Los sucesos del Borda con la salvaje represión del macrismo, el anterior pacto PRO-K que habilitó los negocios inmobiliarios compartidos, las inundaciones y cortes de luz de semanas atrás, la destrucción de lo público y el abandono de la salud y la educación. La corrupción evidente que emerge de todos los gobiernos comenzando por el nacional. La inflación que no cesa y los salarios que no alcanzan. Estas y muchas otras cosas son las que vive y sufre la población y están en el trasfondo de todos los debates político-electorales que durante estas semanas han seguido su curso con nuevos realineamientos.
En la Ciudad de Buenos Aires el macrismo sigue a la búsqueda de su acuerdo con Lavagna, el kirchnerismo a la búsqueda de un candidato propio que levante en las encuestas por encima de Filmus. A la vez Pino se decidió a cerrar su acuerdo con Carrio, pese a que esto le trajo gran descontento en su propia base social y militante.
Y sumó a ese armado electoral a una parte del FAP (PS y GEN). Por otro lado, otro integrante del FAP -Libres del Sur- navega con la UCR y Prat Gay por los mares de la vieja política. Con esta realidad de fondo, se han abierto varios debates y también hay en curso un intento de constituir un nuevo espacio político en la ciudad, ubicado a la izquierda del kirchnerismo.
El acuerdo con Carrió es un error político que debilita un proyecto
Durante semanas, al interior del Movimiento Proyecto Sur se fue realizando un debate sobre el marco de alianzas a construir. Quienes creíamos que la prioridad debía ser la unidad con los integrantes del FAP y la apertura hacia otras fuerzas de la izquierda política y social, proponíamos a la vez evitar el acuerdo con Carrió por las importantes diferencias de programa y de proyecto que nos separan. Lamentablemente, al menos hasta ahora Pino y el Partido Proyecto Sur optaron por privilegiar un acuerdo con Carrió poniendo en riesgo, a nuestro modo de ver, el proyecto emancipador que en unidad veníamos construyendo.
Desde el MST no acompañamos esta decisión de Proyecto Sur sencillamente porque no la compartimos. Pese al respeto que tenemos por Pino y demás compañeros de su partido con quienes compartimos peleas en común, opinamos sinceramente que se avanza por un camino equivocado que a la larga y más allá del incierto resultado electoral, va a debilitar al propio Proyecto Sur y debilita la construcción de un proyecto a mediano plazo, ya que quien más va a visibilizarse y fortalecerse en estos meses, es precisamente la candidata que no comparte un camino emancipador. Esto ya pudo verse estos días, donde Carrió monopolizó el debate sobre la justicia y como propuesta se dirigió equivocadamente a los organismos internacionales, mientras a la vez cerró la semana reunida con Cobos para un acuerdo electoral en Mendoza. Son solo dos muestras de lo que viene y un anticipo del costo político que tienen las alianzas basadas solamente en cálculos electorales.
Por supuesto, hay un reclamo de franjas grandes por la unidad y ante esto Proyecto Sur dice que “no hay que ser sectarios” y que hay que tener “vocación de mayorías” y por eso hay que aceptar a Carrió y su protagonismo. Honestamente, creemos que no es el sectarismo el problema actual, sino la posible pérdida de un rumbo claro, ya que solo podemos derrotar al macrismo y a los K si unimos ampliamente y sin sectarismo a todos los que, aún con matices y diferencias, creemos en un programa y proyecto común. Y no juntando el agua con el aceite, lo cual conduce a nuevas frustraciones por más que se lo intente explicar en nombre de supuestas mayorías.
Este debate, que venimos teniendo con los compañeros de Proyecto Sur requiere en nuestra opinión que se reflexione sobre el mismo. Desde ya que estamos dispuestos a mantener el diálogo hasta el último día posible, si hay voluntad de los compañeros de frenar el camino equivocado que se emprendió, camino que debilita la pelea por la ciudad porque lejos de unir, trajo más división. Es una decisión que los compañeros de Proyecto Sur deben tomar.
Los intentos de construir un nuevo espacio unitario y nuestra propuesta
Estos realineamientos y debates ocasionan distintas opiniones e intentos de acercar posiciones entre quienes no compartimos el acuerdo con Carrió. Nuestro partido junto a Buenos Aires Para Todos de Claudio Lozano y dirigentes que provienen de la CTA tenemos la responsabilidad de acordar una propuesta y de ahí ampliarla a otros compañeros y organizaciones. A sectores intelectuales, profesionales, dirigentes sindicales y estudiantiles, ambientalistas, comuneros y compañeros provenientes de Proyecto Sur, organizaciones de vecinos y otros sectores políticos de la izquierda política y social; con todos ellos venimos conversando la posibilidad de confluir en un nuevo espacio político-electoral. También hemos invitado a ser parte de esta posibilidad a los compañeros de Marea Popular que se encuentran evaluando esta posibilidad. Venimos hablando también con el Partido Social, el PCR y otros sectores. Y hacemos extensiva esta propuesta al resto de la izquierda del FIT, si se propusieran salir de su auto-encierro.
Desde el MST hacemos este amplio llamado, convencidos que hay una importante franja en la ciudad, compuesta por trabajadores, jóvenes, sectores medios y vecinos de las comunas que partiendo de no compartir el proyecto del PRO ni del kirchnerismo, tampoco quieren ni aceptan una nueva frustración ni alianzas electorales asemejadas al pasado. Miles buscan algo nuevo con propuestas de fondo para las mayorías. Nuestra responsabilidad es construir un nuevo espacio unitario que contenga a estos miles y miles de habitantes de la ciudad haciendo el mayor esfuerzo por ensamblar las posiciones de las organizaciones que estamos dialogando, sobre la base de los muchos puntos de acuerdo y programáticos que tenemos en común y con paciencia en el trato de los puntos que nos separan.
Los próximos días serán claves en esta tarea. El MST está comprometido a intentar avanzar por este camino porque es muy necesario. Pero es una tarea de todos y donde precisamente todos tenemos que estar a la altura de lograrlo. Esperamos que estos actores políticos y sociales se dispongan a avanzar junto a nosotros en un nuevo acuerdo.
De hacerlo, se abre la posibilidad de conformar un sólido y grande frente político electoral en términos militantes y de fuerza social, lo cual además de hacernos optimistas en la fuerte pelea electoral que podremos dar en común los meses que vienen, habilita también la posibilidad de pensar a largo plazo una construcción unitaria que dispute grandes franjas en lucha contra los viejos partidos. No perdamos la oportunidad.
Sergio García, Dirigente del MST