Valiéndose de la ley de subte que en diciembre le votaron los bloques del PRO y el kirchnerismo, Macri decretó un nuevo tarizafo para llevar el boleto a 3,50. Además de habilitarlo a subir los peajes y las patentes y a renovar el contrato con Metrovías, esa ley lo autoriza a fijar la tarifa y lo obliga a hacer una auditoría integral del subte.
Lo absurdo es que para esa auditoría Macri tiene seis meses de plazo, pero puede fijar la tarifa y renovar la concesión en apenas un mes. O sea: si de la auditoría surge que los costos de Metrovías están inflados, o que durante años se comió los subsidios sin invertir -que es lo que pasó-, puede ser que ya se le haya otorgado el tarifazo o hasta renovado el contrato…
Más allá de estas trampas, Macri y el titular de la empresa estatal SBASE, Piccardo, no pueden hacer lo que se les antoja con un servicio de transporte público que cumple un rol social de primer orden como el subte. Menos aún si es para cuidarle las ganancias a Metrovías a costa del bolsillo de los pasajeros.

Bodart da pelea en todos los terrenos

Nuestro diputado viene enfrentando estas medidas privatistas en forma consecuente. Votó en contra de esa vergonzosa ley hija del pacto PRO-K, oponiéndole su propuesta de reestatización del subte con control de los trabajadores y usuarios.
El 1º de marzo, mientras Macri daba su discurso en la apertura de sesiones y alardeaba sobre los nuevos vagones de la Línea A, desde su banca Bodart levantó un cartel contra el tarifazo del subte.
Apenas anunciado el aumento, junto a otros diputados de oposición Bodart convocó a una sesión especial el 5 de marzo. Nuevamente cuestionó el plan de subir el pasaje, que obligaría a miles a dejar el subte por el colectivo, retrasando sus viajes y empeorando el tránsito y la contaminación. Mientras se hacía la sesión, el MST en Proyecto Sur realizó una protesta ante la Legislatura.
El mismo 5 se hizo en el Teatro San Martín la audiencia pública obligatoria. Bodart intervino allí, como lo hicieron decenas de vecinos, contra el tarifazo. El macrismo no mostró ningún dato serio ni en la audiencia ni en la sesión, donde 32 diputados de los 60 -o sea la mayoría- expresaron su oposición al aumento.
Tras todas estas instancias, Bodart presentó ante la justicia porteña un recurso de amparo contra el tarifazo. En una actitud valiente, el flamante juez Pablo Mantaras, del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 3, hizo lugar al amparo y el martes 19 tomó dos medidas: 1. Suspender la aplicación del aumento, que debía empezar el 20 de marzo. 2. Ordenar al gobierno que en 48 horas le presente la información justificatoria. Es una primera victoria, cuyo mérito le caben a Bodart y al MST en Proyecto Sur.
Hoy 20, día de cierre de esta edición, sabemos que el gobierno entregó una pila de papeles al juez. Como dijo Bodart: «No conocemos el material porque lo tiene en estudio el juez. En todo caso serán datos que el gobierno macrista ocultó hasta ahora y no surgen de ninguna auditoría. Como tampoco hicieron un estudio del impacto social y ambiental que provocaría el tarifazo, no corresponde aplicarlo.»

Echar a patadas a Metrovías

Tal como sucede en los trenes, y lo mostró crudamente la masacre de Once, el problema estructural del subte es que las privatizaciones fracasaron pero los gobiernos las quieren mantener. En eso, Macri y Cristina son iguales. Es más: Macri mantiene a Metrovías en el subte, mientras Cristina la mantiene en los ferrocarriles Urquiza, Mitre, Sarmiento, San Martín, Belgrano Sur, Roca y Belgrano Cargas, con lo que estamos ante un verdadero monopolio del transporte metropolitano.
Como todo capitalista, en tanto siga Metrovías va a privilegiar su negocio privado por sobre el interés público. Por eso en casi todo el mundo los subtes y los trenes los maneja el Estado. A contramano de esto, lo indignante es que acá, desde el Estado, los dos gobiernos sigan trabajando para el lucro empresario y en desmedro de la función social del sistema de transporte.
Este drama no se arregla con «tarifas sociales» mentirosas a las que nadie accede. La solución de fondo para tener transportes económicos, eficientes y seguros pasa por echar a las concesionarias privadas y reestatizar todos esos servicios bajo control social, como lo plantea el proyecto de ley de Bodart para el subte.

Ahora, que no pase el tarifazo

Sorprendido por el fallo del juez, el macrismo salió a redoblar sus argumentos. Son todas mentiras (ver Las cinco mentiras …). Pero están preocupados, empezando por Macri a quien la noticia le amargó su encuentro con el Papa.

Esperamos que el juez se mantenga firme frente a las presiones políticas que ya están ejerciendo, mientras buscamos la mayor unidad de acción posible para derrotar este tarifazo injusto y elitista. Así lo anticipó hoy Bodart: «Estamos convocando a todos los bloques de oposición, las asociaciones de consumidores y los Metrodelegados a una iniciativa en conjunto en respaldo a que se mantenga la suspensión del tarifazo.»
Si le torcemos el brazo a Macri y a Metrovías, no sólo será un triunfo para todos los sectores populares porteños sino un aliento para los pasajeros del Gran Buenos Aires y el interior del país, donde los precios de los pasajes son de terror para cualquier laburante, estudiante, ama de casa, jubilado o desocupado.

Ignacio Tedesco