De la Sota navega una campaña nacional plagada de mentiras, mientras la provincia, jaqueada por problemas estructurales, enrojece económicamente. La situación política está dominada por el pacto PJ-UCR, con el que intentan costurar las profundas heridas del régimen cordobés. Las elecciones nacionales abren la oportunidad de confluencia de quienes los enfrentamos.
Como sucede con la mayor parte de las provincias, la espada de Damocles que pende sobre Córdoba, es la abultada y creciente deuda provincial.
El 2012 fue un año de profundos ajustes, marcado por dilatados aumentos de tarifas, nuevos impuestos como el del combustible y por el recorte de un 10% a las jubilaciones provinciales.
El gobierno del PJ, quizás como nunca antes, refleja a los sectores más concentrados de la economía y gobierna para ellos de manera desembozada. Los alivia, a través de un sistema tributario regresivo, de buena parte de sus obligaciones.
La provincia se ubica al tope en la producción de automóviles, soja y maíz. Y esto, lejos de ser algo positivo para los trabajadores cordobeses, se vuelve en su contra. Ya que el impacto ambiental y económico es pagado por los sectores populares. Para los de abajo, hubo subas que rondan el 100% en impuestos y servicios y se le aumentó ingresos brutos al comercio, lo que impacta directamente sobre el consumidor. En cambio en otros sectores, hubo aumentos acordados, como el inmobiliario rural, pero por debajo del resto de los incrementos, sin revalúo y sin diferenciar entre pequeñas y grandes extensiones de tierra, favoreciendo así, a los pooles de siembra y sectores terratenientes.
Un factor central de este ataque, es la complicidad de la burocracia sindical estatal y privada con el proyecto del PJ cordobés. Desde los gremios y distintos ministerios, los viejos dirigentes sindicales hacen lo indecible por intentar eliminar cualquier esbozo de organización y resistencia por parte de los trabajadores.
Mientras tanto, continúa el desmonte descontrolado del bosque nativo, aumentado exponencialmente desde que se anunciara la instalación de Monsanto, que se encuentra frenada actualmente, por la lucha llevada a cabo por los vecinos de Malvinas Argentinas y de la ciudad de Córdoba.
Bipartidismo: Operativo reconstrucción
El pacto entre De la Sota y el radical Mestre, intendente de la capital provincial, no hace más que confirmar lo que miles sabían de antemano: el bipartidismo cordobés entró en crisis después del 2001 y la profundizó con la posterior irrupción del juecismo como fenómeno político, y hoy, apoyados en el buen resultado electoral, intentan reconstruirlo.
El acuerdo PJ-UCR se materializa de manera transversal en todos los niveles y confirma con creces, la imperiosa necesidad de unir fuerzas para derrotarlo, como venimos planteando desde el MST y el Frente Cívico.
Este es el marco en el que se desarrollarán las elecciones nacionales que el delasotismo pretende ganar, para afianzar las ansias presidenciales de su conductor. Por su parte la UCR, aupada por el gobernador, intentará aprovechar los beneficios de esta sociedad en beneficio propio.
Una campaña mentirosa, que no convence a nadie
Cada vez que un gobernador se larga a la carrera presidencial, las arcas de su administración suelen crujir. Ya que es necesario mostrar una administración ordenada y exitosa y si, como es el caso de Córdoba, esto no es real, se construye a fuerza de publicidad. Este es el camino que eligió De la Sota, que en lo que va del año ya gastó 45 millones de pesos de pauta oficial, en contratación de publicidad en medios fuera de su provincia. Se promocionan con bombos y platillos medidas como el “Boleto educativo gratuito”, mientras miles de estudiantes toman clases en conteiners de chapa, o el “Plan Primer Paso”, que no es más que la precarización extrema de miles de jóvenes, aprovechándose de su falta de experiencia.
Más allá de la parafernalia publicitaria, lo cierto es que la candidatura del gobernador, se diluye a medida que pasan los días. Hasta ahora, no ha logrado el apoyo de ningún sector importante del peronismo y la endeble situación económica provincial, comienza a sufrir el rigor al que el gobierno nacional expone a los disidentes.
Unidad contra el bipartidismo
La inflación y los tarifazos son nafta echada sobre una provincia ahorcada por problemas estructurales. La salud, la educación, la energía y el transporte profundizan su crisis día a día.
El 2013 estará recorrido por numerosos conflictos salariales, sociales y políticos. Así mismo, el carril electoral será el otro proceso que marcará el pulso de la provincia hasta fin de año. Que el bipartidismo intente reconstruirse, no puede pasar inadvertido para los miles que venimos enfrentándolo en las calles, tenemos que ser capaces de conformar un espacio amplio que le dé pelea.
Desde el MST – Nueva Izquierda, convocamos a nuestros compañeros del Movimiento Proyecto Sur, del Frente Cívico y de Unidad Popular a unificar esfuerzos. La importancia de la pelea impone la unidad de nuestras fuerzas. Para garantizar pegar juntos y que la discusión de candidaturas no cuestione la unidad del espacio, proponemos aprovechar las internas abiertas de agosto, para conformar las listas con las que enfrentaremos al PJ y a la UCR en octubre.
Al servicio de fortalecer esta disputa, ponemos las candidaturas de Luciana Echevarría y de Raúl Gómez.
Tenemos que vertebrar una herramienta alejada del sectarismo y la vocación testimonial, que se prepare para transformar la provincia y conquistar los cambios por los que venimos peleando.