de detención para dos. En la 2º reunión, le exigimos que sancionara a los de la Brigada, que fueron a apretar a nuestros compañeros y pedimos una reunión con el ministro de Seguridad.
El día de la movilización, nos recibió el ministro de Seguridad, Jorge Gassembauer. Fuimos con Juana y Franco, luego de escuchar nuestra denuncia y pedido de garantías por la integridad de nuestras familias, y el reclamo de destitución del comisario de la 13º Víctor Ledesma. El ministro se comprometíó a recibir todas las denuncias que le llevemos.
A partir de esta acción unitaria, conformamos con todas las víctimas, una comisión contra la impunidad policial, en la Secretaria de Derechos Humanos de la CTA, para avanzar en una batalla conjunta por justicia.
Alperovich, un gobierno desgastado
El tembladeral político que desató el fallo por Marita Verón, aún no cesa. Renunció el ministro de Seguridad, el secretario de Seguridad y el subjefe de la policía tucumana. Ahora, se inició el juicio político a los 3 jueces que absolvieron a las mafias de la trata. Uno de ellos, Herrera Molina, renunció al cargo, para evitar el juicio, y Alperovich, le rechazó la renuncia. En medio de tantos escándalos, por falta de justicia, se reaviva la lucha por Paulina Lebbos, a 7 años de su muerte, asesinan a la pianista Marta Raia, testigo en el actual megajuicio por genocidio, y sucede el secuestro extorsivo de Franco y Patricia.
El gobierno, pretende cambiar algo, para que nada cambie, con una purga policial de 252 suboficiales y oficiales.
Esta es la policía formada con Bussi y el Malevo Ferreyra. Que, como nos reconoció el secretario de seguridad Hoffer, se forma con los manuales de la dictadura, que encubre a las mafias de la trata y de la droga, que hace de las comisarías cajas de recaudación, castigando a los jóvenes de los barrios populares.
Desde el MST en Tucumán, venimos realizando una intensa campaña con volantes, afiches, petitorios, por la destitución de los jueces del caso Verón, por la democratización de la justicia, a través de juicios por jurado y elección de los jueces por voto popular, logrando una importante repercusión y cantidad de firmas. Susana Trimarco, nos manifestó su acuerdo y respaldo a la campaña.
Nuestras propuestas para cambiar la policía
Que se separe ya a todos los policías denunciados, que se destituya a todos los comisarios como responsables de esta mafia recaudadora. Esto permitiría una primera depuración del aparato corrupto y represivo. Pero necesitamos un cambio de fondo, esto pasa en todo el país. Cristina, habla de derechos humanos, pero sigue intacto el aparato represivo, necesitamos una democratización de la fuerza policial. Para eso proponemos que los comisarios sean elegidos entre los vecinos del barrio, por voto y con mandato revocable. Basta de policías de civil, sin identificación, con métodos de grupos de tareas de la dictadura. Es necesaria la sindicalización de la policía, para garantizar sus derechos y el quiebre a la obediencia debida, a órdenes represivas y de corrupción.
Una polémica necesaria
Para vencer la impunidad, hay que dar la pelea en todos los planos, hacer la denuncia pública y judicial, responsabilizar al gobierno, y movilizarnos unitariamente. Nuestra larga trayectoria como corriente en la lucha por los derechos humanos, contra los genocidas y represores de ayer y de hoy así lo demuestra.
Hoy, en Tucumán, se formó la Mesa de diálogo política y social (UCR, Pro, PS, Libres del Sur, DC, CC,) un frente electoral, oportunista, que pretenden adueñarse de los casos de impunidad como Paulina Lebbos, cuando en 7 años no hicieron nada. Son los radicales que en el 2001 nos dejaron la crisis y 33 argentinos asesinados, los que hicieron las leyes de impunidad a los genocidas, los que gobernando con un frente similar Catamarca luego del caso María Soledad, nada cambió, y nos dejaron la contaminación de la megaminería.
No hay que caer en la trampa, este frente dirigido por los radicales y la derecha, es una nueva frustración. Desde el MST, llamamos a unirnos en un frente que sea alternativa a Alperovich y la oposición de derecha. Llamamos a unirnos desde el MST y el Mov Proyecto Sur alrededor de un programa de cambio a los sectores verdaderamente progresistas, a Pueblo Unido, a toda la izquierda, a los compañeros con los que construimos la CTA, que de batalla en todos los terrenos, también en el electoral.