En el conflicto del molino Lagomarsino de Isidro Casanova se está terminando el plazo de la conciliación obligatoria y los trabajadores se están preparando para salir a luchar, ya que la empresa mantiene despedidos a 34 trabajadores. Dice que no puede exportar y que por eso le sobra personal. Juega con el porcentaje de indemnización como si ese fuera el reclamo.
Lagomarsino tiene que entender que los despidos no se negocian, que si no se reincorporan los compañeros no va a trabajar ningún molino. En ese sentido fueron las recorridas que hicieron los dirigentes a Carlos Casares y Navarro, hablando con los trabajadores y explicándoles los pasos a seguir si la patronal no retrocede con los despidos. En todos los molinos la solidaridad empezó a crecer. Los trabajadores de Lagomarsino Casanova no están solos.