El 25 de marzo, el juez porteño Pablo Mantaras, reafirmó la suspensión del tarifazo del subte hasta que la Cámara resuelva la cuestión de fondo. El valiente fallo tuvo origen en el amparo que presentó nuestro diputado Alejandro Bodart. No sabemos si el gobierno de Macri ya apeló o no, pero lo hará. Sigamos la pelea para derrotar definitivamente el intento macrista de aumentar el boleto, hasta echar a la concesionaria privada Metrovías y lograr un subte estatal con control social
Cuatro días antes, en la sesión del 21 de marzo, Bodart había llamado a toda la oposición a respaldar el primer fallo judicial, de suspensión provisoria del aumento. Tuvo eco: al terminar la sesión se hizo una conferencia de prensa de todos los presidentes de bloque. Participaron también dirigentes del sindicato del subte, la AGTSYP, que al otro día presentaron una adhesión al amparo de Bodart. Después presentaron un amicus curiae los diputados nacionales Pino Solanas, Alcira Argumedo y Jorge Cardelli, y sus pares porteños Rafael Gentili, Julio Raffo, Pablo Bergel, Jorge Selser, Virginia González Gass y Adrián Camps, todos de Proyecto Sur.
Un fallo consistente
En su texto de 27 carillas otorgando la cautelar, el juez Mantaras desmenuza la penosa argumentación del gobierno macrista y retoma varios de los planteos de Bodart. Así, señala que las dos únicas circunstancias que el gobierno afirmó haber evaluado para establecer el nuevo cuadro tarifario son: 1) la inflación constante, que en 2012 se ha estimado en un 26%, y 2) que la tarifa porteña es la mitad o hasta tres veces menos que en los subtes de Santiago de Chile, San Pablo o Río de Janeiro.
El juez refuta el punto 1): La orfandad informativa en relación con los costos del servicio impide evaluar con algún grado de certeza el impacto que habría tenido sobre éstos la evolución de la inflación. También dice: En la medida en que no se habría establecido la composición de costos, tampoco resultaría posible determinar si el anterior aumento del 127% habría sido insuficiente para equilibrar la ecuación económica del servicio. Con la suba anterior más la que ahora quiere Macri el boleto se iría de 1.10 a 3.50: un 220% más caro. ¿Entonces de qué 26% hablan?
El punto 2) el gobierno ni lo demuestra. Y es exactamente al revés: en otras capitales del mundo el subte es más barato (ver cuadro comparativo en Alternativa Socialista 589).
El juez cita además el informe del Ente Regulador, de que entre 2011 y 2012 -con el anterior aumento- se produjo una merma de casi el 24% en el volumen de pasajeros. Por eso concluye, como Bodart, que un nuevo aumento podría tener un efecto similar, expulsando a otros miles y miles más al colectivo.El fallo de Mantaras también cuestiona que el gobierno no informe la tarifa técnica y la tarifa al usuario, que no las haya publicado en el Boletín Oficial como exige la ley, y la inexistencia de un estudio de costos completo, o sea la falta de auditoría que viene denunciando Bodart.
La confirmación de la suspensión del tarifazo fue una derrota para Metrovías y para su defensor Macri. Al otro día, Rodríguez Larreta sacó al subte de la órbita del ministro de Desarrollo Urbano y lo puso bajo la suya propia.
Vidal amenaza
Enseguida la vicejefa María Eugenia Vidal, la misma que habló de un boleto a 6.10 pesos, salió a amenazar con la necesidad de hacer ajustes y recortes en otras áreas para sostener el funcionamiento del subte. Bodart la refutó: «Que se deje de hacer terrorismo con cifras infundadas y haga una auditoría de los costos reales del servicio. Recién ahí podríamos saber si la tarifa debe seguir igual, subir o bajar. Una auditoría seria seguramente constataría que durante años la empresa incumplió inversiones, dibujó pérdidas y se embolsó los subsidios estatales.»Además de subir los peajes, las patentes, los sellos y el ABL con destino al subte, Macri quiere el tarifazo para seguir solventando esa ganancia privada y renovarle la concesión. En el tema transporte público actúa igual que Cristina Kirchner, que le dio a Metrovías el manejo de todos los ferrocarriles metropolitanos. En todo caso, si hubiera que ‘recortar’ algo son esas ganancias.»
Metrovías roba y mata
La empresa Metrovías no solo viene currando al tercerizar tareas del subte en empresas del propio Grupo Roggio al que pertenece, sino que la desinversión tiene efectos nefastos en el servicio y la seguridad. La nueva víctima, inundación mediante, fue el trabajador Antonio Villares, del sector bombeo de la Línea B. Como no se cortó automáticamente la corriente en las vías inundadas, murió electrocutado. Acompañé a Bodart a las estaciones De los Incas y Lacroze a dar el pésame y ponerse a disposición de los compañeros del subte.
No va más. Al revés del PRO y los K, que defienden la privatización, para tener un subte eficiente, seguro y para todos hay que reestatizarlo bajo el control de sus trabajadores y usuarios. La suspensión del tarifazo es un paso más en esa pelea.
Pablo Vasco
